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BISHOP OF HEXEN – The Nightmarish Compositions

18 julio, 2006, 2:58 pm

BISHOP OF HEXEN son uno de esos grupos que parece que salen «al margen» un poco de todo, aunque simplemente sea por su procedencia, Israel, conocida si acaso por algún grupo como MELECHESH y poco más. Reconozco que por lo único que les conocía hasta la fecha había sido por escuchar su demo «Ancient Hyms of Legend and Lore» que en su momento me dijo bastante poco, y que de hecho pasó a ser conocida entre mi grupo de amigos como «el grupo del pato donald» por las «peculiares» voces. Imagino que como suele ser habitual la producción tendría bastante que ver, pero en este caso me sirvió y me bastó para dejarles un poco de lado (quizás injustamente)

Aunque antes haya podido mencionar a MELECHESH, la procedencia es lo único que ambos tienen en común. BISHOP OF HEXEN llevan a cabo un Black Metal muy melódico y ambiental, dándole una gran importancia a los teclados para llegar a conseguir las atmósferas «típicas» de unos primeros CRADLE OF FILTH o incluso en ocasiones, si separamos la línea de teclados de lo demás, es fácil que pueda recordar a unos LIMBONIC ART. Dicho esto es bastante sencillo que se les pueda acusar de no haber inventado nada nuevo, pero en mi opinión al menos lo que hacen lo sacan adelante bastante bien. Vamos, que nadie se espere unos GORGOROTH pero ciñéndonos a lo que es el Black Metal melódico sí que considero bastante recomendable este disco. Como comentario, decir que el libreto sigue la línea de la portada en cuanto a temática de fantasmas, sólo que en el interior son los propios miembros los que aparecen con los montajes de calaveras

«The Nightmarish Compositions» comienza con una pequeña intro que personalmente me sobra por demasiado escuchada ya. Un teclado tocando unas finísimas notas agudas sueltas y la voz de Lord Koder recitándonos el cuento de miedo de turno. Sin embargo, a continuación, «Eyes gaze to a future foreseen» comienza bastante bien, con ese aire completamente «a lo CRADLE» que comentaba antes, con guitarreos casi heavys o incluso totalmente heavys en ocasiones, y teclados que crean la sensación de película de miedo apropiada (Béla Lugosi a ser posible, gracias). Las voces desgarradas son intercaladas de tanto en tanto con otras limpias y acompañadas, como no, con un enmudecimiento casi total de las guitarras y el piano/teclado de fondo. Nada nuevo pero muy bien llevado a cabo y con ciertos detalles a la hora de la composición que son muy de agradecer

«A Serpentine Crave» continúa con la línea del anterior tema y que realmente es lo que va a ser la tónica general del disco, con algún cambio de ritmo interesante como el que hacen al principio del tema, eso sí, pero continúan con los mismos cambios de voz y la omnipresente melodía de teclado envolviendo todo lo demás, de ésas que inevitablemente llevan a uno a pensar en castillos abandonados y semiderruídos en medio de un bosque. Aunque ya he mencionado antes a los CRADLE de los comienzos (y no descarto volver a hacerlo) sí que es de agradecer el que en el caso de éstos israelíes la voz no sea tan chillona como la de los ingleses

«Dreaming by nightmares» hace las veces de interludio, es un pequeño corte puramente instrumental con una línea grave de teclado y algún que otro coro que enlaza con «Self Loathing Orchestration» , voces susurrantes que se cuelan entre esa orquestación que trata de conseguir permanentemente el teclado, tanto las guitarras como el doble bombo en segundísimo plano y únicamente cobrando importancia de vez en cuando aprovechando los cambios de ritmo. Sirva para hacer una idea el decir que en este tema, sobre el minuto 4:30 o así, el ritmo adoptado por la batería es totalmente clavado al del tema «Puritania» de DIMMU BORGIR

Seguimos con los «teclados de vals» en «Spiritual Soul Sunset» , el doble bombo de fondo y las guitarras en segundo plano. Pero si queremos un cambio con respecto a los temas anteriores nos tenemos que ir al final de este mismo tema, a partir del quinto minuto, donde unos ruidos de batalla, choques de espada y los lamentos del cuerno descolocan bastante a cualquiera que haya escuchado el disco hasta aquí. Una melodía totalmente épica que nada tiene que ver con el cuento de miedo que nos han estado contando hasta ahora y que continúan llevándola a los teclados como acompañamiento hasta el final del tema

Con el siguiente ya volvemos a la temática/atmósfera de antes, risas malévolas para dar comienzo a «The Somber Grounds of Truth» y melodía de caja de muñecas de fondo. Aún así, este tema también es de los que parece estar «vivo» ya que va evolucionando poco a poco aumentando el ritmo a cada paso y permitiendo a esas voces limpias cantar por una vez sobre las guitarras y no sobre el teclado. De todas formas, el repetir la melodía inicial en algunos momentos le resta parte de la potencia que de otra forma podría haber tenido

«Stride the Corridors of One’s Mind» continúa en la misma línea que la anterior aunque con mayor importancia para las voces limpias, que para este tema son casi más utilizadas que las típicas rasgadas. Unos cambios de ritmo y melodías bastante bien llevados amenizan los 6 minutos del tema, con dos «interludios» incluidos dentro del mismo. De partes con el doble bombo martilleando sin un segundo de descanso a otras más lentas a medio tiempo en las que tanto las voces como las guitarras van arrastrándose sobre las notas principales

El comienzo de «Velvet Demise» es de lo mejorcito del disco para mi gusto, más brutal que el estilo que han seguido hasta ahora, con guitarreos graves a juego con la voz y un buen doble bombo de fondo. Desgraciadamente es únicamente eso, el comienzo, poco después el ritmo va decayendo más y más hasta llegar a sonar tan melódico como los demás temas y llegando a desembocar, incluso, a otra de ésas partes meramente instrumentales en las que todo queda a cargo del teclado con algunas que otras «voces de ultratumba» añadidas para luego volver nuevamente a la carga

«Dreaming Daementia» sirve para cerrar el disco de la misma forma que lo abrieron, con tan sólo la voz de Lord Koder susurrando con la melodía de teclado y acompañada de los coros del inicio, risas de un bebé y el propio eco de la voz superpuesta

¿Un segundo «Dusk And Her Embrace»? pues casi. Se puede discutir en cuanto a la calidad de uno u otro, pero que uno mama del otro es innegable. Buen disco y con buenas ideas aunque personalmente se me pueda hacer un pelín repetitivo en ocasiones.

Ana Isabel Rodriguez

Track List: