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Viernes 9 de Junio – Sölvesborg – Suecia
Como acabo de comentar, la noche en Sölvesborg es pura anécdota, y el tiempo real de descanso en la tienda sin asfixiarte no supera las 5 horas; a las 12 el calor es ya importante, y tus oídos aún se quejan de la paliza del día anterior.
A las 12 en punto Angela Gossow al frente de ARCH ENEMY no es la cura perfecta, pero si un revulsivo para despertar al más muerto del festival.
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La banda da una imagen cada vez más compacta en directo, y su periplo por los States no ha hecho más que elevar la calidad de su puesta en escena con una Angela muy en su sitio asustando al personal con sus berridos infernales y un Michael Amott que finalmente ha conseguido llevar a la banda a lo más alto de los charts.
A la misma hora los veteranos VICTORY descargaban en el Sweden Stage sin ser la sombra de lo que fueron.
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El sustituto del gran Fernando García a las voces no le llega ni al tobillo, sin hablar de su estética neo junkie.
La actuación en sí no fue más que una extensión de su decepcionante nuevo disco de auto versiones «Fuel the fire», donde se dedican a cargarse sistemáticamente todos sus grandes hits de antaño, llámese «Standing like a rock», «Temples of gold», o «Don´t tell no lies» por citar algún ejemplo.
De los clásicos quedan Fargo-Peter Knorn al bajo y el exACCEPT Herman Frank y Tommy Newton a las guitarras.
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Yo personalmente me quedo con el recuerdo de sus grandes descargas en Canciller hace años.
GOTTHARD aparecen a las 13:30 en el escenario principal, y bajo un sol que hacía daño se marcaron una actuación que a la postre les situaría como los triunfadores del día.
El set se basó en su último trabajo en directo,»Made in Switzerland», aunque algo acortado por el tiempo limitado del que disponían.
El comienzo fue arrollador con «All we are», con un Steve Lee haciéndose dueño de el escenario con su performance perfectamente estudiada y claramente basada en sus reconocidas influencias: Steven Tyler y Coverdale.
Le siguieron «Dream on» y «Hush», donde destapó totalmente su voz, demostrando al personal su perfecto estado de forma.
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Le siguen «Mountain Mama», «Let it be», «Top of the world» donde Leoni se sale con la guitarra, y la preciosa «I wonder», muy al estilo HYSTERIA de los que tocarían un poco más tarde.
El show termina con otros dos bombazos, «Lift u up» y «Anytime anyway» de su último trabajo, dejando al público con ganas de más.
Y de flor en flor, o de escenario en escenario, nos acercamos a degustar unos cuantos temas de los trashers de San Francisco, METAL CHURCH, con un Kurdt Vanderhoof en gran estado de forma, destripando clásicos del metal ochenteno como la grandísima «Watch the children pray», «The Dark» o «Metal Church».
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Lo poco que vi me agradó bastante.
No así el power metal de JADED HEART, carente de gancho amén de sufrir el mal sonido que imperaba en el Zeppelín Stage.
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Mientras, Kai Hansen y sus GAMMA RAY copaban el Rock Stage de acérrimos seguidores del heavy más clásico, llenando la atmósfera de acordes bien conocidos por todos sus fans «Land of the free», «Valley of the kings», «Rebellion in dreamland», los clásicos de HELLOWEEN imprescindibles: «I want out» y «Ride the sky», o temas pertenecientes a su último trabajo,»Majestic»: «Fight» o «Condemned to hell».
QUEENSRŸCHE volvía a Europa con la continuación de su piedra filosofal, «Operation mindcrime» bajo el brazo.
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Geoff Tate y los suyos son un valor seguro en cualquier festival, y el dominio de sus instrumentos y las perfectas armonías de sus composiciones se vieron esta vez enriquecidas por la teatralidad del vocalista, haciendo una representación brillante junto a su eterna diva, Pamela Moore, de toda la historia dividida en dos actos.
El primero arranca con el «Operation 1″desde el principio, con varios temas como «Operation Mindcrime», «Revolution calling», «Speak» o «Spreading the disease», para empalmar con la segunda parte en la que el protagonista termina su condena en la cárcel y sale a la calle en busca de venganza hasta que encuentra su trágico final, a través de «I’m american», «One foot in hell», «Hostage» o la mejor de todo el disco «The hands».
Buena coreografía con la macro pantalla de video y final de película con Tate enfundado en una camisa de fuerza sentado en una silla de ruedas.
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Como premio, nos obsequiaron con un bis compuesto por dos temas de «Empire», que fueron gloria para mis oídos: «Jet city woman» y «Empire».
Otra media horita más no le hubiera importado a nadie, pero en esto de los festivales ya se sabe…
A las 6 de la tarde la gente ya no sabía donde ir ante el aluvión simultáneo de tres bandas de distinto pelaje:
Por un lado los jurásicos CACTUS, con Carmine Appice y Tim Bogert en sus filas deleitaron a los más carrozas con su blues rock añejo, dejando sobre las tablas el reflejo de lo que fueron y la imagen de lo que todavía les queda.
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Mientras, a las 18:15 puntualmente comenzaba la actuación de KAMELOT. Antes de entrar al foso de los fotógrafos la gente de seguridad nos advirtió de que tuviéramos cuidado con la pirotecnia, como estos suecos son tan estrictos en los temas de seguridad, yo creí que era una mera formalidad y os puedo asegurar que no lo fue. Durante los dos primeros temas continuas llamaradas que llegaban hasta el techo del escenario no paraban de salir de unos quemadoras parecidos a los de los globos, creo que las fotos son bastante explicitas. La actuación del grupo fue de las más intensas del festival y el publico abarrotaba el Rock stage ansiosos de oír a los nuevos reyes del Metal melódico. Ya les habíamos visto en Madrid el año pasado y la actuación fue muy parecida. KAMELOT han ido escalando posiciones en el ranking de los grupos de Power Metal Melódico realizando discos que progresivamente van siendo mejores con muy buenas producciones y composiciones muy cuidadas, además todo el grupo se deja el piel en directo como si fuera su último concierto. Tocaron un gran numero de temas de su último gran lanzamiento (The black Halo) e hicieron un repaso al resto de sus siete discos centrándose fundamentalmente en sus tres últimos. Sin lugar a dudas Khan es el líder indiscutible del grupo y sabe aprovechar a la perfección el enorme espacio del Rock stage moviéndose continuamente de un lado para otro y animando al público. El resto de la banda realizaron también una actuación perfecta, a destacar el teclista Oliver Palotai al que también pudimos ver actuando como guitarrista/teclista en la banda de Doro. El grupo le acompañaban la cantante femenina Elisabeth y las coristas Karianne Kjærnes y Marianne Follestad.
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En el tercer stage el glam rock volvía a la palestra de la mano de unos reunidos NASTY IDOLS, los cuales gustaron a sus incondicionales, que no eran pocos, aunque a un servidor le dejaron bastante indiferente.
No imaginaba las cotas de popularidad que ha alcanzado el regreso del glam y el rock&roll macarrónico a las tierras escandinavas.
El 60% del público más joven del festival contaba en sus atavíos con mallas multicolores, pelos enlacados y rimel como para hacer 10 kilos de calamares en su tinta amén de la camiseta de MÖTLEY CRÜE de marras.
La siguiente cita era con otros glammers con más años que la cabra de la legión: los británicos TIGERTAILZ.
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Banda con trabajos muy resultones en los ochenta y formada por tres de sus integrantes originales, en la actualidad, no pasan del aprobado gracias a sus pintas bastante decrépitas y su técnica limitadísima con sus instrumentos, especialmente el guitarrista y el bajo.
Aun así supieron levantar a una audiencia consonante con su look gracias a viejos himnos como «Noise level critical» o «Love bomb baby» o el eterno recurso del «Highway to hell», (Jeff Healey también la tocó).
VENOM fue la primera banda que veo salir con retraso a lo largo de cuatro años en este festival.
Desconozco la razón, pero finalmente salió al escenario principal un sucedáneo de la banda que fue, con su vocalista Cronos, como único superviviente y un sonido bastante menos agresivo del que todos los escandinavos hijos de Satán esperaban.
Un servidor, viéndolo venir, se fue a disfrutar de una auténtica delicattessen, como lo fue la descarga de los progresivos VANDEN PLAS.
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Escenario pequeño para una gran banda la que no acudió demasiada gente a ver; ejecución muy notable de temas pertenecientes a toda su discografía, incluido su último lanzamiento «Christ O».
El vocalista, Andy Kuntz destacó sobremanera en una bandaque dejó más que complacida a la misma audiencia que había alucinado con PORCUPINE TREE el día anterior.
Blackie Lawless tampoco ha abandonado el redil en ningún momento, y aunque haya sido una víctima más del maltrato del tiempo en una buena parte de su carrera con la edición de horribles trabajos que no aportaban nada a la escena, es un hecho que en la actualidad su estado anímico ha subido considerablemente, y el viernes lo demostró machacando Suecia con un show lleno de electricidad, rodeado de tres melenudos poseídos dedicados en cuerpo y alma a desmembrar himnos de hace 15 años como «Love child», «Love machine», «Blind in Texas», o «I wanna be somebody» donde hizo que el público se desgañitara.
Mucha intensidad en una de las mejores descargas que he visto de los W.A.S.P. de Lawless en los últimos años.
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Uno de los grupos que yo mas ganas tenía de ver era EVERGREY, como Wences quería ver a W.A.S.P. nos dividimos y yo pude disfrutar de la actuación completa de EVERGREY. A pesar de tocar en el escenario Sweden, que es de los pequeños del festival, y de estar tocando W.A.S.P. justamente a la vez que ellos, el grupo sueco logro reunir un número más que considerable de seguidores. Aunque sus inicios fueron en el ámbito del death melódico las composiciones del grupo han evolucionado hacia un estilo propio muy característico, difícil de clasificar, en el que mezclan power metal y metal progresivo bastante oscuro. A partir de su cuarto CD «Recreation day» el grupo no ha parado de cosechar buenas criticas por parte del publico y prensa.
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Imagino que para ellos el concierto del Sweden era bastante importante al tocar en su país y no pararon de hablar entre canciones y comentar cosas con el público, aunque al hablar en sueco no pude enterarme de nada…. Solo tocaron temas de sus cuatro últimos discos, aunque el grupo a estas alturas tiene suficiente repertorio para que en ningún momento la actuación tenga temas de relleno. Tom Englund demostró ser un buen frontman y el alma del grupo además de ser el único miembro que queda de la formación original. Aunque no son el típico grupo entretenido de ver en directo por su espectáculo visual su música tiene la suficiente intensidad y profundidad para que la hora y media que duró la actuación se pase en un abrir y cerrar de ojos. Otras de las mejores actuaciones de este año del festival!!!!!!
Y todo el público se aprieta frente al escenario principal para finalizar la jornada con uno de los platos fuertes, los británicos DEF LEPPARD.
Varias cuestiones se me pasan por la cabeza antes de que el show de comienzo: ¿como estará la voz de Joe Elliott?; ¿estarán a la altura de una actuación con tanto público tras otro de sus grandes descansos tras sus horas bajas?; ¿repertorio Roquero o más light?
Bueno, las respuestas fueron casi todas satisfactorias; Elliot nunca fue un divo, pero cumplió la papeleta como siempre apoyado magistralmente por los coros de Phil Collen y Rick Savage marca de la casa que en temas como «Histeria», «Rocket» o «Armageddon it» cobraron una atmósfera especial.
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El recital comenzó de la forma más heavy posible con tres temas escogidos de lo más profundo de su catálogo: «Rock Rock», «Let it go» y el que dio nombre a su segundo trabajo, «High’n dry».
A partir de ahí, el show giró hacia terrenos más melosos pero no carentes de fuerza con temas como «Let’s get rocked», «Make love like a man», (vaya título más tonto), y dos temas de su recién editado album de versiones, «Yeah», (a ver si empezamos a escribir algo nuevo, que ya huele), «Rock on» y el siempre marchosillo «20th Century boy» de T. REX.
Los suecos, parcos en bailecitos, y no muy amigos del Hard comercial parece que se animaron un poco con los siguientes pepinazos: «Photograph», (lo mejor del concierto), «Armageddon it», «Animal», «Pour some sugar on me» o «Rock of ages», tras la que se retiran a tomarse algo.
Después de ser aclamados no demasiado efusivamente por los suecos, reaparecieron con la balada «Love Bites», para mi nada apropiada para un bis, y finalmente el cierre con otra joya de su primer álbum, «Wasted».
Como balance final yo les doy un aprobado bastante alto, aunque media horita más de show no hubiera estado mal.
Yo me quedé con ganas de mucho más.
Texto y fotos: Wences de la Rosa y Jato
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
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