+ GRIFFIN + THUNDERBOLT
Viernes, 2 de junio – Razzmatazz II – Barcelona
El Rey volvía a la Ciudad Condal tras mucho tiempo, demasiado para los que ansiábamos rendirle pleitesía. Y lo hizo para mostrarnos de nuevo su reino de tumbas, mujeres poseídas, fantasmas, marionetas que cobran vida y espeluznantes ancianos. Pero ante todo, lo ha hecho para demostrarnos que sabe cantar (de manera impresionante) y que se ha sabido rodear de un plantel de músicos excepcional, capitaneados por Andy LaRocque, que demostró una calidad a la altura de los más grandes de las seis cuerdas.
Para antes de llegar ante las rejas de sus oscuros dominios, dos altos en el camino. El primero para ver a THUNDERBOLT y el segundo para ver a Griffin. Ambos estuvieron correctos, arrancando aplausos y coros, aunque no destacaron mucho en originalidad o espectacularidad de su oferta.
THUNDERBOLT presentaron siete temas de metal con miras puestas en IRON MAIDEN y QUEENSRŸCHE, no solo en el estilo de sus composiciones sino en su front-man Tony Johannessen, con dejes gestuales sospechosamente Dickinsianos, y con una voz de registro muy similar al de Geoff Tate.
Con muchas ganas y muy poco espacio los noruegos completaron un buen concierto, y ayudados por al buen sonido dejaron un buen sabor de boca, acabando por agradar a parte de los pocos presentes a su concierto (menos de un cuarto de la sala).
GRIFFIN mostraron las mismas ganas, “disfrutaron” del mismo espacio, pero su mezcla de thrash/heavy no consiguió engancharme en ningún momento. Curiosamente la canción que más me gustó de su repertorio fue la que más se aleja de su estilo base, “Lifeforce”, 100% hard-rockera.
Cerraron su concierto con una versión de “Hell Bent For Leather”, que arrancó los oés con los que el público despidió al grupo, dejando vía libre a la esperada venida del Rey.
Unas rejas colocadas en frente del escenario separaban al público de la mansión en cuya cripta se encontraba la tumba de Abigail La Fey, la niña que nació muerta el 7/7/1777. La intro “Funeral” relata el funeral de la malograda hija bastarda, momificada por su conde padre, para renacer algún día.
Tras el funeral, fue una verdadera joya escuchar clásicos de “Abigail” como son “Arrival”, “Mansion In Darkness”, “The Family Ghost” o “Black Horsemen”, que tras su intro nos presenta uno de los mejores temas del álbum. La escenografía marca de la casa, con una actriz/bailarina representando a la poseída Miriam, se ve acompañada por un sonido excelente, y lo más importante, por un grupo entregado de gran calidad.
KING DIAMOND estuvo impresionante a la voz en todo momento, sin escatimar esfuerzos en ninguno de sus particulares agudos, ayudado en las (muy necesarias para sonar 100% a King) dobles voces por la rumana Livia Zita, siempre en un segundo plano del escenario pero con un papel primordial en el concierto.
Seguimos con Abigail, pero esta vez con su segunda parte, su venganza. Tras la intro grabada “Spare This Life”, volvemos a la mansión donde transcurre toda la historia, una celebrada y cantada “Mansion In Sorrow”.
La desaparición de las rejas anuncia que nos alejamos de “Abigail” y su mundo, para adentrarnos en otras historias espeluznantes del Rey. Tras la grabada “Sorry Dear”, KING DIAMOND nos invita a su fiesta, “Come To The Sabbath”. ¡Y vaya si fue una fiesta! Fue una de las canciones más coreadas por el público, en la que pudimos disfrutar de uno entre tantos otros solos perfectos de Andy LaRocque.
Pero Andy no es el único que merece buenas referencias, si bien sí fue el alma del grupo y quien llevaba el peso principal de los solos, el Mercyful Fate Mike Wead no se quedó lejos en técnica, y estuvo genial en sus solos, como pudimos ver en “The Family Ghost” o “Sleepless Nights”.
La sección rítmica la forma el combinado americano Hal Patino al bajo y Matt Thompson tras los parches cumpliendo perfectamente, el primero con una gran presencia y el segundo con pocas variaciones respecto al material original, con su labor de imprimir la fuerza y el ritmo a las canciones.
Thompson tuvo su momento de lucimiento en su corto solo de batería (precedido por una “Eye Of The Witch” de riffs contundentes), en el que demostró su calidad sin hacerse pesado, y es que no hace falta hacerlo durar mucho más. Lo bueno si breve dos veces bueno.
“Sleepless Nights” sirvió ya no solo para el lucimiento de Thompson (con sus redobles grabados en la memoria de muchos), sino para el lucimiento colectivo de vocalista, guitarristas (tres solos alternados entre Wead y LaRocque) y público, que la cantó de principio a fin, alentados por el maestro de ceremonias.
Y tras las noches de insomnio por culpa de “Ellos” (“Them”), el Rey despierta en Budapest para buscar sangre con la que dar vida su marioneta favorita (encarnada en la bailarina de Philadelphia), “Blood To Walk”, que junto con “So Sad” y la grabada outro “Living Dead” son las únicas incursiones en el último álbum en estudio “The Puppet Master”.
“Welcome Home” da la bienvenida a casa a una de las abuelas más famosas del heavy, después de su paso por el asilo, con su clásica máscara, silla de ruedas y bastón amenazante. La ambientación e interpretación casi hizo olvidarme del terreno estrictamente musical, grave error, pues Andy LaRocque se marcó un solo de órdago, tras el cuál desaparecieron del escenario.
Los oés del público fueron seguidos a la guitarra por LaRocque, antes de empezar la interpretación de “The Invisible Guests”, con King Diamond cantando desde la silla de ruedas ahora vacía, alucinando con el descubrimiento de los amigos invisibles de su abuela, y cantando (¿cómo los ángeles?) igual que en estudio, sorprendentemente bien en directo, aguantando perfectamente el final del concierto, sin dar muestras de desgaste en su voz en ningún momento.
Si antes celebramos el Sabbath, el aguante del Rey permitió que nos invitara a otra fiesta, “Halloween”, a la que los presentes en la sala Razzmatazz II (perfecta para la ocasión) asistimos encantados, entonando el estribillo no sin antes saludar a los miembros de la excelente banda multinacional, con el coreado Andy como colofón.
Es una pena que discos como “Voodoo”, “House Of God”, “The Graveyard” o “The Spider’s Lullaby” se quedaran sin representantes en el repertorio, pero el satisfactorio resultado final seguro hizo olvidar las peticiones de temas como “From The Other Side” o “LOA House”.
Para acabar de acallar estas voces, “Evil” me puso la piel de gallina en su momento más melódico, un tema de Mercyful Fate, donde un Diamante en bruto se convirtió en el Diamante brutal que vimos en Barcelona.
Set List Thunderbolt:
- Love & destruction
- Call Out The Lions
- Demons And Diamonds
- Love & destruction
- Hi-Fidelity Heartbreak
- We Will Survive
- Lidless Eye
- Crucified
Set List Kind Diamond:
- Funeral
- Arrival
- Mansion In Darkness
- The Family Ghost
- Black Horsemen
- Spare This Life (playback)
- Mansion In Sorrow
- Sorry Dear (playback)
- Come To The Sabbath
- Eye Of The Witch
- Drum Solo
- Sleepless Nights
- Blood To Walk
- So Sad
- Living Dead (outro playback)
- Welcome Home
- The Invisible Guests
- Halloween
- Evil
Texto y Fotos: Hèctor Prat
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