SONATA ARCTICA + ALTARIA
Viernes 5 de Mayo de 2006 – Sala Macumba – Madrid
Dicen que lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. Y ese fue el refrán que no dejó de ametrallar mi cabeza el pasado día 5 tras el concierto de ALTARIA, SONATA ARCTICA y DORO. Al menos por lo que al inicio del mismo ocurrió.
Tras el cambio de sala a Macumba (que por otro lado siempre me ha parecido mucho mejor que Aqualung), nos encontrábamos con uno de esos conciertos que comenzaban a la hora menos indicada… Y es que a las 7 de la tarde cualquier persona que tenga un trabajo medio normal tiene difícil la escapatoria para llegar a ver al primer grupo.
Además, con lo que llovía en Madrid y la inmensa cola formada a la entrada de la sala, entrábamos al final del concierto de ALTARIA, de los cuales apenas pude ver el último de sus temas. Decepción grande, ya que sus dos últimos trabajo me parecen buenas obras de esa corriente que tantos grupos clónicos parece generar, el Power Metal melódico finlandés. Ojala haya posibilidad de verles pronto de nuevo en España y, esa vez, qué puedan tocar ante un auditorio que ya haya tenido el detalle o la oportunidad de poder llegar a la sala.
Volvían a Madrid SONATA ARCTICA tras su cancelación de finales de 2004, cuando iban a abrir el concierto de NIGHTWISH. El año pasado tuvimos ocasión de verles en el Metalway y, si bien no me acabaron de convencer, lo achaqué a lo temprano de la hora de inicio. Esta vez, en una sala mucho más acorde a la cantidad de audiencia que atraen, prometía ser diferente…Y a eso había que sumar una legión de fans enfervorizados. Chicos y chicas muy jóvenes que disfrutan con la melodía y tipo de composiciones de los fineses.
De hecho, no eran las 8 de la tarde cuando la sala se convertía en un clamor. Tras una Intro clásica, Tony Kako y sus compañeros arrancaban los primeros coros a la sala. Coros que, sin embargo, no se alargaron tanto como el propio cantante tal vez esperase, ya que apenas llevaban los primeros compases del concierto cuando la versión de «Fullmoon» se convertía en una de las canciones más flojas que les he visto en directo. Incluso las decenas de chavales que estaban enloquecidos con ellos parecían enfriarse. Tampoco mejoró el ambiente con una floja versión de «Victoria´s Secret», a la cual se le sumaba un sonido en general muy embarullado y con una batería semiprogramada que acababa por taparlo todo.
«Broken» demostró de nuevo que la voz de Kakko puede ser excelente en disco pero que en directo se acaba antes de la mitad de la actuación. Apoyándose en el público para intentar forzar lo justo, ya antes del ecuador del concierto acababa por sumir al grupo en una mediocridad de la que no saldrían en el resto del tiempo que estuvieron en escena.
Da igual que se arranque con «Tallulah» o «My Land». El sonido de SONATA ARCTICA acaba por hacerse repetitivo y monótono. Si a eso se le unía una sensación de tener la cabeza en otro lado, de no esforzarse más que lo justito por acercarse a las filas que no paraban de sudar, una imagen híbrida entre el Nü Metal y el «perroflautismo» atroz, el concierto de SONATA quedará en los anales como el de uno de esos eventos para olvidar. Tendrán su público y triunfarán vendiendo todos los discos que puedan (o más bien encabezando el listado de descargas de Internet) pero desde luego es difícil que puedan llegar a tener una trayectoria como la de la solista que, a la postre, era la auténtica estrella de la noche…
Texto: Fernando Checa
Pues bien, cómo comenta Fernando, no pudimos entrar a tiempo para ver la actuación de ALTARIA y es que los conciertos no deberían empezar a un horario en los que muchos estamos cuanto menos llegando a la sala de currar. Además, la organización no nos dio facilidades para entrar a tiempo y tuvimos que esperar una larga cola que nos hizo no llegar más que al último tema del concierto… Así que sinceramente, muy poco puedo decir del concierto de una banda que, a priori, sí tenía interés en ver aunque fue imposible.
De SONATA ARCTICA, 100% de acuerdo con Fernando, concierto para olvidar. De verdad que en disco pueden estar mejor o peor (para gustos los colores que se suele decir) pero sinceramente, he visto pocas bandas tan mediocres, limitadas y aburridas como los fineses en directo (que luego eran unos tíos muy majos cuando tuve oportunidad de entrevistarles, una cosa no quita la otra, pero musicalmente hay decenas de bandas, incluso dentro de de su mismo estilo, sólo en nuestro país que se los comen al segundo tema en concierto). En fin, lo dejo ahí aunque viendo este tipo de bandas en directo (y más comparándolo in situ y en el momento con el aluvión de heavy metal, actitud, personalidad y calidad que se les vino encima en cuanto Doro y sus chicos pisaron el escenario de la sala) se me explican muchas cosas de lo que pasa actualmente en el mundo del heavy.
Y lo dicho, tras acabar SONATA ARCTICA (tras una hora ramplona y sin recibir muchos aplausos y vítores de sus propios seguidores, sinceramente) y un breve cambio de backline y demás, apareció como un torrente la «tigresa rubia», acompañada de su genial banda (que, con la tontería llevan con ella más de 12 años… con excepción del teclista/guitarrista Oliver Palotai que se incorporó a la banda hace aproximadamente un par de años) para demostrar no que quien tuvo retuvo, sino que quien cree en esto con coherencia y sobre todo lo siente con todo su corazón metálico, nunca puede defraudar.
Además, si bien en disco no ha cumplido al 100% su «promesa», en directo ha enfocado el set list totalmente a los temas más heavies de su carrera, dividiendo el set completamente al 50% entre temazos de WARLOCK y buenas canciones de DORO (especialmente de sus últimos discos como viene siendo habitual en los últimos años), y esto ha sido un acierto total para todos.
Pero seamos correctos y empecemos por el principio: DORO venía a presentar su último disco, «Warrior soul» y por ello era un gran telón con la portada del disco el que «presidía» el escenario, justo detrás y encima de la batería del ex BRITNY FOX (hace muchos años, vale, pero ex al fin y al cabo) Johnny Dee (no tan grande como la de SONATA ARCTICA pero… es que la potencia, programada y disparada, sin control no sirve de nada…). Aparte de eso, un par de pequeñas plataformas a los lados y mucho espacio diáfano para que sobre todo Doro y el guitarra Joe Taylor (ahora de nuevo muy melenudo y con guitarra blanca de flecha… que quizás es un detalle tonto pero cómo yo creo que no es algo nimio, lo comento) no pararan de moverse y «hacer el macarra» por el escenario». El enorme (al menos de alto seguro) Nick Douglas en esta ocasión estuvo más estático en el sitio (en el lado derecho del escenario) aunque por supuesto no paró de mover la cabeza y saltar muchas veces cómo es habitual en él. De todos modos, es evidente que aquí manda Doro que no para de sonreír, de moverse, dar las gracias, y de cantar con toda la fuerza e intensidad que el dios del metal le concedió cuando sólo era una chiquilla heavy de Dusseldorf. Seguro que para quien fuera la primera vez que la viera en directo tuvo que alucinar con la actitud de la pequeña alemana encima del escenario porque es impresionante el torrente de energía que emana de tan pequeño cuerpo.
Además, siguiendo con aspectos «técnicos» del concierto, el sonido fue muy, muy bueno (y es que estoy de acuerdo con Fernando en que Macumba es una sala genial en todos los sentidos para ver conciertos), la voz de Doro sonó de maravilla (un diez para la cantante en este sentido), la banda demostró que son unos musicazos (y es que DORO es un grupo y no unos músicos de sesión al servicio de la estrellita de turno, cómo muchos siguen pensando) y el público demostró un cariño y una pasión con la alemana como he visto en muy pocos conciertos (además de, supongo, darse cuenta de cuando una banda y una actitud es de verdad y de cuando sólo es imagen y pantomima por cumplir).
El concierto en sí, comenzó «a toda hostia» con dos de los temas más queridos de WARLOCK, «Earth shaker rock» (potentísima) y «I rule the ruins» (más melódico pero con el feeling supremo que sólo tienen las canciones especiales), que sonaron atronadores y trazaron claramente la línea que iba a seguir el concierto: muchos clásicos, puro heavy metal, guitarras y baterías de verdad (los que estuvieron saben porqué lo digo, jeje), voz suprema y mucho, mucho feeling y pasión tanto desde el escenario hacia el público como al revés. La verdad es que fue impresionante como desde el primer tema empezó a botar y a cantar desde el que estaba «apretujado» en primera fila hasta el que lo veía desde casi la puerta (la sala estaba a reventar por cierto), y eso es algo que no es muy común en los conciertos actuales y que sinceramente me agradó mucho que ocurriera.
La propia Doro, embutida en un impresionante traje, a modo de pantalón y top, de cuero blanco y negro (uff, esa Dorito con sus años… preciosa y superatractiva como siempre, no puedo decir otra cosa), nos presenta el primer single de su nuevo disco, afirmando que, por supuesto, «You´re my family» (¡por supuesto que sí, Doro!). Una movida «Always live to win» de «Fight» fue lo siguiente en sonar, para volver a poner los corazones de los más «viejos del lugar» patas arriba con otros dos cañonazos de WARLOCK, el clásico «Burning the witches» (como presentó el tema la propia Doro, «Are you ready to burn some witches?»… ¡pues claro que lo estábamos!), y una menos esperaba pero igualmente genial «True as steel» que sonó como los ángeles, desde aquel disco de WARLOCK algo más flojo al que daba título precisamente esta canción allá por 1986. Fue un momento bastante especial del concierto y prueba de ello fue que toda la sala no paró de corear el estribillo del tema ante las miradas a la par asombradas y orgullosas de los propios músicos. La balada «Above the ashes» de su último trabajo relajó un poquito el ambiente (pese a que me parece de las mejores baladas que ha compuesto DORO en años), para subir de repente los grados de la sala (que ya hacía calor de por sí, aparte del concierto) hasta los 1000 Farenheit, cuando Doro nos pidió un poco de headbanging para «Hellbound», posiblemente el tema más cañero de su discografía (lo mismito que SONATA ARCTICA… jeje, en fin, no soy malo pero es que viendo a los dos bandas seguidas en directo no puede haber un solo chaval que siga pensando que las nuevas bandas le han comido el terreno a los clásicos, es imposible).
Tras esto vino un pequeño descanso para la banda (que estaban sudando la gota gorda y dándolo todo, impresionante y un 10 para la actitud de los 5 músicos sobre el escenario, ¡plas, plas!) a modo de sólo de batería. Lo cierto es que estos momentos suelen ser aburridos y perfectos para ese cigarrito, visita al baño o la barra…, pero Jonnhy Dee es perro viejo y se sacó de la manga un solo breve, sencillo pero muy interesante que no se hizo para nada pesado. Además, incluyó algunos redobles «famosos» a modo de principio de tema de KISS o JUDAS que, sinceramente, adornan mucho en directo, las cosas como son.
Tras esto vino quizás el tema más aburrido del concierto, una demasiado sosa «Strange yesterdays» (de «Warriour soul» que deslució un montón en medio del genial set list que estábamos disfrutando. Esto dio paso a una emotiva y sincera presentación de la banda por parte de DORO (con también muy sincera ovación por parte de un público que supo perfectamente distinguir cuando una banda realmente está disfrutando y emocionada, y cuando es un simple guiño y cliché más de concierto). Entonces llegó un momento de esos inolvidables en ciertos conciertos con la nueva mirada atrás, hacia «Triumph and agony» del 87 nada menos, con la balada por excelencia de DORO que siempre será «Für Immer». La propia Doro la presentó bastante emocionada diciendo que desde que vino la primera vez con JUDAS en el 86, España ha sido especial y que «Für Immer» fue su particular manera de dar las gracias por el recibimiento espectacular que tuvo WARLOCK en esa gira. Y nada, el tema fue de esos momentos mágicos que se viven en pocos conciertos, con toda la sala cantando el tema de arriba abajo (y mirar que los españolitos cantamos fatal en inglés pero ganas le ponemos, jaja), y sobre todo haciendo retumbar a todo Chamartín porque hasta el último mono que pasaba por el barrio en ese momento tuvo que oír ese «(…) hay una promesa en el sonido (…) que todos tenemos grabado a sangre y fuego en el corazoncito metálico desde hace tantos años.
Con «Fight» volvimos la cabeza de nuevo a los últimos tiempos de DORO (nunca me ha gustado mucho este tema pero creo que gana mucho en directo y además tiene mucho que ver con la eterna filosofía luchadora de la teutona y por ello siempre me parece una canción acertada en el set)… Y para terminar el concierto normal, no podía ser más que «All we are» (también de WARLOCK y es que al final Doro cada vez me demuestra más que es cierto todo lo que siempre ha defendido, que por ella hubiera seguido siempre como WARLOCK y no como DORO, de no ser por los conocidos problemas con los derechos del nombre entre la banda y el manager de entonces) la elegida para cerrar. Por supuesto que fue uno de los temas más coreados de la noche y es que, por mucho que la hayamos oído, cantado, bailado y demás en el pasado, y que quizás pueda cansar un poco por repetición, es cierto que en directo, y más en las tesituras emotivas que llevaba el concierto, cobra otra dimensión y fue muy especial ((…) We’ve got the magic o we’re gonna spread the magic around, yeah! (…). Además, cuanta razón tiene esa frase de «somos todos los que necesitamos», ¿eh?, ¡esos heavies!
Bueno, populismos aparte, todavía quedaba alguna mecha por prender y fue «Burn it up» (del buen pero algo olvidado «Calling the wild») la que abrió de nuevo la caja de los truenos, para cerrar definitivamente con la versión del «Breaking the law», al estilo de la que se incluía en «Classic diamonds» (con el comienzo algo extraño a modo de balada y tal, y sin la colaboración de Udo, claro). Fue un tema perfecto para cerrar el concierto y es que Doro siempre ha rendido pleitesía de alguna manera a sus dioses particulares (especialmente JUDAS y MOTÖRHEAD) y en este caso, el último tema del concierto, se convirtió en el particular tributo de todos al heavy metal que, por supuesto, representó DORO en directo como pocas veces he visto tan sincera y naturalmente.
El único punto negro del concierto de Madrid fue la duración ya que nos quedamos en hora y media justita pero ya sabemos todos lo que tienen las salas de «carpa zarpa» después de los conciertos, que en cuanto se retrasen lo mínimo los horarios, «nos jodemos», así de sencillo (ha pasado tantas veces, DIO, MANOWAR, PRIMAL FEAR, DORO…, que ya sólo nos resignamos a que las cosas sean así pero sigue siendo muy fuerte).
El caso es que sigo retorciéndome cada vez que leo la crónica de Angel Ruiz del concierto de Bergara, donde tocaron posiblemente mis dos temas favoritos tanto de DORO como sobre todo de WARLOCK (¡quiero oír «Metal racer» en directo, buahhhhhhhhhhhh!) a modo de bis extra, pero aún así y pese a que sigue sin variar demasiado el set incluyendo temas distintos de los primeros temas de DORO, creo que esta vez el listado fue bastante acertado.
Y bueno, lo cierto es que fue un concierto realmente maravilloso, no lo puedo expresar de otra forma, que nos demuestra que después de unos años un tanto extraños y unos discos incluso de transición, por fin ha vuelto (si es que se fue alguna vez) la Doro Pesch de verdad, la que es y siente el heavy como un fan más y la que lleva a WARLOCK «für immer» en el corazón para siempre… Y eso que reconozco que entré al concierto con ciertas dudas porque, bien es cierto que era «otra vez DORO» (es que en los últimos años se ha dejado caer quizás en demasía por la península), pero salí pensando sin duda que, por mí, vuelva todas las veces que quiera que allí estaré meneando los pelos, berreando himnos y sintiendo que cuando esto se hace de verdad y porque se siente, siempre merece la pena.
Sin duda, el mejor concierto de DORO que he visto en España en los últimos años y la prueba de que, definitivamente, es una de las nuestras por muchas baladas que incluya en sus discos «en solitario».
David Esquitino – david_esquitino@rafabasa.com
www.rafabasa.com y «Corsarios del metal»
(Domingo de 22:30 a 24:30 en Radio Enlace, 107.5 fm y www.radioenlace.org)
Fotos: Diego L. Pérez
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