Viernes 21 de Abril – Sala 360 – Mondragon
NO se que tienen los LUJURIA con Euskadi pero cada vez que vienen o llueve, o hace un frío del barajo o ambas cosas a la vez, y eso que llevábamos varios días disfrutando de un clima primaveral, vamos a tener que empezar a pensar que son gafes de los malos y prohibirles la entrada al norte jeje
El comienzo de esta velada de heavy metal estaba programada para las 23:00, abriendo los locales (bueno casi, Oñate está a tiro de escupitajo) LAGASH, banda que ha luchado mucho, muchísimo, para poder editar su primer trabajo, «El sueño y la traición», del que pronto podréis leer la crítica. Tarde comenzaba el show, pero aún teniendo en cuanta que los LAGASH comenzaron a tocar unos 20 minutos más tarde de la hora anunciada, servidor se perdió 5 temas enteritos gracias a cierto portero con exceso de celo en su trabajo, y no tío, no, el que estaba al móvil no era mi primo, era el señor manager de los LUJURIA, ver para creer…total, que no pude entrar hasta que Oscar y los suyos llegaron tras cenar, que se le va a hacer.
Cuando finalmente conseguí entrar en la sala (pequeña pero muy buen cuidada y con un equipo excelente, todo sea dicho) se encontraban interpretando una peculiar versión de BLACK, «Wonderful life», el típico tema cuya melodía todo cristo conoce por algo pero nadie sabe a quien pertenece, entretenido cuando menos. «Lagash» fue un corte que anunciaron les gustaría incluir en su posible próximo disco y que en adelante sería el himno de la banda, pegadizo si que era su estrillo. «Viejo amigo» fue uno de los temas rescatados de su pasado maquetero, despidiéndose ‘oficialmente’ con «Con la misma fe», de su disco de debut.
A modos de apresurados Bises caerían dos cortes más, uno de ellos todo un clásico que todos corearíamos a grito limpio, nada más y nada menos que «Future world» de HELLOWEEN, cerrando su descarga con el que por lo que he podido escuchar de su disco hasta la fecha, es uno de sus mejores temas propios, «Entre el bien y el mal». Aunque el sonido no fue nada malo si es cierto que la voz de Juanma sonaba bastante baja, de hecho había momentos en los que difícilmente se escuchaba, aunque quizá fuera debido en parte a mi situación, pues me encontraba bajo los altavoces que colgaban del techo y el sonido no llegaba a mi directamente. De cualquier modo prometedor, con un nivel técnico más que aceptable, sus dos guitarristas (Angel y Jorge) ya los quisieran muchos, así como la pegada de ese animal de bellota que es Andoni a la batería.
Dado que el escenario de la sala 360 no es precisamente grande llevó unos minutos el cambiar el equipo necesario, nada que no se pudiera sobrellevar sin demasiado agobio con unas cuantas cervecitas hasta que la intensidad de la luz bajará y los componentes de esa panda de Lujuriosos bajaran por las escaleras camino del escenario, dándose el bueno de Oscar un buen baño de masas antes de subir al mismo. Ese himno que es «Escuadrón 69» sería lo primero en caer esa noche, augurando una buena noche de cachondeo y heavy metal.
«Mozart y Salieri» no sirvió sino para demostrar lo que todos sabemos, que Oscar es uno de los mejores frontmans del mundo (si tíos si, del mundo) y que LUJURIA son sinónimo de diversión, todo el mundo se divierte a tope, algo que no cambiaría en absoluto con «Dejad que los niños se acerquen a mi» y «Dr. Jeckyl y Mrs Hyde», especialmente con ésta., continuándose la fiesta con «La favorita del rey», recordándonos Oscar cuanto quiere a la familia real, sonando tras ella «Hijos de la furia»
Tras un breve discurso acerca de esos impresentables que se dedican a machacar a sus mujeres y para los que se debería de reinstaurar la pena de muerte, sonaría «Espinas en el corazón», un tema con muy poco que tomarse a broma, volviendo al cachondeo habitual con «Levántate y anda». Dado que su nuevo álbum ha salido a la calle hace demasiado poco como para que conociéramos sus temas, parece ser que decidieron dejarlo para más adelante (de hecho yo aún ni lo había escuchado), así que «Ojos de presa» sería de los dos únicos temas del nuevo disco que interpretarían por está noche, aunque dado como sonó no me habría importado escuchar alguno más.
Antes de que Oscar consiguiera presentar el siguiente tema y oliéndonos de cual se trataba, unos cuantos desaforados comenzamos a vociferar como posesos «¡¡¡Este MURO no se cae, este MURO no se cae…!!!», y es que Silver y los suyos serán por y para siempre grandes, como quedarían claro por el énfasis que se puso al sonar «Traidor», con un Oscar encaramado al andamiaje de la sala cual Tarzán con su liana.
«Estrella de porno» fue un nuevo viaje en el tiempo que no vino sino a continuar una fiesta que se alargaría con «Merece la pena» y el que por todos es considerado uno de sus mejores temas «Corazón de heavy metal», tras el cual se retiraron para volver poco después a recrear nuestros oídos con dos cortes más que pondrían punto y final a una cojonuda (perdón) velada de heavy metal, «Joda a quien joda» y un nuevo tema «Canto a la esperanza», que al igual que su hermana de disco sonó muy interesante. Por cierto, hubo momentos en los que Oscar me recordó a mismísimo Axel Rose por sus movimientos.
En líneas generales los LUJURIA de siempre, Lilith siempre sonriente y perfecta en su labor, Julito y Chepas eficaces, un tanto estático el primero y muchísimo más animado el segundo, Javier cumplidor al bajo y un Fernando un tanto apagado a la batería aunque perfecto en su labor. En cuanto a Oscar…bueno, Oscar es Oscar, que se va a decir de él que no esté dicho ya. Por cierto, nos quedamos con las ganas de ver los famosos ¡¡¡calcetines rojos!!!. LUJURIA GRANDES DE ESPAÑA, y no otros personajillos que se atribuyen esos títulos. ¡Volved cuando queráis tíos!
Texto y fotos: Ángel Ruiz
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