Segundo álbum de la japonesa SAEKO a la que algunos medios llegaron a comparar con Doro Pesch, posiblemente porque su primer disco mostraba una producción con tintes germanos, algo a lo que no es ajeno su mentor, Lars Ratz de
METALIUM. De alguna manera este disco trata de mantener algo del espíritu del metal alemám, aunque mezclado con toques que recuerdan más a otras latitudes y que finalmente se confunden con la nueva hornada ecléctica de bandas con cantante femenina al frente.
Este disco «Life» debería haberse convertido en el espaldarazo definitivo tras alguna aparición en festivales veraniegos, especialmente WACKEN, el pasado año. Pero mucho me temo que la cantante japonesa tendrá que trabajar mucho más si quiere lograr un hueco en el corazón de los fans, y especialmente lograr críticas positivas. Tal vez su voz no sea la más adecuada a un estilo que nos tiene acostumbrados a otras tesituras, posiblemente la producción del disco pudiera ser mejorable, y seguramente la elección de los temas a incluir podría haber dejado fuera algunos totalmente prescindibles. El caso es que «Life» se hace denso, espeso y complicado de escuchar. No aporta novedades que lleven a ilusionarse con él, no muestra composiciones que lleven a apreciar el futuro de la cantante y la banda en general, y lo que es peor, en bastantes ocasiones, la voz queda en entredicho recordando tantas otras solistas que superan con creces las tesituras vocales de la nipona.
¿Qué podemos salvar? Bien, tener a Herman Frank de VICTORY y a Sven Lüdcke de MOB RULES en las guitarras, a Michael Ehré, de METALIUM en la batería y a Mariko Inoue, bajista de FAIRY MIRROR, en las cuatro cuerdas. Buena tarjeta de presentación como grupo, pero a tenor del resultado, insuficiente.
El disco se abre con una introducción, «Leaving» que engancha con «Wings of broken dreams». Introducción que anuncia para el profano un disco lleno de momentos épicos. Que promete, y que al final va a quedar en eso, una promesa. Y es que los primeros compases de «Wings…» y especialmente el momento en el que SAEKO comienza a subir el tono, resultan sorpresivos. Extremadamente aguda, muy alta, mezclando con momentos de bajada, lleva a plantear al oyente si desafinar es lícito a veces en algunos temas.
«Tears of Life» nos lleva a un power suave y con reminiscencias de GAMMA RAY muy claras. Pero no canta Hansen. Las líneas de guitarra y la base de bajo y batería crean una atmósfera interesante, pero de nuevo la cosa vuelve a fallar. Con un estribillo «super-power», es decir, esa cabalgada característica a doble bombo, escuchamos un tema perfectamente firmado por cualquier grupo de power hace cinco o seis años, aunque por desgracia el «efecto Karaoke» vuelve a aparecer. No tan acusado, es cierto, pero presente.
Apenas empezado el disco, se incluye «Sa-ku-ra» un tema mucho más en la línea de grupos con reminiscencias góticas. Eso sí, el inicio, cantado en japonés es simplemente impagable. Curiosamente después el tema va ganando en fuerza, y salvo por los intentos operísticos, difíciles de encajar entre la masa sónica, el tema se deja escuchar. Eso sí, sin querer coartar la creatividad, posiblemente para el mercado europeo podría haberse incluido una versión menos «étnica».
Mucho más épico y con unas guitarras que demuestran que la banda sabe tocar, y muy bien es «The World of pain». Un medio tiempo en el que SAEKO no se ve obligada a elevar tanto la voz. En este nivel se encuentra cómoda y la canción, pese a ser bastante suave, se mantiene en un nivel correcto. Uno de los mejores temas, especialmente en la parte solista, con un breve pero intenso solo que nos hace desear más, mucho más.
«Sky» sigue la misma fórmula: mezclar melodías suaves con un medio tiempo amable y partes un tanto más veloces. Sería insistir sobre lo mismo. Esos momentos son hermosos de escuchar, siempre y cuando la voz no impere sobre ellos. Le falta modulación, le falta no irse por donde la cantante, o sus cuerdas vocales, deciden. Le falta en definitiva, pulso que no lleve al oyente a fruncir el ceño y plantearse como pregunta un ¿qué estoy oyendo?
En tesituras muy cercanas a grupos góticos con toques power se situaría «The call in us». Tema complejo en su composición con frecuentes cambios de ritmo, mantiene a SAEKO en un nivel similar a las composiciones anteriores, es decir, correcta en los tonos bajos y partes suaves, y no demasiado acertada al elevar el tono y subir hasta donde quizá no sea necesario.
La balada del disco, o lo que estrictamente puede considerarse el tema más suave, es «Wanna be free». Muy suave y con toques a canción intimista y triste, ofrece la un aspecto alejado bastante al metal, más experimental. Alejado de temas como «Identity» extraño compendio de metal pesado y poderoso con subidas y bajadas poco comprensibles.
No se abandona la experimentación y «Eternal Destiny» muestra una gran cantidad de cambios de ritmo, subidas y bajadas, poemas jalonando la melodía de teclado. Intenso, sin duda, aunque poco comprensible en el conjunto del disco, o tal vez si…
Finalmente, «My way» versión en japonés del tema tan conocido, nos lleva a pensar en que ya sea con el gran Frank o con el menos grande, Sid, siempre hay versiones que nos hacen plantearnos si el versionador quiere hacer un tributo o fastidiar al autor original.
SAEKO tendrá que mejorar mucho si quiere que realmente el trono de DORO, que ésta sigue ocupando por pleno derecho, pueda estar siquiera cercano algún día. Por lo pronto, sus compañeros de banda bien harán en intentar encauzar a la cantante hacia un estilo claro y menos «personal».
Fernando Checa
Track List:
- Leaving
- Wings of broken dreams
- Tears of life
- Sa-Ku-Ra
- The world of pain
- Sky
- The call in us
- Wanne be free
- Identity
- Eternal destiny
- My way