Hacía ya un tiempo que no caía en mis manos uno de esos llamados «All stars» del metal, etiqueta que en muchas ocasiones solo sirve para vender más discos y a la vez humo, pues suelen quedarse en poco más que una atractiva formación y muchas caras de disgusto por parte de quienes se gastan unos euros en dicho trabajo. Bien, parece ser que está es uno de esos casos en los que el dinero bien vale la inversión.
Estamos ante el proyecto en solitario de Christopher Malmström, guitarrista de los suecos DARKANE, Y Cuando digo solitario eso quiero decir, puesto que el se ha encargado de escribir todos los temas, de los arreglos, de la grabación de todo ellos y de la producción. Desde que comenzara su andadura en DARKANE allá por 1999, Christopher ha ido guardando todos los riffs e ideas que no tenían cabida en su banda madre y he aquí el resultado. Cabe destacar la formación de autentico lujo con la que contado para la ocasión, nada más y nada menos que Ryan Van Poederooyen a la batería (Devin Townsend band), Gustaf Hielm al bajo (ex MESHUGGHAH) y su compañero en Darkane Peter Wildoer, dejando a un lado su puesto de batería para encargarse de las voces con toda naturalidad (parece que haya estando cantando toda su vida) a la vez que de la mezcla del álbum.
NON HUMAN LEVEL se definen a ellos mismo como una banda de death/thrash metal melódico enraizado en las escuelas de Tampa y Bay Area respectivamente, todo ello aderezado con un ligero toque escandinavo, partes instrumentales en las que se han atrevido a incluir incluso un órgano de iglesia y como no, multitud de solos de guitarra eléctrica y partes de acompañamiento a base de una acústica. La verdad es que poco más podría decir yo sobre ellos, puesto que es la definición más sincera y acertada que he escuchado en mucho tiempo proveniente de una banda en si sobre su propio estilo, death metal técnico y de gran calidad, honesto y sin llegar al punto de aburrir a la parroquia a base de excesivos alardes de virtuosismos innecesarios y que no llevan a ninguna parte, saben que son buenos, simplemente dejan constancia de ello.
La prueba de lo dicho hasta ahora puede apreciarse nada más poner a girar el disco, y es que «Divine creation of void» comienza suavemente, con una guitarra acústica a la que se le une un teclado en segundo plano, endureciéndose poco a el sonido si llegar a definirse en ningún momento del todo, aunque la base principal del corte sea el death metal más progresivo y preciosista. Casi de seguido comienza «Personal hell», corte mucho más agresivo que el anterior, donde la voz de Peter suena claramente orientada al thrash de la Bay Area lo mismo que todo el conjunto de la música en si, sobre todo la batería, aunque como no, con momentos para lucimiento personal de Christopher.
«Windows of the world» vuelve a acercarse a la senda del death metal aunque con reminiscencias de heavy clásico en sus guitarras en algunos momentos, puesto que los riffs más contundentes pertenecen claramente al primer estilo citado, pero hay que decir que los solos tienen cierto aroma al estilo de Yngwie Malmsteen. «The second plane» se trata de un corte instrumental altamente progresivo, algo obvio de principio a fin, y que aunque pueda parecer extraño no llega a aburrir pese a sus más de cinco minutos.
«Instincts» es frenética desde su inicio, guitarras pesadas y batería poderosa por parte de un Ryan que demuestra un dominio excelente de los platos de su kit. La sorpresa salta al escuchar nada más y nada menos que música sacra mediado el corte a cargo del citado órgano eclesiástico, tras el cual los clásicos teclados cobran protagonismo y el corte da un giro nuevamente progresivo e instrumental durante un buen espacio de tiempo.
Llegados a «Journal of a nightmare» es cuando más de uno comience a plantearse la idea de que el sonido de la batería no es todo lo bueno que debiera, los bombos (o doble pedal, según los gustos de cada uno, no se en este casó cual será la opción de Ryan) suenan un tanto bajos a veces, mientras que el sonido de la caja está a mi parecer excesivamente alto, algo que si bien marca claramente su gusto por el thrash metal, le resta contundencia al conjunto en las partes más pesadas. «Water» vuelve ser un corte instrumental, está vez mucho más melódico, en claro contraste con «Untrustable surface», donde Christopher vuelve a dejar claras sus excelencias a las seis cuerdas y Ryan nos ofrece un curso acelerado de cómo se tocan los platos, nunca mejor dicho.
Es en «The genetic failure» donde quizás sea más palpables las atmósferas death metaleras, algo a lo que ayuda no solo unos riffs más pesados, sino el que Peter se atreva con registros más guturales en lo que a su voz se refiere, aunque ahí no acaba la cosa, puesto que este corte cuenta con partes experimentales dignas de esos genios llamados OPETH. Poniendo la guinda al pastel se halla «Freaking goose» una forma de endulzar nuestros oídos después de un buen puñado de minutos de caña y melodía en sus justa dosis.
Para el que no conozca a este genial guitarrista ni a su banda principal es una buena forma de empezar, un disco en el que se atreven a mezclar cortes instrumentales y pasajes atmosféricos con el más fiero thrash/death metal, destapando a Christopher como un guitarrista inmenso en un trabajo recomendable no solo por su calidad, sino porque entra con relatividad facilidad si tenemos en cuanta su orientación.
Ángel Ruiz
Track List:
- Divine Creation Of Void
- Personal Hell
- Windows On The World
- The Second Plane
- Instincts
- Journal Of A Nightmare
- Water
- Unstrustable Surface
- The Genetic Failure
- Freaking Goose