Sábado 12 de noviembre de 2005 – Pinos Puente – GRANADA
Undécima edición del PIORNO ROCK , un festival que trata de volver a la trascendencia que tuvo en su momento y que tras la subida en importancia del Atarfe Vega Rock , celebrado en el pueblo de al lado, intentaba este año ser la última gran referencia en cuanto a festivales se refiere.
Inicialmente el cartel mostraba una heterogeneidad demasiado alta. Juntar a grupos como CANKER o DARK FUNERAL que practican una tralla brutal, con AFTER FOREVER o leyendas míticas como UFO, a los cuales se sumaban los dos grandes grupos españoles del momento, SARATOGA y WARCRY era arriesgado. En definitiva un cartel muy variado, pero que inicialmente podía atraer a todo tipo de público, y al realizarse en la zona de Andalucía permitiría que la gente de la zona pudiera disfrutar de un buen ramillete de grupos.
Por desgracia las previsiones de la organización no se cumplieron, y lo que habría sido una buena piedra de toque para relanzar el festival tal vez le acabe lastrando para los próximo años. De entrada, en el propio pueblo nos manifestaron su extrañeza por apenas haber tenido información sobre el evento. Obviamente cada cual se entera de lo que quiere, pero la comparación con eventos similares con el Atarfe, donde todos sus ciudadanos se vuelcan con el festival, conscientes de lo importante que es para la economía de la zona el tener a miles de jóvenes consumiendo, es inevitable. Había muy pocos carteles en la localidad anunciando la entrada al concierto. Prácticamente nula señalización del acceso al polideportivo, y en definitiva tan poco ambiente que no presagiaba un éxito de asistencia.
Antes de la una y media entrábamos en el recinto y la certeza de que la cosa iba flojilla la teníamos presente. Cuando a las 2 de la tarde se arrancaba el festival con SEXTON´S ORCHID, los granadinos se enfrentaban a que el auditorio lo componíamos poco más de una veintena de asistentes, muchos periodistas y a una pesadilla que se acababa de iniciar: el lamentable sonido.
Siempre es difícil arrancar un festival en el que van a tocar tantas bandas. Los chicos de SEXTON´S ORCHID eran conscientes de ello y a pesar de todo le echaron todas las ganas posibles. Su thrash-death, los matices de su música cercanos a KREATOR por la voz de su cantante Eloy Martínez, encajaban perfectamente en la primera parte del cartel, aunque debido al retraso que se había acumulado en el comienzo (inicialmente iban a haber empezado a la una de la tarde) obligó a que menos de 20 minutos después de arrancar tuvieran que dar por terminada su actuación. Sin duda para ellos no será un concierto memorable, pero otras oportunidades tendrán en las que merezcan más suerte.
Con un cambio de escenario realmente rápido, a las 14:30 aparecían en escena los también granadinos CANKER. Una banda también granadina que pese a llevar 15 años en la escena practicando un thrash brutal, apenas han tenido trascendencia fuera de su zona y los cambios en su formación han acabado por mantenerles en un segundo nivel cuando posiblemente merecieran mucho más. En el escenario de Pinos Puente se notó que son un grupo querido, aunque mi impresión es que no salieron especialmente cómodos a tocar. Les noté tensos y bastante distantes, lo cual dado lo horrendo de la acústica del polideportivo era perfectamente de entender. La voz y la guitarra de Miguel prácticamente no se escuchaban y al final el pelotazo sonoro era más desagradable que otra cosa. Acabaron despidiéndose con el «War Ensamble» de SLAYER, ayudados en la voz por un invitado que no pudimos saber quien era, pero que incorporó aun mayor fiereza a la voz. 35 minutos en los que se les vio algo dispersos y no demasiado motivados, pero al igual que a SEXTON´S ORCHID habrá que esperar a verlos en una sala con mejor acústica para saber hasta donde pueden llegar en esta vuelta a los escenarios.
A las 15:15 aparecían en el escenario AVULSED, una de las bandas de Death Metal más respetadas, no sólo en nuestro país sino también fuera de nuestras fronteras. Los de Madrid salieron a comerse al poco público que había y la verdad es que lo consiguieron. Con una actitud y una fiereza irreprochables, y con su vocalista, Dave Rotten, un auténtico monstruo en escena que no paró un solo momento, con salto al público incluido. Durante los 35 minutos de su actuación demostraron que es posible hacer música extrema de calidad en nuestro país, y con sus ganas sofocaron el mal sabor que los asistentes empezaban a tener al darse cuenta que el sonido no mejoraba en absoluto, sino más bien empeoraba por momentos. Buena actuación en términos generales, aunque a esa hora de la tarde y con apenas 60-80 personas en un pabellón no era fácil motivarse. Y ellos sí lo hicieron.
SKUNK D.F . era la siguiente banda que tomaba parte en el festival. Bastante diferente a la onda Death que había abierto el concierto. SKUNK D.F. practican una especie de «Nu Metal» que no iba a encontrar en el Piorno el mayor número de seguidores. Incluso el sonido que trató de aliarse un poco con el grupo, mejorando levemente respecto a los grupos anteriores. Resulta curioso ver a SKUNK D.F. en escena: de un lado Germán González, su cantante, tiene una imagen muy alejada a la estética del Metal. Pero por otro lado su bajista recuerda brutalmente Nikki Sixx y la imagen con larga melena roja de Alberto son unas señas de identidad como banda que rompe todos los tópicos. En Pinos Puente no tuvieron su noche, pero como la mayoría de grupos. Acostumbrados a un público muy diferente lo hicieron lo mejor que pudieron pero también se les notó poco a gusto. El público creció hasta llegar a unas 200 personas, que desde luego no abarrotaban el inmenso pabellón, y demostrando ser una banda con tablas y consolidada se ciñeron estrictamente a treinta minutos de actuación, terminando a las cinco menos diez de la tarde un bolo que sin duda no quedará en sus anales como de los mejores.
El momento cumbre del festival llegó para muchos a las 5 de la tarde cuando KOMA hacían su aparición. Los navarros tuvieron uno de los peores sonidos que recuerdo en un concierto, pero aun así no se les vio intimidados y se lanzaron salvajemente a desgranar los temas de su discografía, especialmente los de su último disco «Sinónimo de ofender» que está funcionando excelentemente en ventas. Temas como «Mi jefe» o «Imagínatelos cagando» arrancaron los primeros pogos. Con una tralla sonora brutal Brigi se muestra como un gran animador cantando con su peculiar voz y llevando a que los asistentes disfruten enormemente. Una hora de concierto por parte de KOMA resulta algo escaso para un grupo que tiene una larga trayectoria, pero en un festival es difícil poder encajar más tiempo a un grupo. Realmente la gente disfrutó con ellos y a la postre serían los grandes triunfadores del día, al menos en cuanto al número de seguidores que les vieron.
DARK FUNERAL es uno de los representantes más importantes de ese estilo denominado Black Metal. Un tipo de música brutal, tocada a una velocidad vertiginosa, sus músicos con las caras pintadas, en una estética realmente impactante y demoníaca. DARK FUNERAL llevan en esto muchos años y eso se sintió en el escenario. El empezar a tocar a las seis y veinte de la tarde, cuando ya había caído la noche y el pequeño pero efectivo juego de luces ayudó a que la estética aun fuera más dramática. Aun así el bajón en la asistencia se notó de nuevo: menos gente que con KOMA aunque eso sí, totalmente entregados. Con ellos también hizo aparición el primer pequeño «efecto» de la noche. Un telón con la portada de su último disco, y que sin subir del todo, al menos mostraba al demonio del «Attera totus sanctus» desafiante ante los escasos fieles que se agolpaban viendo a su banda, eso sí, con completa entrega por parte de las primeras filas. Su concierto fue realmente corto, tan sólo cuarenta minutos de descarga salvaje en la que los seguidores de la banda disfrutaron si bien alguno me comentó después que no había sido tampoco una de sus mejores noches.
Durante 45 largos minutos en los que se volvió a perder todo el tiempo que se había ido recuperando a lo largo de la tarde el escenario quedó preparado para los suizos SAMAEL. Caso curioso de adaptación en cuanto a la música, era interesante ver como uno de los grupos que comenzó en el Black y posteriormente lo fue abandonando hasta haber pasado a hacer una especie de heavy gótico-industrial iban a sustituir en el escenario a las actitudes black metaleras de DARK FUNERAL. Con una imagen moderna por parte de su cantante Vorph, vestido con una larga falda de cuero, y con una voz mucho menos oscura que la habitual, los suizos demostraron tener una gran profesionalidad en el escenario. Desplegaron muchas ganas en escena aunque no acabaron de cuajar entre los asistentes tan dispares. Su concierto fue algo frío, pese a que Makro, el guitarrista, y Mas, el bajista no pararon de moverse un instante. Según fue avanzando el concierto fueron mejorando e incluso el sonido, tal vez por estar ya acostumbrados a la bola sonora que el pabellón se había convertido, parecía ser casi audible. Al final quedó una impresión correcta para mí que no les había visto en directo, pero no me llegaron a enloquecer. Los temas de su último disco, «Reign of Light» que ha supuesto un cambio imponente en el sonido de la banda fueron cayendo hasta que a las ocho y veinte de la tarde daban por finalizada una actuación bastante sosa y que defraudó más que agradar a aquellos que esperaban incluso un mayor despliegue de efectos.
De nuevo una hora eterna de espera nos llevó a la salida de una de las bandas que más gente iba a atraer al festival. AFTER FOREVER son de esos grupos que no dejan impasible a nadie. Y mucha de la culpa la tiene la bellísima Floor Jansen. Mujer preciosa donde las haya, con una imagen y una presencia en el escenario potentísima y con una voz de registros amplios, que bascula entre momentos operísticos y otros mucho más duros perfectamente. Revisaron ampliamente su discografía con especial detenimiento en su último «Remagine» y fue de los momentos grandiosos en los que uno siente que vale la pena soportar tantas horas de pie. La voz de Floor sube hasta el infinito. Desafía al mal sonido y es perfectamente seguida por sus compañeros. Ella es la protagonista y copa todas las miradas, pero la banda es su perfecto complemento. En estos días en los que la otra gran banda liderada por una chica no para de darnos noticias sobre sus problemas internos, da gusto ver a este grupo tan perfectamente conjuntado. Los holandeses por mérito propio fueron de lo mejor del festival, y de haber habido más público siguiéndoles seguramente habrían dado un mejor concierto aun. Especialmente intensa fue su despedida con una versión de «The final countdown» de EUROPE que puso el punto y final a su set list.
La espera para la salida a escena de UFO fue esta vez de una hora y 10 minutos. Es decir, más tiempo esperando que lo que hasta el momento había tocado ninguna banda. Si había mejor manera de bajar los ánimos al personal no se nos ocurría cual. Realmente nada cambiaba puesto que ni asistimos a un mejor sonido, ni a un despliegue de medios en escena. Tan sólo una espera insufrible para ver, eso sí, a los grandes deseados de la noche. Ver a Andy Parker, a Pete Way, a Paul Raymond y a Phil Moog encima de un escenario, con la compañía de un guitarrista como Vinnie Moore ya vale por sí sólo hacer 800 kilómetros y estar 15 horas de pie. Vale, de acuerdo que podría estar con ellos Michael Schenker, pero con esa banda que veíamos encima del escenario ya tenía más que de sobra. Phil Moog es un animal sobre el escenario y da igual los años que tenga o su imagen de viejo rockero canoso. Su voz sigue manteniéndose en unos niveles excelentes y como frontman demuestra que los años de carretera y conciertos le permiten lidiar con todo tipo de situaciones. Arrancaron con una versión de «Midnight train» que sonó potentísima ya a partir de ahí desgranaron temas como «Let it roll» fantástico como siempre, un «Baby Blue» delicioso, una versión de «Mr Freeze», tema que siempre me ha parecido excelente, un «Rock Bottom» que nos obligó a saltar pese al cansancio acumulado y por supuesto su tema talismán, y para mucha gente joven el único conocido, «Doctor, Doctor». Lástima que no creo que fuéramos por encima de 300 personas las que estuvimos disfrutándoles, ya que a estas alturas sí podríamos hablar de un sonido aceptable. Mejorable pero aceptable por fin. Andy Parker inconmensurable en su labor como «nuevo» batería del grupo, y Pete Way sin parar un solo segundo, demostrando ser de esa clase de bajistas que rompen con el estatismo siguiendo el ritmo, incluso tocando tirado en el suelo, en un ejercicio de profesionalidad desde el primer minuto al último.
UFO siguen sonando como en sus álbumes gloriosos, pero también se dejan escuchar nuevas tendencias, y es agradable ver como su Hard Rock lejos de haberse anquilosado en su pasado feliz sigue avanzando. Y eso lo nota el público, que ya sí, disfrutó plenamente de los grandes por antonomasia del festival.
Y con UFO podríamos decir que el concierto entraba en su parte final, al menos en cuanto a lo que bandas grandes e internacionales correspondía. Quedaban por tocar EGRAINE , WARCRY y SARATOGA , cuando en la zona del escenario me enteraba que SARATOGA no iba a tocar. Al parecer problemas entre la organización y el grupo habían llevado a que estos tomasen la decisión de no tocar. No voy a entrar en quien tiene razón, ya que supongo que ambas partes defenderán las suyas, pero me parece auténticamente impresentable que a las 2 de la madrugada no se hubiera dicho nada al público, muchos de ellos (dentro de que tampoco la asistencia que quedaba era multitudinaria) vestidos con camisetas de SARATOGA . De hecho, inicialmente creí que no era más que el típico rumor festivalero, pero por desgracia al final se confirmaba. Supongo que en próximos días asistiremos a un guerra de declaraciones, pero una vez más los más perjudicados fueron el público, que en este caso permaneció ajeno a toda la situación.
Nota de redacción.: Los motivos sobre porque SARATOGA no tocaron, los explicamos en una anterior noticia, PINCHANDO AQUÍ.
En esta tesitura pude charlar un rato con Víctor de WARCRY en los momentos previos a su show. Desde luego la diferencia frente a la semana anterior en Aqualung era abismal. Casi sin gente, público muy frío, rumores, sonido nefasto. Pero me dijo algo que a la postre iba a ser más que real. «Nosotros tenemos que hacerlo igual delante de una sala llena que delante de un fan sólo. Mejor aun si es de esa forma, con que haya uno que haya venido a vernos tenemos que darlo todo». Que un músico cabreado con la situación que se vivía dentro con la organización te diga esto ya es una garantía, y de hecho lo fue. Sin duda si alguien luchó y se dejó la piel en ese escenario fueron WARCRY . La semana pasada escribía que su concierto en Aqualung había sido grandioso, pero este bolo tuvo tal aspecto de fiereza, de dejarse la piel, de luchar para levantar a los que allí estábamos, de ACTITUD con mayúsculas que nos dejó a más de uno boquiabiertos.
Delante de poquísima gente arrancaban con «Nuevo mundo» y la voz de Víctor ocupaba con rabia todo el sonido. A partir de ahí fueron cayendo canciones en un set mucho más duro que la semana pasada. La versión de «Alejandro» sonó mucho más potente, y con «Dispuestos a combatir» ya estábamos totalmente ganados para su causa. WARCRY triunfaron a lo grande. Desde el primer acorde hasta el último la banda dio un concierto tan cálido, fuimos todos tan conscientes de que habían salido con más rabia que nunca, que al final, cuando con «Capitán Lawrence», llegando casi las tres de la madrugada, nadie quedó insatisfecho. Una vez más, y frente a monstruos consagrados, los de Asturias habían conseguido hacerlo a lo grande.
Fue el final del concierto para mí. No llegué a ver a EGRAINE y no quiero imaginar la que se montaría cuando dijeron que SARATOGA no tocaba. Eso sí, de hacerlo al final serían casi a las 5 de la mañana, y tengo mis serias dudas de que quedase mucha gente a esa hora.
En conclusión, muchas horas de rock caracterizadas por un sonido nefasto, poquísima asistencia de público y tres grandes vencedores por encima de todos, AFTER FOREVER, UFO y unos cada día más grandes WARCRY que hicieron que, a pesar de todo, valiera la pena estar allí.
Texto y Fotos: Fernando Checa
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