Este es uno de los varios artículos publicados en la prensa local de las actuaciones de MAGO DE OZ en el Teatro de la Ciudad de Monterrey. Pertenece al diario EL NORTE:
«Encantan a regios
Por Gabriel Garza
Periódico El Norte
(06 Noviembre 2005).-
Sin el ánimo de escandalizar, «loco» podría ser el mejor término para definir el show del grupo español Mägo de Oz.
Partiendo del escenario, el Teatro de la Ciudad, uno de los recintos más sobrios de Monterrey convertido en una jungla negra, por la vestimenta de los asistentes, ruido, jóvenes y hasta niños pisando las butacas y cantando, letra por letra, como envidiarían muchos gruperos o artistas de pop.
Prometieron que terminarían el show que dejaron pendiente en su última tocada en la Ciudad, y vaya que lo cumplieron ante aproximadamente mil 500 personas.
Mägo de Oz utilizó su «magia negra» para mantener al público de pie por dos horas y media, mostrar en el escenario una enorme bruja inflable y un muñeco con forma de pene y con capa de Supermán, y hasta arremeter contra la Iglesia católica, el Papa y el Gobierno.
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No hay duda, la conexión entre el público es directa y contundente. A pesar de ser un grupo que no cuenta con exposición en canales de videos o radiodifusoras, el público que cantó de pie, en su mayoría jovencitos y hasta niños, es fiel al movimiento y se sabe todas las letras del grupo.
«¡Mägo ¡Mägo! ¡Mägo! ¡Mägo!», se escuchaba antes de que llegaran al escenario, cuando el telón cubría lo que el público estaba por ver.
A las 20:51 horas retumbó el recinto teatral con una introducción instrumental del álbum Belfast y luego recetaron «Maritormes» con la poderosa voz de José, el cantante.
«Ustedes son unos dioses», grito un joven con voz temblorosa cuando el vocalista agradeció el trato de reyes que les daban en Monterrey.
Mägo de Oz cantó en total 22 canciones, entre las que estaban «Hasta que la Muerte nos Separe», «El Lago», «La Costa del Silencio», «Satania», «El Callejón del Infierno» y «La Rosa de los Vientos», entre otras.
Si la Iglesia católica está buscando un promotor de la fe, alguien en el que nunca deberá pensar es Txus, baterista y corista del grupo.
Él fue quien en los primeros temas salió a cantar con paliacate negro, camisa de red, arracada en el pezón izquierdo, falda larga con estrellas y debajo una diminuta tanga de hilo dental.
Los que estaban en la primera fila se cercioraron de que el músico usara dicha prenda, cuando el español se dio media vuelta y «saludó», levantándose la falda.
«Quiero pedir perdón en nombre de los españoles que llegaron aquí hace 500 años, a robarlos, a quitarles sus creencias, a quitarles las joyas y les han dejado la pu… y jo… Iglesia católica.
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«Ayer me preguntaban que si eramos satánicos y yo les dije que si creer es que la Iglesia católica esté más preocupada en la banca vaticana, en el oro de las iglesias, si eso es creer, sí, sí somos satánicos», dijo el baterista ante los gritos de júbilo.
«Los que son pederastas y que violan niños son los que llevan sotanas. Se preocupan porque los homosexuales se amen y se indignan cuando ellos mismos son unos auténticos violadores… ellos son los satánicos», agregó con coraje.
José salió a cantar las últimas de la noche con una camisa de la selección mexicana de futbol y bromeó con la gente diciendo que España no ha calificado al Mundial de Alemania, a diferencia del equipo tricolor.
«Esta (canción) y ya, mi’jito, ya es tarde», le decía un papá a un joven de unos 16 años, cerca a una de las salidas casi a las 23:30 horas.
A las 23:35 terminó el show Mägo de Oz, luego de cantar «Fiesta Pagana» y «Molinos de Viento».
Fotos: Rafa Basa
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