Tan sólo un año después y tras la reunión, gira y demás de Accept, aquí tenemos ya el nuevo disco en solitario del señor Udo Dirkschneider en solitario. Antes del verano se editó un EP con cuatro temas como anticipo de la edición del álbum completo que ahora tenemos entre manos. Ya entonces pudimos certificar una vez más que la carrera de UDO hace muchos años que sigue por unos derroteros tanto estilísticos como de calidad, muy claros: heavy metal clásico del mejor nivel.
Cómo el propio título indica, este es el décimo disco en solitario ya de UDO y es maravilloso comprobar como el pequeño cascarrabias sigue editando discos sin prisa pero sin pausa y sobre todo manteniendo el nivel muy alto en todos los discos, sin intentar experimentos raros, modernizar su sonido o vendernos humo a través de etiquetas tipo «cantante de Accept» sin ofrecer nada más a cambio. Es evidente que esto es algo que le acompañará siempre y, por supuesto, el sello de la maravillosa banda alemana siempre está presente en sus trabajos en solitario pero sin que estos pierdan un ápice de la «personalidad, sonido y estigma UDO «. Hablando de Accept, quizás era posible pensar que la reunión de los alemanes podría dar lugar a dejar de nuevo aparcada temporalmente la carrera de UDO pero con la edición de este disco nos demuestra que, después de tantos años, lo principal para Udo es su carrera en solitario y que la reunión de Accept ha sido sólo un regalo para los fans y para ellos mismos pero que, en principio, no tendrá continuidad (lo respeto y además han sido muy coherentes desde el principio con el tema de la reunión sólo para una gira pero después de verlos en Metal Wäy a todos se nos queda esa puerta abierta, ¿verdad?).
Bueno, conjeturas y deseos aparte, volvamos al disco en sí. Una vez más, nos encontramos con un disco típico en UDO: de estilo muy ochentero, con un sonido muy potente y afilado (aunque inevitablemente más actualizado que sus primeros discos, esto es lógico), guitarras heavies y la voz inconfundible de UDO en primer plano, potente base rítmica (la incorporación del nuevo batería Francesco Jovino en sustitución de Lorenzo Milani no ha supuesto grandes cambios a este respecto) y unos cuantos temas cañeros muy buenos, alguno más «tranqui» pero también interesante, y un par más sosillos y casi de relleno (esto también es típico en los últimos discos de UDO , jeje).
Hay veces que nos quejamos de que ciertas bandas se repiten y acaban aburriendo por no aportar cosas nuevas y frescas… pero luego hay otras con las que nos ocurre todo lo contrario, que no queremos que cambien ya que han encontrado la fórmula x y, cuando algo funciona, mejor no tocarlo (al menos yo soy de esa opinión). Con UDO ocurre esto al 100% y es que un placer escuchar sus últimos discos y seguir reconociendo al mismo cantante y estilo de una banda que nos maravilló desde aquel ya lejano «Animal house» en el 87 (y si nos podemos nostálgicos nos ponemos a reconocer a Accept y nos quedamos tan anchos porque tampoco nos estaríamos equivocando, ¿o no?) y que continúa ofreciéndonos grandes trabajos desde entonces hasta llegar a este «Misión X» en el que la sensación satisfactoria es exactamente la misma.
En cuanto a los temas que componen el nuevo disco de los alemanes ya en concreto, podemos hablar de los que tienen más regustillo a Accept como pueden ser «24/7» (cañera, potente y muy pegadiza), «Breking down the borders» (geniales guitarras melódicas y mucho feeling en este tema) o el propio «Mission X» (muy directa, con guitarras en primer plano y estribillo «pegón»). También hay otros temas 100% UDO al estilo de sus últimos discos como son «Way of life», «Shell shock fever» (cañonazos al estilo «Thunderball» por citar un tema concreto), «Mean streets» (primer single acompañado de un impactante video clip aunque para mi gusto no es de los mejores temas del disco) y «Mad for crazy» (un temazo cañero que me recuerda a canciones más antiguas como «Metal eater» o «Break the rules» de los primeros trabajos de UDO ) y temas algo más suaves como «Eye of the eagle» (un medio tiempo bastante interesante), o «Stone hard» que también tienen su punto pese a ser más rítmicas, lentas y menos directas.
Sobre la banda que acompaña a UDO poco tenemos que decir ya que, aparte del cambio mencionado de batería, son los mismos músicos que acompañan al pequeñín de manera tan eficiente desde hace muchos años: Stefan Kauffman sigue siendo el segundo de a bordo (además de productor) y posiblemente el que más aporta al sonido contundente de la banda desde la fuerza de su rítmica, Igor Gianola el guitarra solista (buen guitarrista pero que, después de ver a Accept en verano, sigo pensando que entre él y Wolf Hoffman hay un abismo y esto es, precisamente, la principal diferencia entre Accept y UDO ), el simpático y potente bajista Filthy Wienhold, y Francesco Jovino, el benjamín del grupo y nuevo batería (potente y técnico a la vez pero sin el feeling y fuerza que vimos en Stefan Schwarzmann en verano… lo siento, también sale perdiendo después de ver a Accept en Gernika, jeje).
En definitiva, esta nueva misión del general UDO ha sido resuelta con gran éxito pese a que es inevitable seguir comparando todos sus trabajos con la carrera de Accept y pensar que falta ese puntito de magia para subir de una vez a los altares del metal. Puestos a «protestar», también sigo pensando que en los últimos discos de UDO falta quizás ese toque melódico de sus primeros discos (sobre todo de «Animal house» o «Faceless world» que le daban ese toque especial precisamente al estilo de Accept). De todos modos, no es justo comparar la carrera de UDO con la de Accept ya que el señor Dirkscheneider lleva demostrando desde siempre la pasión que siente por nuestra música, que la edad y físico nunca ha sido importante para estar al más alto nivel y que cuando las cosas se hacen desde uno de los más importantes corazones de metal que existen en nuestro mundillo, tiene que funcionar. El caso es que, para bien o para mal, UDO no levanta el pie del acelerador, no varía, y sus discos no decepcionan nunca. Si os gustaron «No limits», «Holy», «Man and machine» y «Thunderball» respectivamente, por supuesto que os gustará el nuevo disco. ¡No cambies nunca, viejo cascarrabias!
David Esquitino – david_esquitino@rafabasa.com
www.rafabasa.com y «Corsarios del metal»
(Domingo de 22:00 a 24:00 en Radio Enlace, 107.5 fm y www.radioenlace.org)
Track list de » Mission nº X»
- Mission No. X
- 24/7
- Mean Streets
- Primecrime On Primetime
- Eye Of The Eagle
- Shell Shock Fever
- Stone Hard
- Breaking Down The Border
- Cry Soldier Cry
- Way Of Life
- Mad For Crazy