Death old school, Death de Tampa…llamarlo como queráis pero eso y solo eso es lo que encontraréis aquellos que os atreváis a poner a prueba vuestros pabellones auditivos con este el tercer trabajo de los estadounidenses HATE ETERNAL, que para quienes no estén muy en la onda diré que están formados por Eric Rutan a la guitarra y voces (Ex MORBID ANGEL, ex RIPPING CORPSE), Doug Cerrito también a la guitarra (ex SUFFOCATION), Tim Yeung a la batería y Jared Anderson al bajo, aunque este último ha tenido que dejar temporalmente la banda por sus problemas con las drogas, algo demasiado habitual por desgracia…
Sin rodeos y sin piedad alguna comienzan el redondo con «Two Demons», tema que no conoce lo que es la palabra descanso o relax, pues desde un inicio arremete con furia sanguinaria derrochando blast beats por doquier, dobles bombos de vértigo, riffs de guitarra asesinos y por encima de toda esta tormenta sónica la brutal voz de Eric, gutural a más no poder, estomacal por momentos y más rasgada en otros. Ojo al solo de guitarra bien pasado el ecuador del tema, de cátedra. «Behold Judas» sigue exactamente el mismo patrón, esquema casi idéntico a su predecesor, mientras que «The Victorious Reign» comienza más a la europea, riffs, pesados y doble bombo apisonador carente de blast beast, aunque enseguida cambia la cosa al deleitarnos Eric con uno de sus dulces alaridos, volviendo al redil más clásico del death.
«To Know Our Enemies» es un tema un tanto más melódico para lo que estos tíos saben hacer, pero lejos de ablandarse (no faltan partes con blast beats marca de la casa) han decidido que a este tema (como a alguno más como ya veréis) había que añadirle algo que hiciera que sonara más maligno y macabro, y no se les ocurrió nada mejor que añadir a los instrumentos típicos del metal un Didgeridoo, que no es otra cosa que una especie de trompeta recta que los aborígenes australianos utilizaban para comunicarse entre ellos aparte de para otros menesteres, y el resultado es realmente curioso. «I, Monarch» aparte de ser el corte que da nombre al disco y una nueva demostración de saber hacer death metalero, tiene también sus entresijos, pues como parece que se aburrían han incluido una parte de «la canción de la muerte» del mantra Zero Kama tibetano, que a modo de curiosidad diré que esta ejecutada con flautas, tambores, trompetas, xilófonos…hechos de huesos humanos, casi nada…un austriaco llamando Michael «Zos» Dewitt decidió investigar sobre el tema en la década de los 80, si os interesa saber más entrar en www.zosdewitt.com.
«Path To The Eternal Gods» es un tema corto de poco más de 3 minutos pero intenso como pocos, donde los bombos de la batería vuelan y el solo de guitarra mediada la canción es una delicia para los oídos más avezados. «The Plague Of Humanity» es un corte un tanto más melódico en algunas partes con predominio para las guitarras, si es que se pudiera decir algo así de estos 3 animales, volviendo al más puro estilo ‘Old school’ con «It Is Our Will», corte veloz aunque con pasajes más relajados en la segunda mitad del mismo.
Con «Sons Of Darkness» aparte de deleitarnos con una nueva descarga de brutalidad nos vuelven a sorprender con otra de sus excentricidades puesto que en esta ocasión han incluido algo de la antigua instrumentación de tabla, algo que no conozco muy bien pero que parece ser algún antiguo estilo de música persa. Y para terminar «Faceless Ones»,un corte instrumental cuyo comienzo levantará suspicacias con esos redobles y riffs enfermizos que se convierten en otros de marcado corte arábigo en algunos momentos, acompañados ahora por dobles bombos ahora por nuevos redobles… cuando menos peculiar, que más podría decirse.
En pocas palabras, altamente recomendable para fans del death metal de más rancio abolengo.
Ángel Ruiz
Track List:
- Two Demons
- Behold Judas
- The Victorious Reign
- To Know Our Enemies
- I, Monarch
- Path To The Eternal Gods
- The Plague Of Humanity
- It Is Our Will
- Sons Of Darkness
- Faceless One