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FESTIMAD – NIGHTWISH – SLAYER…

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Viernes 27 de Mayo de 2005 – Parque de la Cantueña – Fuenlabrada – Madrid
Primer Día de Festival

Mucho se había comentado, acerca del «endurecimiento» de la presente edición del FESTIMAD , el festival de música independiente más popular en la Comunidad de Madrid. Aunque sobre el término «independiente» habría mucho que divagar, sin duda. Hay géneros y estilos musicales hoy en día, sobre todo en el mundo del metal, que son mil veces más independientes que lo que pueden representar hoy día bandas como MARILYN MANSON , con una gran multinacional insuflando un enorme apoyo mediático. Pero bueno, este debate lo dejaremos para otro momento.

Lo cierto es que este año FESTIMAD ha apostado claramente por el rock más fuerte, de muy variada tendencia, eso si, pero rock duro, hard rock o metal. Como prefiráis llamarlo. Y lo mejor de todo es que nunca con anterioridad habían existido en un cartel de FESTIMAD , dos bandas con una etiqueta tan claramente heavy como los que este año tuvimos oportunidad de disfrutar: NIGHTWISH y SLAYER . Si, ya sé que ha habido ediciones donde incluso hemos llegado a ver a MOTÖRHEAD, padres comunes junto a muchos otros, de este meollo. Pero la apuesta por dos bandas de este calibre, pegaditos al cabeza de cartel esta noche, MARILYN MANSON , hacía suponer un claro cambio en la tendencia de los últimos años, donde nuestro estilo había sido ninguneado, a favor de otras tendencias tan respetables como la nuestra, como el hip hop, el techno o el brit pop.

Por otra parte, existía la incertidumbre originada por el cambio de ubicación del festival, y el consiguiente traslado desde el parque del Soto, en Móstoles, hasta el supuesto Parque de la Cantueña en Fuenlabrada. Y digo supuesto, porque esta última localización debe de estar en vías de convertirse en un parque, aunque posiblemente aun no lo sea, a juzgar por la tremenda polvareda que hemos tenido que aguantar este fin de semana, amén de otras inclemencias de las que tal vez ya os hayáis enterado por otros medios de comunicación.

Siendo enormemente benévolos con la organización, diré que representaba un enorme handicap el cambio de ubicación. Y que realmente hasta enero la cosa estaba cogida con alfileres, porque obviamente encontrar un recinto adecuado para organizar un festival de esta magnitud no es cualquier cosa. Recordad que la opción del Soto, en Móstoles se desterró con la entrada del Partido Popular en el Ayuntamiento de dicha localidad. Es por eso, que reunir un elenco de grupos de primer nivel, y sobre todo, habilitar una vasta superficie como la que este año albergaba FESTIMAD en el término municipal de Fuenlabrada, en no más de seis meses es tarea ardua y encomiable, bajo mi punto de vista.

Sin embargo si hay que ser severos con esta misma organización del festival, he de decir que me encontrado (yo y los miles de asistentes) con tremendas carencias a todos los niveles. Podemos incluso hacer un esfuerzo y pasar por alto la polvareda que hemos padecido por culpa del escaso margen de tiempo para habilitar debidamente el recinto, y también, aunque esto obviamente no es culpa de nadie, debido a la tenaz sequía que los habitantes de la península ibérica venimos sufriendo desde hace meses. Lo que puedo pasar menos por alto es el nulo servicio de limpieza, en un festival de dos días. El segundo de ellos la basura, los plásticos y la porquería reinaban a sus anchas. No hace mucho tiempo por comparar, en un festival recientemente celebrado en Villarrobledo, hemos tenido la oportunidad de ver como operarios del servicio de limpiezas de dicha localidad ejercían una labor más que necesaria, en un lugar donde se asientan varias decenas de miles de personas. Lo mismo se puede decir de los cuartos de baño. Escasísimos. Zonas de sombra. Idem. En fin, me imagino que el zarandeo informativo que la organización del festival ha sufrido en los últimos días ha sido la consecuencia del descontento general de quienes han estado allí este fin de semana.

Otro aspecto muy negativo que dice muy poco en beneficio de este festival es la lentitud de reflejos a la hora de dar una explicación clara y concisa al público sobre los problemas acaecidos en uno de los escenarios el segundo día. Si a estas horas aun no os habéis enterado, os diré que a eso de las ocho y pico de la tarde, mientras FU MANCHU tocaban en el denominado escenario Heineken, hubo un fuerte golpe de viento. Algo que puede ocurrir y de lo que ningún festival está a salvo. Tan fuerte sopló el viento, que la estructura de dicho escenario se desestabilizó, hasta el punto de que había peligro de hundimiento.

Lo que vino a continuación fue un rosario de imprecisiones a cargo de la organización, que debió estar más ágil en ese sentido: No se puede dejar abandonadas a miles de personas que han pagado un dinero por ver un espectáculo. Abandonadas en el sentido de que las explicaciones desde el escenario llegaron tarde y mal. Por otra parte, y ya que algunos medios como Radio 3 retransmitieron y dieron cobertura al festival, hubiese sido bueno que alguien hubiese dado la cara y hubiese amenizado de alguna manera las más de cuatro horas y pico de parón desde que FU MANCHU dejó de tocar en medio de su actuación, hasta que finalmente y ya bien entrada la madrugada, Incubus salió a escena. Y menos mal que finalmente lo hicieron, porque los ánimos para esa hora andaban ya más que encrespados, con una multitud encolerizada, tirando piedras, botellas o cualquier objeto contundente que tuviesen a mano. Hubo incluso alguna situación de pánico, con la gente que había instalada en una grada móvil, huyendo despavorida, después de ser agredida por los mismos vándalos que comenzaron a tirar piedras momentos antes.

En fin, ha sido un final de fiesta, bastante triste, y la única conclusión que se me ocurre es la de que ha habido un exceso de precipitación en albergar este año el festival en estos terrenos. Probablemente con el tiempo, cuando este lugar se acondicione, sea un lugar idóneo para celebrar FESTIMAD o lo que venga, pero en las actuales condiciones, ha sido poco menos que una temeridad celebrar la presente edición, aunque por fortuna, finalmente la sangre no llegó al río y no hubo que lamentar una desgracia mayor. Lo que si pedimos es un poquito más de profesionalidad a la hora de organizar este tipo de festivales, que aquí en España se han convertido en un gran reclamo en los últimos años, pero que en algunos casos concretos no alcanza el mínimo de profesionalidad exigible.

¿Y de los grupos qué? Bueno, pues lo cierto es que hubo de todo, como en botica. El primer día hubo cosas realmente interesantes como la banda noruega Turbonegro, que con siete álbumes a sus espaldas es toda una referencia en el metal alternativo escandinavo. Basados en una imagen retro punk con algún guiño al glam, hicieron las delicias del público, con un show intenso e irreverente, justo antes de que empezara uno de los mayores reclamos de la noche, y una de las bandas por las cuales habíamos venido a este festival: los finlandeses NIGHTWISH .

A las diez de la noche hicieron aparición sobre el escenario Heineken tras un telón que representaba la portada de su exitoso «Once». Primero Jukka, sentándose a la batería y después el resto de la banda, es decir Emppu, Tuomas, Marco, y finalmente Tarja, vestida totalmente de negro.

«Dark Chest of Wonders» fue el tema elegido para abrir un show que dejó luces y algunas sombras. Y digo esto porque curiosamente ya es la segunda vez que veo a los finlandeses en un festival al aire libre, (la primera fue en el Metalmania de Villarrobledo) y en ambas ocasiones he salido algo decepcionado, aunque vaya por delante que en su última actuación en Madrid en la Cubierta, me parecieron una banda sobresaliente. Y quien me conozca, sabe que NIGHTWISH son una de mis bandas favoritas. Tal vez el problema sea que no se adaptan bien a los festivales, que también puede ser.

Su nuevo single, «The Siren» fue el segundo tema de su actuación, que por cierto congregó una gran masa de público, a pesar de que la organización (en uno de sus múltiples errores) los hizo coincidir en horario con una de las bandas de metal que más interés había en ver: Los americanos MASTODON . Mientras que NIGHTWISH ocupaba uno de los escenarios «grandes», los americanos tocaban a la misma hora en el escenario de la carpa. Hubo mucha gente que tuvo que elegir entre ver a uno u otro, cuando lo más lógico hubiese sido haber hecho coincidir a NIGHTWISH con una banda menos metalera. Pero en fin, visto lo que ha caído este fin de semana, no ha sido el peor de los despropósitos.

Y hablando de despropósitos…Pésimo sonido en general para todas las bandas, y NIGHTWISH no fue una excepción. Escasez de watios generalizada y una sensación de que las ondas sonoras se iban y venían constantemente.

En esas fueron cayendo algunos clásicos como «Kingslayer» o la pausada «Walking in the Air», aunque uno de los mejores momentos de la actuación vino de la mano de «Planet Hell», con Tuomas jugando un papel estelar en los teclados. ¿Y Tarja? Bien, gracias. En su papel. Más simpática que de costumbre, aunque no demasiado bien de voz bajo mi juicio. Incluso en «Ever Dream» daba la sensación de que se oía más a Marco haciendo la segunda voz que a ella. Lamentándolo enormemente (repito que es una banda que me parece de lo mejorcito) no fue esta una gran actuación de los finlandeses.

A pesar de ello, el final de su corta actuación (una hora más o menos) fue una fiesta, con los singles «Nemo» y sobre todo «Wish I Had An Angel», y el numeroso publico entregado totalmente a esta genial banda, pese a todo. Un día regular lo tiene cualquiera. Lo malo es que yo ya me he comido dos.

Aun así sigo dándoles un voto de confianza. No en vano llevan más de un año entero de gira. Por algo será…

Y esas estábamos, recuperando líquidos en la barra del bar a causa del sofocante calor cuando empezamos a escuchar esos pequeños golpes de guitarra o de bajo o de batería. La prueba final de sonido. Los roadies asegurándose de que todo esta perfecto para salir a escena. Y es ahí cuando uno percibe en ocasiones que se avecina un ciclón de incalculables proporciones. No en vano SLAYER fueron recibidos como si se tratase del cabeza de cartel. Al menos para una gran mayoría de público que allí había, lo eran.

Y lo cierto es que a Tom Araya, Kerry King, Jeff Hanneman y Dave Lombardo no les hace falta demasiada parafernalia para ganarse al personal. La tremenda actitud que este grupo desprende es como un maravilloso generador de energía que se transmite a todo el que asiste a sus conciertos. Lástima del pobrísimo sonido, porque SLAYER hicieron una actuación para enmarcar. Y no les hizo falta nada que no hayan venido haciendo en los últimos veinte años.

Viéndolos en el escenario y sobre todo al escuchar temas de su primerísima época, me vinieron a la memoria los inicios del thrash y del speed metal allá en los 80, y pensé en Metallica, una de las bandas precursoras de ese mismo movimiento, aunque hoy en día la comparación entre ambas bandas resultaría casi grotesca. En realidad SLAYER se podrían «comer» a cualquier «contrincante» en el escenario. Son una apisonadora. La endiablada forma de tocar de Hanneman y King va camino de convertirse en una de las mayores leyendas de la relativamente corta historia del metal.

Mientras tanto, un Tom Araya simpático y chapurreando castellano iba presentando temas míticos como «Mandatory Suicide» o «Fight Till Death». Y de Lombardo, que vamos a contar. Lo de este hombre es increíble. Una auténtica locomotora en los tambores. Cada vez parece en mejor forma. Increíble, de veras.

Y como no podía ser de otra manera, un show apoteósico solo merece un final apoteósico. La pareja de ases formada por dos clásicos como «South of Heaven» y «Angel of Death» pusieron el broche de oro a otra actuación sobresaliente de SLAYER , y van unas cuantas.

Algún día nos acordaremos de este cuarteto para ponerles como ejemplo de profesionalidad y saber hacer en un escenario. Sin más armas que sus instrumentos. Casi estáticos, pero sublimes. Una ecuación que parece difícil, pero que ellos saben cuadrar a la perfección.

Tan alucinados quedamos después de la actuación de SLAYER que no habíamos reparado en que aún quedaba el supuesto plato fuerte de la noche: el odiado, el amado, el temido, el vilipendiado, el idolatrado, el denostado, el venerado. El Reverendo. Mr. MARILYN MANSON y su banda. Y con él, todo el rosario de sentimientos que despierta, de una u otra índole. Indiferente no deja a casi nadie.

También es verdad que especialmente de tres o cuatro años a esta parte, el extraordinario despliegue mediático que envuelve a MANSON , ha terminado por crear peligrosos síntomas de saturación, incluso entre los que siempre hemos admirado a este camaleón del metal más ambiguo. Sobre todo, porque el personaje que ha creado ha engullido parte del músico. Es publico y notorio, que el Reverendo es más conocido por su provocativa pose, que realmente por la música que hace. Es, en definitiva un fenómeno de masas, aunque no seré yo quien contribuya a alimentar todo ese tipo de cuestiones, que son más propias del odioso papel cuché.

MARILYN MANSON es ante todo una banda de hard rock poderoso , y también dicho sea de paso, uno de los mayores espectáculos que hoy en día uno puede presenciar. Y todo, porque MANSON sabe acompañarse de buenos músicos como el guitarrista John 5 o el ex Shotgun Messiah (¿alguien se acuerda de aquella genial banda?) Tim Skold, al bajo.

El set de Manson se apoyó en algunos de los mayores himnos de la banda: «Disposable Teens», «The Dope Show» o «Beautiful People», y los intercaló con alguna de las versiones a las que tan sabio provecho ha sacado, como «Sweet Dreams» o «Tainted Love».

Y como si de un espectáculo puramente circense, y creando efectos visuales no demasiado costosos, pero terriblemente espectaculares (el péndulo o los zancos) MANSON se metió al publico en el bolsillo con relativa facilidad, aunque el sonido una vez más dejó que desear. Suponemos que cuando el río suena… es que es cosa de la organización…

En definitiva un primer día de FESTIMAD cargadito de emociones, de buenas bandas… y sobre todo de polvo…

Del segundo día siento no poderos comentar gran cosa. Tuve la oportunidad de ver algunas bandas como Five Horse Johnson, un cuarteto que practica el rock sureño con gran acierto, o a INCUBUS , una banda que comenzó haciendo Nu metal y sus últimos discos apuntan cada vez más al pop y al hip hop.

Lamentablemente el enorme retraso y las múltiples incidencias acaecidas en la noche de este día hicieron que uno de los mayores reclamos del festival, System of a Down, se convirtiese casi, en un ejercicio de noctambulismo (empezaron a las cuatro y pico de la madrugada).

En fin, esperemos que el año que viene, si FESTIMAD se sigue celebrando solamente tengamos que hablar de él como un ejemplo de festival bien hecho y que sea otro tipo de polvo el que nos invada…

Jesús Solera

Set List Nightwish:

  • Dark Chest of Wonders
  • The Siren
  • Ever Dream
  • Kingslayer
  • Walking In The Air
  • Planet Hell
  • Wishmaster
  • Slayin´The Dreamer
  • Nemo
  • Wish I Had An Angel

Set List Slayer:

  • God Hates Us All
  • War Ensemble
  • At Dawn They Sleep
  • Stain Of Mind
  • Mandatory Suicide
  • Fight Till Death
  • Chemical Warfare
  • Hell Awaits
  • Dead Skin Mask
  • Raining Blood
  • South Of Heaven
  • Angel Of Dea


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