PARADISE LOST siempre ha sido una banda de contrastes. Ningún disco de estos británicos se ha parecido al siguiente, evolucionando de forma radical de trabajo a trabajo, dejando a sus seguidores, entre los cuales me incluyo, totalmente descolocados. El retorno al redil que supuso «Symbol Of Life», se ve afianzado por este nuevo trabajo. Tras el título del álbum, «Paradise Lost», muchos creyeron ver un retorno a su antiguo sonido, pero… que sonido?? Supongo que nadie esperaría un doom denso y espeso como en «Lost Paradise», su primer trabajo. Pero si que muchos esperarían un retorno a sus dos trabajos de referencia, los que les abrieron los oídos de un público mayoritario, como fueron «Icon», y sobretodo el espatarrante «Draconian Times». Pues como siempre, PARADISE LOST vuelve a desmarcarse de todo.
Este nuevo trabajo si que tiene reminiscencias de alguna obra anterior, y no supone una ruptura radical con lo que fue «Symbol Of Life». En esta ocasión, los temas son más suaves, y más melódicos, puede ser un punto negativo para algunos, pero se ve compensado con una mayor dosis de intensidad y emoción, y una afinación en las guitarras de Greg Mackintosh muy cercana, sobretodo en los solos, a las de «Draconian Times». Nick Holmes sigue cantando con ese registro melancólico, dejando escapar su furia en contadas ocasiones; como últimamente, me recuerda su voz a un león enjaulado.
Todo el trabajo está lleno de simbolismo, desde la portada, a las fotos interiores. Las letras de los temas siguen teniendo un cariz pesimista y abstracto. Las instrumentaciones han cobrado una mayor relevancia. La primera piedra de choque es con «Don’t Belong», como viene siendo costumbre, su primer tema no es un trallazo, es un medio tiempo melancólico. Empieza con instrumentaciones, piano y la voz de Nick, entrando de sopetón el resto de instrumentos. El sonido es fantástico, y la batería vuelve a sonar real. Olvidaros de los tiempos de «Host» y «Believe In Nothing», las melodías vocales, siguen una trayectoria que evoluciona disco a disco, pero las partes instrumentales, por ejemplo en esta ocasión, son totalmente influenciadas por «Draconian….», el señor Greg se ha soltado la melena nuevamente, y vuelve a deleitarnos y emocionarnos, estamos de enhorabuena.
«Close Your Eyes» tiene un sonido «Icon» al principio, aunque el global del tema podría haber entrado perfectamente en «Symbol Of Life». «Grey», es el resultado de toda su evolución. Un medio tiempo guitarrero, con estrofa melancólica, y estribillo pegadizo, tal vez con reminiscencias del «One Second» pero sin utilizar esta vez sonidos electrónicos. El solo, nuevamente, fantástico.
«Redshift», deprimente y potente a la vez, pocos pueden conseguir esto. El single «Forever After», es sin duda el que mejor entra a la primera, Nick muestra un poco de su agresividad, y el bajo de Edmonson echa humo. La batería, a pesar de ser tocado por un nuevo miembro, un tal Jeff Singer, tiene el sonido, y posee los cambios característicos de discos como «Icon». Fantástico estribillo.
«Sun Fading», nada más empezar, con un tambor y piano, nos damos cuenta de que se nos viene encima una dosis de deprimencia. Es fantástico el ambiente que han conseguido a lo largo del disco, no hay que quedarse solo en la música y su sonoridad. «Laws Of Cause» es un poco más cansina, la estructura es similar en los temas, estrofa a medio tiempo, en esta ocasión con guitarras acústicas, para pasar a un estribillo potente que va subiendo poco a poco. En esta ocasión no han estado tan acertados en las melodías.
«All You Leave Behind», muestra la parte más potente de los actuales PARADISE LOST, sobretodo dada de la mano del sonido de la batería. Buen solo otra vez, que pesado soy, de Greg, volviendo a quitarle el polvo a su viejo pedal wah wah. El ilustrativo título de «Accept The Pain», nos adentra en un corte que sigue unos parámetros que a estas alturas pueden resultar ya muy previsibles, por su estructura sobretodo.
«Shine» es un corte acústico, que se electriza en el estribillo, va entrando poca a poco, su sonido te va envolviendo hasta dejarte atrapado, oh que bonito. «Spirit», es de los más potentes, un fantástico piano recorre el tema, mientras el ritmo constante de la batería nos pone en tensión. El interludio instrumental no hace más que engrandecer uno de los mejores cortes del álbum. Para cerrar, «Over The Madness», la más doom, detrás de este tema hay mucho dolor. Los británicos han demostrado ser una banda muy sensitiva, si anteriores trabajos te podían ofrecer miedo, misterio, rabia…. este, de todas todas ofrece dolor por doquier. «Over The Mandes» es eso, dolor concentrado, en sus guitarras, en su batería, en sus instrumentaciones, en el solo, en la voz…. el alivio que produce el fin de este corte, solo es superado por el placer de escucharlo.
Es un gran trabajo, PARADISE LOST, a pesar de los cambios constantes en su sonido, desde «Icon» tienen una ambientación similar y reconocible. Me gusta su sonido, la ambientación, la producción, y la fuerza de las guitarras y la batería. No me gusta algunos cortes del final, ya que son demasiado previsibles. Las guitarras nos retornan a su sonido añejo, a pesar que la voz de Nick sigue moviéndose en registros más modernillos. Es una buena combinación, que han sabido acoplar a la perfección. Ojo a la edición especial, que viene con el video del single «Forever After» (un video muy bueno y como era de suponer, lleno de simbología), y dos temas extras, que son unas remezclas llamadas String Dub Mix de «Don’t Belong» y «Over The Mandes», no temáis, no suenan chundachundaandanendameunapastillaquetemeto, son con instrumentaciones grandilocuentes y envolventes. El paraíso aún no está perdido del todo.
Àlex Sánchez Cerro (Era del Metal)
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