La actividad de DREAMAKER no ha cesado un momento desde la salida de Elisa, Albert y Jorge de Dark Moor. Pocos meses después de aquello, y tras elegir tan fugaz como acertadamente a el resto de los miembros del grupo (a excepción del teclista Nino Ruiz que se incorporó para la gira de presentación) sacaron un «Human Device» de debut que ya nos hacía entrever los cambios musicales por los que ya no encajaban en su banda de toda la vida, si bien aún había reminiscencias de aquella, mas que nada porque aproximadamente el 50% de la composición de aquel disco estaba destinada para Dark Moor.
Con «Enclosed» se abre una nueva etapa en este grupo y ya si nos dejan claro cuál es el camino sonoro que han elegido, pudiéndose considerar casi como el verdadero primer disco de DREAMAKER, un disco, todo sea dicho, muy difícil de encasillar ya que son múltiples las influencias y las tendencias que en él podemos escuchar. Y es que si bien la tralla más bestia es la base de sus composiciones, encontramos influencias desde el progresivo, hardcore, death melódico (y no tan melódico) nü metal, medios tiempos, todo ello aderezado por una Elisa C. Martín que ha rubricado su mejor interpretación desde que se dedica a esto de la música.
Su registro ahora es más variado que nunca. No se limita a los tonos altos a los que anteriormente nos tenía acostumbrados. Sus matices vocales van desde los ya reseñados tonos altos, hasta otros más oscuros, incluso guturales, a otros muy dulces y sentidos. Siempre dije que un cantante no es mejor o peor por cantar más alto o más bajo, sino por su versativilidad. Si compartís esta idea conmigo, os encantará el trabajo de esta mujer.
Otra de las sorpresas son los teclados. Si bien en su debut, eran más enlatados, ahora nos encontramos con la sorpresa de descubrir a uno de los mejores teclistas del país. Los pasajes introducidos por las manos del señor Ruiz son múltiples tanto en interpretación como en sonidos, ya que nos podemos encontrar partes muy orquestales, otras más propias de la música electrónica y no falta algún ocasional solo de teclado en el que este excepcional músico se luce demostrando lo que es capaz de hacer.
Entrando en harina sobre lo que es el disco en si, el primer tema que nos encontramos «I Live my Own Life» es una especie de nexo de unión entre aquel «Human Device» y este «Enclosed» ya que conserva alguno de los elementos melódicos de aquel unidos a la contundencia de éste. Acto seguido tenemos un «Reverse Universe» que ya nos deja claro que estamos ante los nuevos DREAMAKER. Es uno de los mejores temas del disco en el que el teclado tiene una gran presencia. Los riffs de guitarra son pesados y cortantes. La voz de Elisa está en su mayor parte pasada por efectos para darle mayor agresividad y las bases de batería y guitarra contundentes a más no poder. Otra que hará las delicias de la música más agresiva será «W.W.666» con una letra que nos habla de los que se benefician económicamente de las guerras (ya sabemos quiénes son). Decir que tanto en este tema como en otros más tenemos como invitado a Kantz de Coilbox haciendo dueto de voces con Elisa aportando una voz de lo más bestia. En esta misma onda tenemos «Inocent Blood» con partes muy rápidas. La letra habla de un asesino psicópata de niños. «Encolosed», el tema que bautiza el disco, está a caballo entre el thrash y el hardcore más bestia, con Kantz repitiendo con una voz casi enfermiza la frase «Enclosed…….Encloseeeddd». Si la anterior decíamos que era más thrash/hardcore, «Perfect Soul» es death melódico 100% recordándome a bandas del tipo Arch Enemy o Hipocrisy.
Como bien decíamos al principio, es un disco variado, por lo que no faltan momentos más sosegados. Tal es el caso del melódico «Take me Higher» o la melancólica «Face to Face» en la que el guitarrista Albert Maroto comparte labor vocal con Elisa. Ésta es una canción escrita en compás tres por cuatro con una melodía de estribillo «marca de la casa» como sólo Elisa puede hacer, ya que es una vocalista que hace fácil lo difícil, buscando melodías enrevesadas que misteriosamente hace que entren a la primera. Pese a que el peso de la canción está basado en guitarras eléctricas, tenemos una guitarra acústica por debajo dándole mayor empaque al resultado final y el teclado haciendo virguerías como siempre, amen de las melodías de bajo de Carlos Peña.
«Living in Fear» es un tema más corto, que entra de primeras ya con las guitarras rítmicas de Matias y Albert y la voz en primer plano y con otra de las mejores melodías registradas en el disco, muy pegadiza y acertada en su composición. «Over the Edge» me recuerda al estilo musical de aquel lejano debut de John Bush con Anthrax llamado «Sound of White Noise» donde podemos ver el gran trabajo y experiencia del batería Jorge Sáez.
Para su debut DREAMAKER se desplazaron a Finlandia consiguiendo una buena producción, si bien no todo lo brillante que se pudiera desear. Con «Enclosed» han demostrado que aquí en la piel de toro también tenemos buenos profesionales del sonido, y no hablamos de otro sino del productor español que últimamente está en boca de todos: Big Simon. Este «gran» productor está demostrando en cada disco suyo que sale a la calle el porqué la gran mayoría de los grupos grandes de heavy metal nacional requieren de sus manos tras la mesa de sonido. Para la mezcla sin embargo, si que mandaron el producto final fuera de España. Más concretamente a Tampa, Florida donde el conocidísimo Tom Morris ha puesto la guinda final a un grandísimo trabajo en equipo.
Como resumen, deciros que este es un gran disco, labor de toda una banda que trabaja con gran rapidez sin restar nada de nivel a todo lo que hacen. Ya han estado tocando en gran parte de España, así como tener el privilegio de ser la primera banda de metal que ha tocado en Japón, con grandes resultados. Este segundo disco va a ser editado en países como Corea, Taiwan, Rusia, Argentina, Portugal, etc. y desde luego que les auguramos un futuro inmediato lleno de merecidos éxitos.
J. José Jiménez García