Sábado 15 de enero de 2005 – Sala Divino Aqualung – Madrid
Antes de nada comentar que me hubiera encantado haber publicado antes la crónica, pero a veces se acumula el trabajo. Mil perdones por el retraso… ¡Vamos a ello!
SARATOGA, teloneados por los metálicos valencianos METAL MARENY rompían taquilla, batían records una vez más, superando la barrera de las 2.000 almas, llenando hasta la bandera la sala donde en anteriores noches salieron victoriosos. El heavy nacional vive inmejorables momentos, aunque solo los elegidos congregan a tan numerosas masas. Esperemos que pronto los aspirantes a primera división especial llenen recintos y recojan tantos premios de sus fans como lo hicieron los de Jero Ramiro en ésta dorada noche.
Una de esas bandas aspirantes a todo es METAL MARENY, a los que no hace mucho tuve la fortuna de sentir en su tierra, arropados por sus amigos y más fervientes fanáticos. Esta noche de sábado en Madrid la cosa fue distinta, jugaban en campo contrario, y con el recinto lleno. Dos mil almas descubrieron como se las gastan estos cuatro jinetes del heavy metal. Al principio de su show les costó domar a su fiera interior, ya que los nervios les engarrotaron un poco, pero una vez que Gamba y compañía oyeron los primeros cánticos y gritos de apoyo, su coraje, ilusión y las tablas y nivel que el cuarteto posee se impusieron hasta vencer el partido metalero por goleada, y dejar un gran sabor de boca a la audiencia.
Los más jóvenes no conocían a METAL MARENY, pero tras ésta actuación seguro que apuntan su nombre en su memoria entre los más representativos del heavy nacional. Es claro que cuando hay un cabeza de cartel el 99% va a ver al grupo principal, pero cuando los teloneros merecen la pena como la merecieron los valencianos la fiesta se convierte en total, y el respetable disfruta no solo del combo importante, como lo hizo con los MARENY.
Por si alguien aún no se enteró lo de los valencianos es el heavy metal clásico. Practican un heavy de corte JUDAS PRIEST/MANOWAR basado en las guitarras afiladas, las curradas melodías, y la voz impecable, poderosa y de tonos agudos y elevados como es la del bueno de Gamba, que si pensara en soltar más la guitarra ganaría bastantes enteros como frontman, y eso que a las seis cuerdas se lo curra que da gusto, acompañado de un Iván que enloquecido no paró en toda la actuación de moverse con sus rizos al viento. La banda sonó muy compacta, gozó de un muy buen sonido y luces, -hay que dar las gracias a SARATOGA por el detalle-, y a pesar de esos pequeños nervios del principio ofrecieron un contundente show de casi una hora.
Me gustó mucho «Sapo» a la batería, al que se le sintió atronador a los tambores. Lo del «Nap» fue mucho. Seguro a las cuatro cuerdas, lució su indumentaria a lo Joey DeMaio «marcando paquete» con su tanga de cuero visible por encima de sus pantalones. Ivan, «El Guitarró» no paró de moverse haciendo unos solos envenenados y Gamba cantó muy bien, y sonrió todo el concierto, encantado por la positiva respuesta del público.
Su repertorio fue un resumen de sus dos álbumes «Buscando el Origen» y el más reciente «Siente la Fuerza». No tardó en sonar un potente «El Final está a un paso aún por llegar» donde Gamba comenzó por dejar claro que su voz es una de las mejores del heavy nacional. «Heavy Metal», «Traición», «Inmortal», y su coreado single «Cae la noche en la Ciudad» fueron los temas que más dieron de lleno en la diana, sin olvidar la versión incluida en el Tributo «Despertando al Innombrable» y la final de MANOWAR «Battle Himns» que bordaron.
En resumen, un notable alto para unos METAL MARENY que merecen mucho más. Tiempo al tiempo…
Tras los cambios, llegó el plato fuerte esperado por todos. Ante una audiencia donde había caras muy jóvenes, -seguro que para algunos era el primer concierto-, SARATOGA certificaron una vez más ser la banda número uno del heavy metal nacional, y lo digo con todos mis respetos hacia el resto de nuestros combos, que son muchos y muy buenos. Un grupo luchador como ellos lo ha conseguido a base de empeño, trabajo, constancia, componiendo grandes canciones convertidas en himnos, y realizando puestas en escena 100% rompedoras.
Hay quien pensaba que la banda tenía que haberse presentado en ésta ocasión en Madrid en un local de mayor aforo, tras su triunfo en Las Ventas como artista invitado de MAGO DE OZ, y después de haber llenado en tres anteriores ocasiones Aqualung, pero ni por esas. El grupo fue en ese aspecto modesto, calculador y conservador, y será criticable, pero lo que es innegable es que su fórmula funciona. Llenaron el Divino una vez más, esta vez superando aún más la cifra de asistencia de sus anteriores descargas, cosa que llevan haciendo en toda la gira de «El Clan de la Lucha». Esta noche presentaron en Madrid dicho álbum, pero curiosamente ni Leo ni ninguno de sus integrantes lo dijeron a través del micrófono. Para SARATOGA fue un gran concierto, pero un concierto más. Madrid es Madrid, y en ésta gira ha tardado en llegar, pero me da la impresión que con éste gesto, para la banda es tan importante Gijón, como Valencia, Murcia, Orense o Bilbao que Madrid o Barcelona. Cada noche es la más importante, sea donde sea.
Un servidor ha visto a la banda muchas veces, la penúltima fue en Valencia, y sinceramente a éstas alturas para mi es difícil descubrir algo nuevo; no obstante hay algo que me queda muy claro: cada vez que les veo lo hacen sobresalientemente bien, se dejan la piel y garganta, y yo particularmente lo paso en grande, disfrutando y reconociendo que el grupo sigue su escalada, gustando y superándose a si mismos, sin caer en la monotonía, cosa muy importante en una banda que se ha recorrido nuestro país en varias ocasiones. Se que para ellos tocar cada noche ante diferentes audiencias es un orgasmo, y eso lo es todo.
En Madrid cortaron orejas y rabo una vez más. Desde el principio supimos todos que así sería, y así fue. Introducción, luces apagadas, y a modo de misil imparable y certero sonó «Vientos de Guerra» con Leo vestido de blanco, infranqueable e intratable en cuanto a puesta en escena y poderío vocal. Jero vive la eterna juventud, y así quedó claro; lució una bonita nueva guitarra blanca «punta de flecha», hiriendo nuestros oídos toda la noche de forma magistral. Niko fue el diablillo habitual, el bajista «number one» que siempre demuestra ser, es un loco irremediable que sobre el escenario pocos bajistas nacionales e internacionales igualan o superan. Dani es «el batería» de los baterías nacionales. ¡¡Cómo le pega el tío!! Parece como si no hiciera nada, como si todo fuera muy fácil, como si sus contratiempos y redobles los pudiera hacer un bebé, sin embargo su categoría es celestial, divina. Su nivel ha rebasado hace mucho los límites normales. Esta noche fue el Dani de siempre, no era para menos.
Aunque ya he dicho que salió victorioso desde el principio y vestido de blanco impoluto, he dejado para el final a «La Bestia». Leo sigue certificando ser uno de los más grandes frontman´s de nuestro metal. Habrá a quien le gusten otros, o Leo le parezca un vocalista normalito, o que abuse de los agudos, u otro recurso, o simplemente le caiga mal. Es evidente que con todos los cantantes del mundo pasa. Como dice el refrán: «sobre gustos no hay nada escrito», pero yo creo que a éstas alturas quien diga que Leo no es un vocalista solvente, con una garganta de recursos inagotables, gran feeling, un look con gancho, y entrega total o está sordo o ciego. Te guste o no, Leo es «Una Bestia», y lo digo y enfatizo un poco más de la cuenta porque yo siempre he alabado a Jiménez, pero también le he criticado y he dicho que a pesar de ser uno de los mejores cantantes debía aprender y mejorar; es más, en Valencia le dije que no había tenido una noche muy agraciada, y Leo lo sabe. Independientemente de una actuación extraordinaria, o simplemente regular, me quito el sombrero ante Leo por su progresión, perfeccionamiento, comportamiento y sobre todo actitud. El chaval que yo conocí al principio con SARATOGA ha crecido paulatinamente noche tras noche, y tanto en SARATOGA como con STRAVAGANZZA demuestra ser lo que apuntaba ser hace tiempo: un gran líder y cantante. Ahora lo es, aunque siempre se seguirá superando a si mismo, y aprendiendo; es algo imprescindible y necesario. ¡¡Ole por Leo!!
El set list que interpretaron fue casi calcado al que llevan interpretando casi toda la gira de «El Clan», aunque recortado al final por falta de tiempo. Como digo, un servidor los ha visto tantas veces que ya sabe casi de memoria el orden, pero entiendo que para los que fue vuestro primer o segundo concierto fuera importante y sorprendente su set list. El caso es que el inicio fue muy potente, con el citado «Vientos de Guerra», «Perro Traidor», un tema que quitaron durante un tiempo de su repertorio pero han vuelto a repescar a petición popular, » Angel de Barro», que cada vez gusta más y más, y el terminante «Con Mano Izquierda», uno de sus himnos más completos.
Tras éstos, un minúsculo respiro y algunos inevitables problemas de acoples de monitores e interferencias de teléfonos móviles con la emisora inalámbrica de Jero, y sonó el que fue el primer single de «El Clan», ni más ni menos que «San Telmo 1940» , que Leo dedicó a la mierda del terrorismo, para desear que de una vez por todas desaparezca de la faz de la Tierra. Otro gran tema como es «Las Puertas del Cielo» sonó, uno de mis predilectos de la banda, con un Niko que volvía a tirarse por el suelo, incansable y travieso. Tras éste Leo dijo que nos iba a presentar a una importante señorita para interpretar «Blanco y Marfil», otro tema de «El Clan», esa señorita era una preciosa guitarra Fender Stratocaster lucida por Jero. Tras éste llegó el corto respiro habitual para Leo donde Jero y Niko vacilan y se lucen con sus instrumentos.
«Salvaje», con un trozo del clásico «Smoke On The Water» de Deep Purple da paso a «Lejos del Tiempo», con virtuosismos de la banda incluidos, y por fin las baladas. Sobre el atril descansa la acústica de Jero, mientras Leo, estrenando una Gibson negra a modo de acústica nos deleita en solitario con «Lejos de Ti», y «Parte de Mi», demostrando su polifacética voz. A continuación, Leo anuncia que tocarán «Si Amaneciera», que al principio se vio enturbiada porque la acústica de Jero no funcionaba, con el lógico enfado del guitarrista. Cuando todo vuelve a la normalidad Jero toca algunos acordes de «Charlie se Fue» y cuando comienza «Si Amaneciera» a la totalidad de la audiencia se le pone el bello de punta, y seguro que le cae más de una lágrima interior o exterior, nunca se sabe…Este «temazo» compuesto por Jero a la memoria de su padre es sin duda uno de los más bellos y emocionantes que se ha compuesto en nuestro rock nacional. Así pasará a la historia, seguro que con el paso del tiempo será otro «Siempre estás allí» o «Al Otro Lado del Silencio».
No podía faltar otro de mis himnos favoritos: «Oscura la Luz», para dar paso al «popurrí» compuesto por «Ningún Precio por la Paz», «Loco», «A Sangre y Fuego», «Lagrimas…», «Se olvidó» y «Rojo Fuego», a modo de recordatorio de su reciente DVD «1992- 2004» . Vuelve la violencia sonora con «Resurrección», con Leo haciendo molinillos con su poblada melena, y «Quiza el Sol No Saldrá» y el buenísimo «Tras las Rejas». Leo dice que el siguiente himno está dedicado a la memoria de Diamond Darrell, y le dedican el aplastante «Heavy Metal» ante la locura general. A esa altura del concierto, Leo ya había tirado al público muchas botellitas de agua dado que los gritos de muchos lo pedían…buen gesto de la banda, ¡sí señor!
Y llegó el máximo cañonazo de «El Clan». «Todo Dios» enloqueció con el decisivo «Maldito Corazón» y para cerrar tocaron «Buscando el Perdón» otro himno para cantar.
La banda volvió a escena rauda y veloz ya que el tiempo apremiaba para terminar. De hecho tuvieron que acortar el bis, sin tocar «No» y «Mi Ciudad», una pena, pero las salas, y en éste caso Aqualung tienen una hora tope para terminar los conciertos, que es inamovible. Sorprendentemente sacrificaron sus temas propios para versionar a METALLICA con «Enter Sandman» y JUDAS PRIEST con «Painkiller», versiones que el público jaleó y agradeció, y el adiós llegó con un «A Morir» matador.
Pletóricos salieron a saludar, con caras jubilosas, reparto de púas y tirada de baquetas, ante el agrado total de la totalidad de las 2.100 personas que disfrutaron a tope de unos SARATOGA bestiales.
¡¡Esto es todo, amigos!!
Texto y Fotos: Rafa Basa
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