«The Greater Of Two Evils» es el último recopilatorio de ANTHRAX, catorce temas grabados en directo en el estudio en solo dos días, y con la particularidad más destacable de que están todos interpretados por John Bush, el siempre «nuevo» cantante del grupo neoyorquino (es el «nuevo cantante de ANTHRAX» desde hace 12 años). Los temas han sido escogidos entre los cinco primeros álbumes (aquellos en los que no estaba Bush) por los fans del grupo a través de votaciones en su página web, y los resultados han cumplido con las previsiones.
Lo que cuesta de entender es como de un álbum como «State Of Euphoria» simplemente se recoge un tema, «Be All, End All», mientras que «Fistful Of Metal» está el triple de representado. Pero en términos político-metálicos cabe decir que vivimos en una democracia thrashera y el pueblo ANTHRAXero ha usado su derecho a elegir libremente los temas que representen sus intereses acústico-mosheros, y hay que respetar la decisión de la legitimada mayoría. Por cierto, fuera de la elección se encontraban «Antisocial» y «Got The Time», por ser versiones y no temas originales del grupo.
La propuesta no es innovadora. El regrabar éxitos con distinto vocalista ya lo hicieron por ejemplo Gamma Ray con su «Blast From The Past» en formato doble CD, ni más ni menos. Habrá quien en esta propuesta de Scott Ian y compañía sólo vean afán de lucro, y no encuentren interés en escuchar unos temas que ya estaban más que bien como estaban. Aún y así el resultado final del álbum es recomendable para todo seguidor de la banda.
Los temas presentan pocas variaciones respecto al original. Aparte de algunas intros y de la evolución natural del sonido de las canciones (a base de haber sido tocadas hasta la saciedad en los escenarios de medio mundo) sólo «Deathrider» presenta un cambio sustancial, con las estrofas ralentizadas a medio tiempo, que contrastan con la enfurecida velocidad del estribillo. Precisamente es en los temas de «Fistful Of Metal» donde la idea del álbum convence más, pues la misma «Deathrider», «Metal Thrashing Mad» y «Panic» mejoran con Bush al frente (en detrimento de Neil Turbin) y con la esencia del sonido actual de la banda.
En el resto de temas crece el interés comparativo, es una gran oportunidad para comprobar qué hay de cierto en lo que decían los detractores de Joey Belladona referente a que su voz no era la adecuada para la línea thrashera de la banda y que vieron con buenos ojos la llegada de John Bush al quinteto. Escuchando las nuevas versiones, personalmente prefiero los originales con Belladona, aunque también es interesante como los reinterpreta Bush. Aún y así hay instantes en las composiciones iniciales en los que Belladona encajaba mucho mejor que su sucesor, por ejemplo en «Caught In A Mosh». También es cierto que muchos de los cortes post-persistance están hechos a la medida de John Bush, y en ellos la voz de Belladona se resentiría. Sería interesante escuchar un recopilatorio de temas desde el «Sound Of White Noise» hasta el último «We’ve Come For You All» interpretados por Belladona para acabar de dictar veredicto.
Completan un plantel de lujo «A.I.R», «Among The Living», «Keep It In The Family», «Indians», «Madhouse», «I Am The Law», «Belly Of The Beast», «N.F.L.» y «Gung Ho».
Evaluando los temas en conjunto, los temas parecen haberse frenado un poco respecto a los originales y haberse desafilado en pequeña medida, aunque el sonido se ha modernizado, suena realmente a directo, y sigue siendo ANTHRAX al 100% lo que significa thrash de calidad, y ya solo por eso vale la pena escuchar este álbum. Si ponemos estos aspectos positivos y negativos en una balanza, el resultado es equitativo y queda compensado.
Como nota triste, destacar que este es el último álbum en el que podremos oír las cuatro cuerdas de Frank Bello, quedando ya únicamente Charlie Benante y Scott Ian de la formación «clásica».
Si disfrutas con los conciertos de la formación actual te gustará el álbum, pues recoge fielmente el espíritu del directo de los neoyorquinos. Si quieres celebrar con ellos su 20 aniversario hazte con «The Great Of Two Evils».
Hèctor Prat
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