«Decoder» es el título elegido por los jóvenes madrileños EBONY ARK para el que es su disco debut. ¡Y vaya debut! No hace mucho que publicaron su primera y única demo, que ya mostraba a un grupo con un muy buen nivel técnico y compositivo, pero en este primer disco demuestran aún mucho más.
El estilo que practica EBONY ARK es variado y se alimenta de diversas influencias, pero fundamentalmente puede englobarse como un metal progresivo, muy técnico y complejo, pero aún así repleto de buenas melodías y relativamente sencillo de escuchar. Creo que han conseguido un sonido propio en el que sus influencias están muy bien asimiladas de modo que no suenan a ninguna otra banda en particular. Por hacer una comparación, y fundamentalmente debido a la atmósfera general del disco, me recuerdan al «Burn the Sun» de ARK, la banda del genial guitarrista Tore Ostby (¿será casualidad la similitud en los nombres de ambas bandas?).
Instrumentalmente, todos los músicos tienen un gran nivel. «Decoder» está lleno de excelentes riffs, buenísimos solos, interesantes atmósferas de teclado y un eficiente trabajo rítmico (Jorge Sáez demuestra ser uno de los mejores baterías nacionales). Pero lo que brilla por encima de todo es la espectacular voz de Beatriz Albert, increíblemente versátil y ofreciendo cambios de registro por doquier. Su rango vocal varía desde tonos dulces y suaves hasta partes muy poderosas y agresivas, con voz rasgada, pasando por algunos registros operísticos de vez en cuando. Una vocalista sencillamente sobresaliente, quizá su pronunciación del inglés sea aún mejorable, aunque tampoco hace una mala labor en ese sentido. Interesantes letras también, por cierto.
La producción es excelente y los temas muy variados, combinando pasajes muy progresivos con otros melódicos, agresivos, atmósferas oscuras… siempre sonando compactos y sin fisuras ni momentos flojos.
«Decoder» comienza con una intro llamada «In Our Memories». No es una intro cualquiera ni de relleno, es excelente, comenzando con piano y avanzando hacia unas dramáticas orquestaciones que enlazan con «Dead Men’s Lives», tema rápido, poderoso y directo donde empezamos a comprobar la versatilidad vocal de Beatriz y el gran nivel técnico de la banda.
«Damned by the Past» nos introduce en derroteros más progresivos. Cuenta con la colaboración de Curtonates de Terroristars que canta en las estrofas. El delicado puente nos lleva a un muy buen estribillo, tras el cual destaca la espectacular sección instrumental solista, con vertiginosos duelos guitarra/teclado no sólo excelentes técnicamente sino por su melodía.
«Thorns of Ice» comienza con unos riffs muy a lo Evergrey. Gran contraste el del delicado estribillo (quizá el mejor de todo el disco) con las agresivas estrofas, en las que Beatriz Albert rasga su voz como si de una fiera enfurecida se tratase.
«Night’s Cold Symphony» sigue en la misma onda de metal progresivo, con muy buenas melodías vocales y una gran atmósfera. Tras el estribillo aparece un pequeño interludio arabesco y un pasaje muy oscuro donde se oye la distorsionada voz de Beatriz. Estos tres temas (3, 4 y 5) son lo mejor del disco en mi opinión, pero repito que en álbum entero se mantiene a gran nivel, sin apenas altibajos.
«Desire» es introducida por el piano, convirtiéndose en un medio tiempo más melódico y sencillo, menos progresivo (excepto las estrofas), progresivismo que se recupera en «Farewell», cuyo inicio que me recuerda claramente al «Images and Words» de Dream Theater. En el estribillo de esta canción podemos oír la voz de Nacho Ruiz (Arwen). Contiene un gran sólo melódico de guitarra.
«Humans or Beasts» tiene una gran atmósfera, muy evocadora y oscura, con un buen estribillo y de nuevo un melódico solo lleno de buen gusto. Por el contrario «Searching for an Answer» vuelve a la vena más sencilla y menos progresiva, un medio tiempo con buenas melodías, en el cual hay una pequeña parte cantada por Raúl Conejo (Cripta).
«Dreaming Silence» sigue una onda similar, progresiva y melódica. El tema que cierra el disco es una delicada y tristísima balada llamada «Ball and Chain».
Este «Decoder» es un trabajo que me ha impresionado, y más teniendo en cuenta que se trata del debut de una banda nacional, la cual sin duda tiene nivel de sobra, y recalco lo de «de sobra», para competir en el más exigente mercado internacional con las mejores bandas de prog metal. Si siguen trabajando y les sonríe un poco la suerte pueden llegar muy alto. Espero sinceramente que así sea.
Saúl Miguel Garrido