Buen álbum debut de esta joven banda de Puerto de Sagunto
(Valencia), en activo desde el año 2000, y con una discografía
previa al álbum que se reduce a una demo de tres temas.
HELDAR practican un heavy metal con tintes power y toques progresivos,
aliñados con componentes de música clásica, aportados sobretodo
a través de la acertada incorporación del violín. Por encontrar
un símil en la escena internacional, y salvando las distancias, su estilo
se acercaría al de Symphony X.
Como cualquier álbum debut, y salvo contadas excepciones,
siempre hay algo mejorable. En el caso de «Senderos De Un Sueño»,
aunque el sonido es correcto, quizás la batería quede ahogada
tras los riffs de guitarra en ciertos pasajes del álbum, quedando en
un discreto segundo plano. En cuanto a la voz de Rubén Garcerá,
aún le quedan detalles por pulir, sobretodo en tonos altos y registros
de balada, aunque es adecuadamente apoyado con la incorporación de buenos
coros.
Pero en «Senderos De Un Sueño» hay más
aspectos positivos que negativos, lo que hace caer la balanza hacia el lado
de lo recomendable. Las composiciones son de calidad, en parte gracias a la
incorporación de elementos clásicos. Las guitarras están
muy trabajadas y suenan a un gran nivel, al igual que la sección rítmica,
bajo volumen aparte.
Empieza el álbum con una intro, «Senderos De Un
Sueño», en la que se interpretan con guitarras acústicas
los acordes ralentizados del primer corte del álbum, «Sigue Tu
Camino», canción que ya apareciera en la homónima demo del
grupo. Cañonazo de salida power metal apoyado por el violín de
Enrique Beltrán, que interpreta a Mozart en un momento del tema.
De nuevo una intro, esta vez de teclado y continuada de nuevo
por guitarras acústicas, precede al tras la cual se acelera hasta convertirse
en un tema heavy de aires folklóricos, «Más Allá
Del Mar», un tema que habla del calvario por el que pasan los inmigrantes.
El tema incorpora un original solo de guitarra acústica sobre riffs de
guitarra eléctrica, y un pegadizo estribillo arropado por coros.
«Cuando Miro Dentro» es uno de los mejores temas
del álbum, y donde los músicos más que nunca demuestran
sus habilidades tras sus respectivos instrumentos. Tema rápido, con uno
de los mejores estribillos del disco, cambios de ritmo, secciones instrumentales
elaboradas e inteligente guitarra solista amenizando todo el tema.
Con la balada «Tan Sólo Un Día» el
álbum baja de intensidad, en una composición discreta que supone
uno de los momentos prescindibles del álbum, salvado en parte por los
coros del estribillo, pues la voz de Rubén Garcerá parece resentirse
en temas lentos.
«Evolución», con gran parte de la canción
instrumental, es un buen corte de pasajes happy-metaleros a pesar de que la
canción toca un tema delicado como es la destrucción de la tierra.
«Allá Donde Estés» es un tema melódico
donde la velocidad sube y baja constantemente. «Lo que hagas en esta vida
tendrá su eco en la eternidad» es la frase de Gladiator que introduce
a la siguiente «Valle de Lágrimas», un corte anti-bélico,
en contra de las guerras que provocan la defensa de una bandera. También
en esta canción hay cabida para fragmentos instrumentales con guitarra
acústica y violín, que se funde en otro en que las guitarras eléctricas
se explayan a gusto.
Finaliza el álbum «Condenado a Vivir», un
tema acompañado por teclados que sigue la línea de los anteriores
y en el que en ciertos momentos la guitarra acústica vuelve a sobresalir
sobre eléctricos riffs.
En resumen, «Senderos De Un Sueño» es prometedor
álbum debut, con ciertos detalles que pulir como es lógico, pero
con un resultado final muy correcto. Un álbum que desprende buenas intenciones,
juventud y ganas que cuajan en buenas composiciones y en un estilo bien definido.
Habrá que estar atentos a su evolución, pero de momento ya han
dejado huella en su primer paso por el camino de nuestra música.
Hèctor Prat (Piece Of Metal)