Los clásicos TYGERS OF PAN TANG, que siempre que nombro me traen a la
memoria al gran John Sykes… Un nuevo disco para esta veterana banda. Disco
fechado en 2003 y que llega ahora a mis manos. Los actuales TYGERS son Richie
Wicks a la voz, Robb Weir y Dean Robertson a las guitarras, Brian West al bajo
y Craig Ellis a la batería. Deberían sonar más compactos
y sobre todo sin perder ese sabor a hard rock de toda la vida. Se trata de 10
cortes bastante fiables pero mejorables y que pienso que no hacen justicia a
esta formación. Mi opinión es que son buenos músicos, sin
grandes alardes pero cumplen bien su cometido.
La introducción del primer tema, a piano, no hace presagiar
la gran descarga de riffs que vendrá a continuación. «Boomerang»
se transforma en un potente tema de hard rock, con pasajes más melódicos
pero con un estribillo que engancha desde el primer momento. Un buen tema de
directo y no cabe duda que de lo mejor del album.
En el segundo tema, «Godspeak», seguimos en la
línea de buenas intro de guitarra, muy hard, pero ahora ocurre al revés,
se torna en algo un tanto raro, con un juego de voces muy poco definido con
el estilo al que nos tienen acostumbrados. Falto de garra, de punch, un tema
evitable. Me gusta el ritmo que marca la guitarra pero la voz deja mucho que
desear. Echo de menos más agresividad por parte de Richie Wicks… está
muy blando, al igual que los coros que meten en toda la canción.
Caballos relinchando y de nuevo la guitarra y la batería
golpeando con fuerza nos lleva a «Master of illusion». Al igual
que el anterior «Godspeak», tiene pasajes muy calmados pero aquí
se gana en calidad de interpretación. Es una composición bastante
completa, un medio tiempo con fuerza y buenos coros. Incluye un gran solo de
guitarra, que alarga la canción manteniendo perfectamente su intensidad.
«Highspeed highway superman» no me produce ninguna
sensación especialmente positiva. Muy plana, muy común… prescindible
también.
Sonido del viento soplando introduce el siguiente tema, «The
spirit never dies», con la voz de Richie muy suave y misteriosa. La batería
suena poderosa y sus redobles marcan un tempo realmente excitante. Es el segundo
tema más extenso del disco, superando los 7 minutos (tan sólo
le supera «Master of illusion» con más de 9). Realmente es
lo mejor del disco. Lo calificaría como un medio tiempo un tanto épico
y muy trabajado, con arreglos muy cuidados y donde los músicos se explayan
a su gusto con sus instrumentos, dando forma a una atmósfera envolvente
que engancha… vuelve a haber un gran trabajo por parte de los dos guitarristas,
Weir y Robertson. En cierto modo me recuerda algo al tema de Lynyrd Skynyrd,
«The last rebel»… una joya… de la que este «The spirit
never dies» parece beber con ganas (aunque seguramente será pura
coincidencia).
Un título muy actual es el que posee «Cybernation»
pero vuelve a pasar lo de siempre. TYGERS OF PAN TANG intercalan demasiados
temas, para mi gusto, un tanto insulsos entre otros que mantienen intacta su
creatividad y el interés del oyente… Este «Cybernation»
es otra demostración más de lo que digo. Vaya tema más
peñazo… Creo que los TYGERS tienen un potencial que va mucho más
allá de temas como este… me decepcionan, en serio.
Siguen con temas lentos. Por lo menos este «Deja vu»
es una balada en toda regla, en la que Richie Wicks se luce bastante. Es una
lástima que no acompañen más con canciones rápidas
y rockeras. Si echas un vistazo a las duraciones de los temas, la mayoría
superan los 5 minutos. De hecho 6 de los 10 pasan de 6 minutos de duración…
no estaría mal si lo que oyeras fuera de gran nivel pero no… nada de
eso… el disco llega a hacerse muy pesado de oír.
«Bad bad kitty»eleva algo el listón, incorporándose
a la lista de lo que merece especial mención pero tampoco es que me llegue
a emocionar, vaya. Tiene más o menos el espíritu que yo esperaba
en general en todo el disco. Aquí parecen ya una banda de rock.
Llegamos casi al final de la escucha con el penúltimo
tema, «Running man», siguiendo en la línea del anterior,
algo más ralentizado pero por lo menos está más currado
que otros.
«Three in a bed», un rápido y desenfadado
tema que en ocasiones me recuerda incluso a Van Halen, acaba con esta pequeña
tortura que supone este «Noises from the cathouse»… vuelve el
rock and roll para finalizar este intento de agradar por parte de los Tygers.
Unido a este «Three in a bed» va un fragmento instrumental que ellos
califican de «hidden track» y que me sigue dejando indiferente.
Han realizado un disco muy irregular, muy intermitente. He intentado escucharlo
con la mente abierta, manteniendo el respeto que siempre me ha despertado el
nombre del grupo pero es que me parece que han pinchado. Esta banda no deja
de ser algo bastante pobre. Por supuesto que el disco tiene momentos buenos,
temas que merecen mucho la pena pero no compensan en la generalidad de todo
el trabajo. Creo que deberían trabajar mejor en el próximo lanzamiento.
Sé que hace años pensaron en recuperar a John Sykes pero no fue
posible dado que John tenía múltiples compromisos entonces. De
todas formas, no creo que él quisiera volver porque ya tiene bastante
con su carrera en solitario, con exprimir a Thin Lizzy y con la posible vuelta
de Blue Murder. Por supuesto que este retorno les vendría fantástico…
una utopía… hay que trabajar más y mejor, chicos… el nombre
que representáis lo merece.
Jesús Ruipérez