ARCH ENEMY – ZYKLON – STAMPIN’ GROUND – Su ”descarga” en Barcelona

Martes
24 de Febrero del 2004 – Sala RazzMatazz II – Barcelona

Movidita la semana que se avecinaba en este febrero, ya agonizante, por «culpa» de una agenda repleta y pomposa desde que se estrenara este nuevo año. Sí… es triste que uno hable de estrenarse de año en año, pero la vida es así. Para todos aquellos que éramos victimas de esta carencia, una cita, eso sí, multitudinaria, en la sala RazzMatazz 2 de Barcelona serviría para encontrarnos con la señorita Angela Gossow así como algunas otras viejas leyendas de la escena, antes extrema y ahora algo más popularizada, tales como Michael Amott (EX Carcass, Candlemass, Spiritual Beggars), Sharlee D’Angelo (EX Sinergy, Dismember, Mercyful Fate) o Trym Torson y Tomas Haugen (a.k.a Zamoth) de los, ya disueltos, Emperor.

El temporal era aceptable, aunque algo frío para mi gusto, y, teniendo el cuenta el concierto ese mismo jueves de Morbid Angel y Krisiun y el Piorno el sábado, tenía dudas acerca de la afluencia de público que nos congregaríamos allí ese día. Podría haber sido peor. Aproximadamente la mitad de la sala se llenó, ya con el último grupo superando ligeramente la marca lograda por el siguiente acontecimiento mórbido del jueves.

Los primeros en irrumpir en escena fueron los americanos STAMPIN’ GROUND. Una formación inglesa desconocida para casi todos que, pese llevar tocando las pelotas desde 1996, todavía no han logrado adentrarse en un terreno con bastante fertilidad actual. Producidos, al igual que ARCH ENEMY, por Andy Sneap (Testament, Machine Head…) son una banda que ha girado con algunas formaciones de renombre como The Haunted, Sepultura, Hatebreed o Biohazard, lo que nos da una pequeña pista sobre su sonido. No me gustan las voces desgarradas o «hardcores» de este tipo pero debo admitir que desde que escuché su último disco con atención, me parecieron una formación de buen nivel con algunas ideas armónicas muy interesantes y extrañas para el estilo que profesan. Machacón pero con clase, potente pero refinado. Eso es lo que vas a encontrar en su último «A New Darkness Upon Us» que podéis encontrar criticado en el nuevo número 11 del fanzine «Era del Metal». Pese disponer de tres trabajos en la calle, todo el espectáculo ofrecido durante este día se ciñó a su último disco (aunque no tocaron mi tema favorito «Killer of Society»).

Aunque todavía con poca gente, sumados con los que estaban y no sabían de ellos, la verdad es que conectaron bastante bien con una audiencia algo fría por el clima y el calor humano de tan conocida sala en la ciudad condal. Ya dije en su momento que no sería una de esas bandas carente de movimiento en directo cuando tildé su disco como el mejor en el pasado mes de octubre. Su vocalista Adam Frakes-Sime, así como su bajista, Ian Glasper, lo demostraron con creces siendo los miembros más activos de la banda durante el espectáculo.

Fue al final de toda su descarga cuando el cantante se aventuro a invadir la zona de audiencia separando a todo el público en dos bloques y haciéndolos topar como si de una batalla campal al más puro estilo del señor de los anillos se tratase. Tal y como aparece, pero a grosso modo, en el último DVD de Lamb of God. En definitiva, unos teloneros más que dignos a los que tenía bastantes ganas de ver que cumplieron perfectamente con su cometido de calentar motores en un día frío. Es una pena que no contaran con un sonido del todo decente, ya que son una gente que hace especial hincapié a nivel armónico en las guitarras (mucho más que los mismísimos «The Haunted») y en directo la mala sonorización les jugó una mala pasada en ese aspecto. Quizás podamos volver a verlos en alguna otra ocasión por nuestro país en unas condiciones algo más dignas.

Llegaba ahora el plato fuerte de la noche para muchos: ZYKLON.
Un grupo extremo noruego nacido de las cenizas (los cenizos somos nosotros ?)
de aquellos maravillosos Emperor y practicantes de un estilo extremo con especial
hincapié en el Death y algunas pinceladas Black (su primer trabajo tiene
algún toque industrial). El proyecto del guitarrista Tomas Haugen, más
conocido como Zamoth, al que hemos tenido ocasión de ver junto a otras
bandas del tallaje de Satyricon, Thou Shalt Suffer, o Gorgoroth, cuando Gaahl
todavía jugaba con airgamboys. Cabe decir, que este hombre ya tuvo otro
proyecto anterior de nombre similar, ZYKLON-B (como la sustáncia
empleada para gasear a los judíos durante los campos de extermínio),
aunque dicha formación, que contaba con Frost y Ihsahn a sus espaldas,
apenas logró editar un par de splits y un single por allá mediados
de los 90, con unas evidencias a Darkthrone y Marduk más que palpables.

En este nuevo intento por extender la maldad noruega por el mundo, el susodicho ha querido alejarse un poco más de las influencias de la vieja escuela black escandinava para centrarse en un Death Metal en toda la regla que deleitó a los fans allí presentes y escandalizó a todos aquellos que creían que ARCH ENEMY realmente meten tralla, ja! Para ello, Samoth ha sabido rodearse de genios y figuras como su compañero de batalla en Emperor, Trym, a la batería (por el amor de Dios… q puto genio!!! Uno de los mejores bateristas de la escena extrema no brutal junto a Richard Christy). Por otra parte, tenemos a dos grandes de los paranoicos Myrkskog. Destructhor, a las guitarras, y Sechtdamon, como bajista y sucesor del que fuere cantante en el primer disco de la banda, Daemon (también en Limbonic Art). Como véis, un cruce de altas estrellas que sólo se ven en los partidos de la NBA y en los tarados de sangre azul de antaño.

Su último trabajo, «Aeon», fue editado este pasado 2003 por Candlelight records y sigue una onda más agresiva que su anterior «World Ov Worms», algo más Death. Hay gente que se refiere a él como un segundo «Blessed are the Sick» aunque no estoy demasiado de acuerdo. Te recordarán mucho a los Behemoth de la última etapa, eso sí. La voz me agrada más ahora pero yo siempre he tirado más al Death que al Black, así que… cuestión de gustos. De lo que no cabe duda es de su descarga extrema que, al menos para mí, poco o nada tuvo que ver con el tronío y la pegada que esa rubita wannabee y sus colegas tenían intención de asestar en RazzMatazz 2 esa noche. No os llevéis a ZYKLON la próxima vez pequeños… porque se os comieron vivos.

La ejecución fue excelente y no percibí fallo alguno aunque seguro que los hay. Como siempre la iluminación tampoco ayudaba demasiado a su sonido, ya de por sí mermado en cuanto a decibelios, por aquello de ser los supporters. Actitud fría pero consecuente y apropiada hizo flipar a más de uno de nosotros aunque saturó un poco a los fans de los sonidos no tan extremos. No me parece un grupo que pegue demasiado con Arch Enemy pero bueno… después de girar con Hate Eternal y Black Dahlia Murder, todo se puede esperar.

Trym estuvo perfecto, en su línea, con un estilo y un gesto deportivo que muchos quisieran para sí. Zamoth, como siempre, apaciguó el fervor de sus seguidores más cercanos que siempre le reprocharán no haber pasado jamás por nuestro país cuando todavía la crew de emperadores todavía seguía en pie. El sonido, tanto suyo como el del solista, a nivel de guitarras fue un poco demasiado distorsionado aunque no costaba demasiado seguir los temas. El bajo sonó contundente aunque algo carente de pegada, ¿qué raro no? , y la voz estuvo a la altura en todo momento, sin necesidad de tetas. Así da gusto. Los temas fueron extraídos casi todos de su último trabajo (que es el que mejor cabida comercial parece estar teniendo), lo cual agradecimos casi todos. Si buscas algo de Death fresco y de nivel sin perderse en florituras extrañas o malabarismos virtuosos hazte con su último trabajo… no es una recomendación, es un encomendado. Lo mejor de la noche, sin duda. Un 8 sobre 10.

Llega el momento cumbre para muchos -repito, no todos-.
ARCH ENEMY se prepara para seducirnos con su «nueva»
frontman que, le pese a quien le pese, ni está tan buena ni canta tan
bien. Si hasta la fecha tenía serias sospechas acerca de la valía
de esta mujer sobre el escenario, a partir de esta noche no me quedaron dudas
al respecto. Está claro que, Angela Gossow es una gran cantante pero,
machismos aparte, en este estilo musical, donde se ponga el timbre vocal de
un hombre que se quite todo lo demás. Aquí no valen ni tetas ni
trajecitos, ni caras guapas ni nada de nada. Está claro que ARCH
ENEMY podrían haber encontrado un vocalista mejor pero han apostado
por uno que, quizás no lo hace tan tan bien, pero tiene un plus de imagen
importante. Es un hecho que ya me pareció notar en una entrevista que
realizamos a Chris Amot hace algunos meses cuando, constantemente a la defensiva,
parecía estar empeñado en decir «she is not just a nice
looking girl». Que no os vendan la moto.

Como ya sabéis, estos suecos son practicantes de un estilo bastante personal que fluctúa entre un Thrash técnico, rápido y agresivo y un Death muy light. Su nuevo trabajo «Anthems of Rebellion» sigue una onda similar a su anterior «Wages of Sin» con una Angela algo más consolidada y unas composiciones mejor acabadas que las de su anterior trabajo. Uno de los mejores lanzamientos del pasado año según gente como Andy Larocque, Edu Falaschi o Phil Demmel (¿Qué opinará Andy Sneap?) y también los lectores de la revista americana «Metal Maniacs». Lejos queda ya la etapa del «Burning Bridges» de 1999 y no son pocos los que la añoran pero, cabe decir que esta otra nueva fase es diferente. No por ello peor, simplemente diferente. La combinación de los hermanos Amott es muy completa dado que toda la contundencia y el sonido más, llamémosle clásicote, de Michael (no olvidemos que este tío ha estado en cantidad de formaciones extremas añejas, véase Candlemass, Spiritual Beggars, Carcass, Carnage…) queda complementada por los punteos y el sonido más vanguardista de su hermano Christopher, y viceversa.

Lo cual otorga un aire añejo a la vez que moderno al grupo y sirve como apuntalamiento de un estilo, para nada nuevo, sin perderse en desvaríos extraños o alejarse de las bases sentadas de toda la vida. Si a esto le sumamos el tremendo gusto musical y mente abierta a otros estilos que estos músicos aseguran tener, ello da explicación de porqué ARCH ENEMY es un grupo que, sin crear nada nuevo, han sabido asumir un estilo con un perfil personal en el que arriesgan y a la vez van a lo fácil. ¿Se entiende ahora un poco más el porqué de esa frontman? Aunque a mucha gente le moleste que se diga, ARCH ENEMY es un grupo bastante para todos los públicos dentro del Metal. Me da igual lo que diga Michael, claro está que no se parecen a Limp Bizkit o Evanescence pero bueno… ni un extremo, ni el otro. La prueba está en que a muchos de los presentes no les gustaron ZYKLON. Digan lo que digan los seguidores extremos son un público diferente. «Bitches» como los calificó su líder Michael el pasado noviembre a orejas de los canadienses de «Chart Attack». Esa no es forma de tratar a los fans caballero.

Además, la base rítmica es también sobradamente buena. Su bajista, Sharlee D’Angelo (Mercyful Fate, Dismember, Sinergy, Witchery…), es también un peso pesado dentro de la escena y su baterista, pese no ser del todo conocido, posee una gran habilidad técnica. Repito, no así su vocalista, que a medio concierto apenas le quedaba voz. Me resultó simpático el truco empleado por la susodicha ya hacia el final de tan cortito concierto. Ella gritaba y, de repente, cuando veía que su chorro de voz menguaba, cerraba inmediatamente la boca y sonreía. Queda bonito pero cuando ya lo has hecho 3 o 4 veces se te ve el plumero muchacha. Somos muchos los que añoramos a Johan Liiva y si no que se lo digan a todos los fans Belgas y Alemanes ahora que se ha cancelado el resto de la gira por culpa de la garganta de la señorita según un comunicado de Mike el pasado día cuatro. Los comentarios en los foros al respecto son bastante jocosos jujuju.

Casi todos los temas interpretados fueron extraídos de sus dos últimos trabajos, imagino que para comodidad de Angela, y apenas tocaron un tema de todos y cada uno de sus anteriores trabajos. En concreto «The Immortal» que abría el Burning Bridges, «Bury Me an Angel» del Black Earth de 1996 y «Bridge of Destiny» de su «Stigmata». El resto fue prácticamente 50% Wages of Sin y 50% Anthems. Aún así, los seguidores más noveles de la banda, que no son pocos, seguro que lo agradecieron. No hubo grandes pifias a nivel instrumental aunque de la mitad para el final, lo cierto es que el show decayó un poco en cuanto a dinamismo y energía.

Tenía entendido que ARCH ENEMY era
un grupo con mucho ataque al principio del concierto pero que luego poco a poco
iban desfalleciendo, y es verdad. La audiencia se comportó debidamente
con un nivel de participación bastante elevado. Aún así,
no se cansaron demasiado: una hora y cinco minutos de reloj con bis y coros
inclusive sirvieron para justificar 20 euros de entrada. Imperdonable para el
estilo que profesan. Si tenemos en cuenta que Angela no hizo topless ni streaptease
ni nada, me resulta caro. Lo sé… soy un machista pero… ¿y
qué?, ja!

Concluyendo: un concierto obviable, sobretodo teniendo en cuenta la apretada agenda y la cita con el ángel mórbido al cabo de los dos días. Dado el show y su duración, yo seré de los que se lo piensen dos veces cuando haya que volver a verlos, a menos de que traigan unos teloneros dignos como los que aquí se suscriben. Lo mejor de la noche fue, a mi parecer, ZYKLON. Aunque la mejor acogida la tuvieron, como no, ARCH ENEMY. STAMPIN’ GROUND, para ser los novatillos, lo hicieron bastante bien y la gente supo agradecerlo en gran medida. El sonido general fue adecuado aunque mejorable, como siempre. Aún así tampoco existían grandes diferencias entre el sonido de ARCH ENEMY y el del resto de bandas en esta ocasión. El merchandising estaba a un precio estándar que ya todos conocemos y la cantidad de gente que finalmente asistió al concierto fue bastante pese la mala fecha. Un concierto más, simplemente. Tampoco especialmente destacable. 7 sobre 10.

Texto: Dani Rubio

Fotos: Carlos Oliver

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