Parece que PRIMAL FEAR han decidido explotar
de nuevo su vena más heavy. No quiero decir con esto que su anterior
disco no fuera Heavy Metal, pero si me dio la impresión de que pisaron
demasiado el freno. Supongo que quisieron cambiar de tercio para no repetir
la fórmula empleada en Nuclear Fire, lo cual fue en detrimento de Black
Sun, resultando éste un disco tremendamente aburrido, insulso y carente
de ideas.
Pero las cosas han cambiado para Devil´s Ground, la banda
ha recuperado lo que mejor se les da, el término medio entre la caña
desenfrenada de Nuclear Fire y el ostracismo desolador de Black Sun, es decir
retomando la onda del que para mi es el mejor disco de la banda, Jaws Of Death.
Con este disco definieron su personalidad abandonando incluso los numerosos
guiños al Metal Alemán que había en su debut, pero inexplicablemente
la obviaron en su siguiente lanzamiento, editando un disco compuesto con el
Painkiller de Judas Priest en la cabeza, lo que contribuyó a que muchos
se reafirmaran en ver a PRIMAL FEAR como un mero clon de los
británicos.
Está claro que PRIMAL FEAR es un grupo
hecho con la imagen de los maestros en la cabeza, pero lo que también
está claro es que PRIMAL FEAR son un grupo de Heavy
Metal, lo cual hace que la referencia al quinteto de Birmingham sea obligada.
Introduciéndonos en el disco, no hay nada nuevo en esta
quinta entrega de los alemanes, pero se deja notar una nueva inspiración
en el grupo, la apertura con Metal Is Forever puede resultar un poco tópica,
pero a medida que el disco avanza, vas encontrándote con temas que consiguen
llamar tu atención, caso de Suicide And Mania, que abre con un riff amenazador
para desembocar en un estribillo clásico de la banda, Visions Of Fate
comienza de una forma un tanto épica gracias a los teclados de fondo,
pero no pierde fuerza a pesar de su estribillo a medio tiempo, Sea Of Flames
trae la caña gracias a un riff realmente heavy, al igual que Soulchaser,
todo un ataque frontal.
Algo que pienso que ha sido muy beneficioso para el grupo ha
sido la vuelta del guitarrista Tom Naumann, que aunque no es ningún superdotado,
casa perfectamente con el grupo, gracias sobre todo a su uso de los armónicos
y a su forma de tocar tremendamente heavy. El sonido del álbum es clásico
PRIMAL FEAR, guitarras limpias y afiladas al máximo,
y baterías contundentes y poderosas, ésta vez grabadas por el
batería de Annihilator Randy Black, tras la deserción de Klaus
Sperling.
El disco no deja tregua, magníficos temas como Colony
13, Heart Of A Brave, la más alemana del disco o el medio tiempo Wings
Of Desire, con claras reminiscencias de Under Your Spell, hacen que el álbum
sea un magnífico regreso, mucho más acertado que su anterior obra,
y que devuelve a PRIMAL FEAR a un nivel que parecía
que les quedaba un poco grande.
No creo que nadie que disfrutara con los anteriores discos
de la banda, no lo haga con éste, y es más, creo que le devolverá
una confianza en el grupo que muchos habíamos perdido.
Antonio Cerezuela