Desde finales de la década de los 90 hasta hace un
año o dos hubo tal profusión de bandas clones y sonidos mil veces
oídos en los discos de nueva factura que nos obligaron a hablar con chufla,
desprecio y términos casi siempre despectivos sobre todo lo que oliera
a metal centroeuropeo, power metal actual o cómo prefiráis denominarlo.
Afortunadamente parece que las bandas se van dando cuenta de que merece más
la pena aportar su granito de arena y ser originales que copiar descaradamente
a sus bandas favoritas sin aportar realmente nada a la escena heavy actual.
Pues bien, todavía hay algunas bandas que no se dan
cuenta de que hacer exactamente lo mismo que hicieron otros hace años
no es el mejor camino para triunfar. Lamentablemente este es el caso de estos
finlandeses que con su segundo disco no hacen más que confirmar lo que
ya sospechábamos con su primer lanzamiento llamado «Beyond reality»,
que prefieren apuntarse al «sonido masa» antes que buscar una personalidad
y originalidad que les lleve a ser una banda importante en vez de una más
dentro de las bandas de power metal que han surgido en los últimos años.
De hecho, su compañía define a Dreamtale cómo un grupo
de «true power metal» y ellos mismos no esconden en ningún
momento sus influencias con Sonata Artica, Helloween, Rhapsody y sobre todo
Stratovarius a la cabeza. Esto nos lleva a pensar sin duda en una coctelera
donde se mete lo bueno (y lo malo) de muchos, se agita y resulta un cocktail
mil veces oído, grabado y sufrido que ya satura demasiado.
La banda sigue liderada por el guitarrista Rami Këranen
(también vocalista en el primer trabajo) y cómo cambios sustanciales
en la formación de este segundo disco destacamos la entrada del productor
y bajista Pasi Ristoilanen, y del vocalista Tomi Villtola (una especie de Kotipelto
pero sin garra ni fuerza ninguna). También quiero destacar en este sentido
una colaboración femenina que me parece de lo más interesante
del disco. Se trata de Sanna Natunen, una vocalista que, cuando se olvida de
intentar imitar a Tarja Turunen de Nightwish, aporta un toque vocal muy dulce
e intenso que es de lo poco que le da color real al disco.
Evidentemente todo suena muy pulcro, limpio, técnico
e incluso contundente por momentos (cómo era de esperar, está
masterizado por Mikka Jussila en los famosos Finnvox Studios) pero lo cierto
es que esto ya no es suficiente para que un disco convenza. Existen otras características
cómo son la personalidad, el feeling a la hora de interpretar unas composiciones,
una magia o talento innato (y si se busca copiar el de otros nunca sabrás
transmitir el tuyo) y la originalidad de una propuesta que hacen de un disco
algo especial o una simple caja con un cd dentro que olvidarás para siempre
en tu estantería. En este caso lamentablemente nos encontramos con el
segundo caso, un disco técnicamente y objetivamente bueno pero que no
dice ni transmite nada importante. «Ocean´s heart» es power
metal del más denostado, copiado e insustancial: los ritmos galopantes
ya no impresionan a nadie, el teclado martillea más que acaricia, las
guitarras son tan lineales y rápidas que aburren en la mayoría
de los casos, la voz no transmite fuerza ni feeling ninguno e incluso la imagen
del grupo (todos de negro y con el pelo o rapado o largo, completamente liso
y sin personalidad ninguna) no dice nada.
Hablando de lo que encontramos en este segundo disco de Dreamtale,
tenemos que decir que «Ocean´s Herat» se compone de 12 temas
con su inevitable intro (cuando se darán cuenta que esto aburre más
que aportar nada interesante cómo obertura del disco) y en él
encontramos composiciones rápidas, temas netamente powermetaleros, melodías
happies por doquier y en definitiva, poca chicha realmente. Podemos hablar de
canciones rápidas con el inevitable sello de Stratovarius por bandera
cómo «Chosen one», «Two hundred man» o «Rising
wind», temas más melódicos cómo «Tears»
o «Fool´s gold» e incluso de canciones a medio tiempo cómo
«My only wish» o «If you will go». Realmente sólo
me gustan tres temas cómo son la facilona y comercial (aunque interesante
al fin y al cabo) «Fool´s gold», la pegadiza «Tears»
(con colaboración femenina dando un toque distinto al tema) y la balada
«If you will go», lo que, a mi modo de ver, es muy poco bagaje para
un disco de 12 canciones.
Se puede hablar de gustos, estilos o nacionalidades incluso
pero sigo pensando que esto es música para chavales (dicho con todo el
respeto para todo aquel que empieza en esto y necesita conocer cosas poco a
poco hasta que llegue un momento que tenga criterio propio para escuchar variedad
y escoger) y para aquellos que se inician en el heavy y se conforman todavía
con poco o consideran que sonar así y tocar rápido y demás
es la panacea del metal.
Lo dicho, si te gustan los ritmos facilones, «cantos
de sirena», canciones comerciales,… y te apetece sólo mover
un poco los pelos y hacer gorgoritos sin más, puede valer. Eso sí,
si buscas algo más, lo siento pero este disco y esta banda se queda en
el camino cómo una más entre las mediocres propuestas power que
han surgido en los últimos años imitando a sus ídolos.
Si te gusta el metal europeo actual te pueden entrar pero aún así
te recomiendo humildemente que escuches a Stratovarius, Helloween, Gamma Ray,
Edguy, Blind Guardian y demás bandas que sí merecen la pena dentro
del power metal europeo contemporáneo antes que perder el tiempo con
sus copias.
Track list:
1 – Ocean’s Heart
2 – Chosen One
3 – Angel Eyes
4 – Fool’s Gold
5 – Two Hundred Men
6 – The Awakening
7 – Tears
8 – Garden Of Eternity
9 – My Only Wish
10 – If You Will Go
11 – Rising Wind
12 – Return To The Sea
13 – Whisper
David Esquitino – www.rafabasa.com (david_esquitino@rafabasa.com).
«Corsarios del metal», martes de 0:30 a 1:30 en Radio Enlace (107.5
fm)
para el norte de Madrid y www.radioenlace.org para el resto de España.
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