Grabación tras grabación, BURNT BY THE SUN han
ido puliendo un estilo que ya de por sí puede considerarse original y
refrescante dentro de una escena americana bastante saturada. Si su MCD de presentación
(«BURNT BY THE SUN«, 2001) representó la dureza y fiereza
en bruto de un grupo dispuesto a dar mucho que hablar y su primer larga duración
(«Soundtrack To The Personal Revolution», 2002) la búsqueda
y la experimentación, su nuevo trabajo, «The Perfect Is The Enemy
Of The Good», reúne lo mejor de ambos. La música de los
de New Jersey es una muestra de que no hace falta tocar a la luz del sonido
para crear obras demoledoras y, sobre todo, rompedoras. La técnica, la
compenetración total entre los músicos y una energía desgarradora
sobre los escenarios son algunas de las armas que han hecho de BURNT BY THE SUN ya una referencia.
«The Perfect Is The Enemy Of The Good» comienza
con una intro con ruidos y voces, nada destacable, a menos de su título,
«Abril los Ojos» (¿no sería «Abrid los Ojos»
la forma correcta?). Seguidamente, «Washington Tube Steak», un tema
directo y con mucha rabia, ideal para abrir un disco. No obstante, se trata
de una composición que arranca muy duro y va «in decrescendo»
en su transcurso. «Battleship» es un gran tema que recuerda muchísimo
a Human Remains, banda de cuyas cenizas surgió gran parte de la filosofía
y el buen hacer de BURNT BY THE SUN. Ese inicio de guitarra haciendo «tapping»
y los ritmos intermedios entrecortantes y compulsivos son marca de la casa.
«Forlani» es la típica muestra de una sabia
combinación entre ritmos lentos y densos con otros rápidos, con
una estructura muy estudiada y evitando a la vez cambios sin sentido. La parte
final del tema es totalmente demoledora. «180 Proof» nos traslada
a unos ritmos que recuerdan las primeras grabaciones de la banda, con muchas
pausas y pequeños silencios que se resuelven a la perfección con
la convincente aportación vocal de Mike Olender. De nuevo, una canción
con numerosos giros y variaciones.
Tras otra corta intro con ruidos de interferencias, se alza
«Arrivial of Niburu», un tema instrumental basado en un constante
e hipnóptico riff que cobra forma y fuerza gracias a la labor de un fantástico
y experimental Dave Witte a la batería. «Patient 957» se
inicia con un sonido de guitarra 100% Morbid Angel, es inevitable, a la vez
que curiosa, la referencia. No obstante, el tema no se aleja de los parámetros
más característicos de BURNT BY THE SUN. «2012» es
la canción más agresiva del álbum, acercándose a
veces a sonidos crust y grind, una verdadera bomba de relojería.
Otra pequeña intro, con más interferencias y
voces de fondo para dar inicio a «Spinner Dunn», quizás el
tema más original, gracias en gran parte a su inicio de marcadas influencias
árabes. Destacable también su parte final, melódica y a
la vez apocalíptica, recordando a unos Today Is The Day en sus mejores
momentos. «Pentagons and Pentagrams» y «Rev 101» ponen
punto final al disco, con más dosis de rapidez y técnica, nunca
reñidas, como bien han demostrado siempre BURNT BY THE SUN.
Carlos Oliver
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