Segundo disco de los Suecos, otra vez repitiendo con la discográfica
Arise. Haciendo un pequeño resumen de su trayectoria, decir que se formaron
en 1998 bajo el nombre de Powerage, como una banda únicamente de versiones.
Después de los típicos cambios de formación y de nombre,
lanzan varias maquetas y no es hasta el 2002 que fichan con la discográfica
española Arise. «Perpetual Twilight» fue su disco debut,
un debut que dejó indiferente a muchos. También participaron en
la segunda parte del tributo a HELLOWEEN con una desafortunada versión
de «Twililght Of The Gods».
Muy pronto han atacado con su segundo lanzamiento, pero la
mejora con respecto al anterior, ha sido portentosa, realmente no me lo esperaba.
En esta ocasión han prescindido de la masterización del omnipresente
Mika Jusila, pero no de los estudios Underground Symphony, consiguiendo un sonido
más compacto,
Después de «The Descending» (la intro de
rigor), es «Infernal Angel» la que colma nuestros oídos con
la ímpetu de su Power Metal melódico, veloz, con buen sonido,
muy al estilo de los SONATA ARCTICA del «Eclíptica», un álbum
de referencia, aunque lo que hayan hecho después sea bastante lamentable.
Se han cuidado al detalle los estribillos, cada uno de ellos es asimilable y
se dejar querer y tararear.
«Blind Leading The Blind», se inicia con un Stratovarico
teclado, y continúa con un buen trallazo a doble bombo a piñon
fijo, con una melodía muy bien conseguida, el mayor atractivo sin duda
de esta banda, es éste. También destacar el trabajo lírico
desempeñado en su mayoría por el guitarrista Thomas Eriksson,
donde en «Don’t Hide Your Eyes», encuentra un lugar perfecto
para proclamar unos ideales tan utópicos como correctos, a la vez que
conseguir musicalmente hablando un hit single, que será 3, 2 o 1, como
diría aquel impresentable presentador radiofónico. De lo mejor
del álbum sin ninguna duda, bello e intenso. La voz de Magnus Winterwild
(algo así como Magnánimo InviernoSalvaje), se muestra en ocasiones
monótona, pero mejor eso que intentar hacer el payasete con agudos ridículos
como hacen otros.
El tema que da título al disco es el más largo
en cuanto a duración, 7 minutos, corte en el que bajan la comercialidad
en pro de una mayor dosis de instrumentación. «Abandoned»
nuevamente se inicia con los teclados, también tocados por Magnus, los
cuales son puntuales y ambientales, dejando gran parte del protagonismo a unas
guitarras que mantienen un nivel bastante bueno, sin llegar a extremos virtuosos.
Un medio tiempo sin un estribillo demasiado claro, dando paso a «Children
Forlorn», un tema otra vez de esos que tan fácil enganchan a unos,
y repudian otros, ya sabemos que el Power Metal está últimamente
en el punto de mira, o lo amas a escondidas, o lo odias públicamente.
«Death Denied» sigue en la línea, pero bajando
un poco el listón, y «Blackout», (nada que ver con el clásico
de SCORPIONS), es un tema que podrían haber firmado los SONATA, veloz
y directo con buenas melodías. Cerrando el disco, tenemos la balada «Northern
Sky» (¿Dónde habré escuchado ese título antes?),
con la voz y los teclados de Magnus únicamente, una emotiva y sincera
copla que sirve para cerrar un trabajo que se escucha con sumo gusto.
Esto es todo, un gran disco, con nota alta, según mi
opinión, no solo por tener calidad, sino también por la mejoría
con respecto a su primer lanzamiento, y a la juventud que atesoran estos chavalotes
nórdicos.
Álex Sánchez
alex_sanchez@rafabasa.com
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