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KILL 2 THIS
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Barcelona, 6 de noviembre. Sala Razzmatazz 2
MACHINE HEAD, una de las grandes bandas de
metal que arrasaron a mediados de los 90, volvían a nuestro país.
La visita de Rob Flynn y sus secuaces quizás no hubiese sido tan esperada
a no ser de que se presentaban con un excelente disco bajo el brazo, «Through
The Ashes of Empires», para muchos el disco que habría de haber
sido la perfecta continuación de «The More Things Change»,
para otros la vuelta a los mejores momentos de la formación y para la
gran mayoría una buena dosis de metal hecho con furia e inteligencia
y surgido, en gran parte, de la mente del tipo simpático que está
hecho Flynn, un frontman con un verdadero par de cojones para tirar por el suelo
a cualquier crítico o listillo que califique de «nu-metal»
(¿?) a cualquier estilo que se aleje del heavy metal más clásico.
KILL 2 THIS
El cuarteto británico KILL 2 THIS
fueron los encargados de abrir la noche con una sala Razzmatazz 2 algo vacía
todavía. Pese a tener cierto éxito en su país de origen,
los ingleses no han adquirido un gran reconocimiento en nuestro país
y pocos recordaban algunas visitas suyas anteriores. A pesar de ello, la banda
puso mucho empeño para empezar a calentar un poco a la audiencia e incluso
en algunos temas el público presente en la sala se animó a corear
sus canciones más pegadizas. Todo gracias, en gran parte, al carisma
de su cantante, Phil Bretnall, quien no paró de acercarse y abalanzarse
hacia el público durante repetidas ocasiones, y del original guitarrista
y fundador de la banda, Mark Mynett. Sin duda ,KILL 2 THIS
son de esas bandas que saben estar a la altura, sin buscar el ego y protagonismo
excesivo y aportando su música como principal estandarte.
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Con un estilo contundente (especialmente, en las bases más
rítmicas) pero a la vez melódico (gracias a los amplios registros
de voz de Phil) y con la ayuda de samplers (en su justa medida, sin abusar,
lo que es gratificante) la banda presentó sus temas más representativos
de su casi década de historia. Otro punto positivo fue que, pese a acabar
de sacar el mercado su disco «Mass.[Down.]-Sin-(Drome)», el repertorio
fuese una especie de grandes éxitos de KILL 2 THIS,
tocando, a partes iguales, temas de sus primeros y últimos trabajos discográficos.
Con una iluminación justa y un sonido bastante regular para una formación
de estas características, los ingleses sacaron adelante su actuación
con gran profesionalidad.
Los últimos temas tocados, que correspondían
con los más representativos de la carrera de KILL 2 THIS,
fueron los más correspondidos por la audiencia, cada vez más abundante.
Los mejores momentos de la actuación llegaron así con «Freedom
of Speech» (con Phil cediendo el micro a los seguidores de las primeras
filas coreando el estribillo «¡Destroy…Erase…A new World…the
New Way!) y «Another Cross To Bare», de su homónimo primer
disco.
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Un correcto concierto, aunque para muchos sin pena ni gloria,
ya que pocos les conocían en profundidad y habían acudido en pleno
a ver a MACHINE HEAD.
Set list KILL 2 THIS: «Suburbanality»,»Crucified»,»Figure
of Eight»,»Trinity»,»Frame By Frame»,»Winter
Green»,»Faithrape»,»Freedom of Speech»,»Another
Cross»,»The Flood».
MACHINE HEAD
Minutos antes de que MACHINE HEAD saltasen
al escenario muchas eran las dudas de quienes han seguido de cerca de la historia
de la banda…¿sonará tan bien el nuevo disco en directo como
en estudio? ¿tocarán gran parte de sus mejores temas (es decir,
de sus dos primeros discos y, en especial, de «Burn My Eyes»)? ¿se
olvidarán de sus trabajos más mediocres?
Bueno, pues allí estaban Rob Flynn y compañía
para sacarnos de dudas y, a gusto de un servidor, con la mejor formación
que jamás hayan tenido. En una gran parte, gracias a la fantástica
y estable incorporación a la banda (tras haber actuado ya con el grupo
a finales del tour del pasado disco) del guitarra solista Phil Demmel, quien
en los años gloriosos del thrash metal de la Bay Area (snif, que buenos
años aquellos…), formó parte junto a Flynn de una de las míticas
bandas del género, Vio-lence, que, aunque en Europa fueron injustamente
olvidados, en los States arrasaron. Sin duda, Demmel ha aportado a la banda
la frescura que habían perdido en los últimos años y ha
sido pieza clave del excelente estado actual de MACHINE HEAD.
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Con la intro de «Imperium» se desata la histeria,
que explota con el inicio de este tema, plagado de riffs al más puro
estilo clásico MACHINE HEAD. Un grandísimo tema
para abrir un show. Casi sin respiro, enlazan la canción con «Take
My Scars», de su segundo álbum «The More Things Change»,
que no puede tener mejor acogida por parte del público.
Un pequeño descanso, donde Rob aprovecha para saludar
al público, vaso de vino en mano (empieza a ser típica esta imagen
del cantante por nuestras tierras), con un efectivo «¡Salud!».
En su alocado discurso Rob anima al público a pasárselo bien,
«a beber, fumar, volverse loco y a disfrutar con la música de MACHINE
HEAD«.
Tras lanzar el vaso al público, atacan con «The
Blood, The Sweet, The Tears», una de las pocas canciones de «Burning
Red» que siguen gozando de gran aprobación entre los fieles seguidores
de la banda. Razzmatazz 2 (cabe decir que, varios días antes, la actuación
estaba prevista que se realizase en la sala principal de Razzmatazz) presenta
un sensacional registro, sin llegar tampoco a cuotas sofocantes e incómodas,
cosa que se podía en un principio temer, lo cual fue bastante de agradecer.
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Con temas como «Left Unfinished», de su último
trabajo, y clásicos como «Ten Ton Hammer», MACHINE
HEAD son incapaces de defraudar a nadie. Rob, como siempre, se muestra
con un gran carisma y conecta a la perfección con el público barcelonés
(de hecho, son muchos los lazos de amistad que unen a Flynn con la Ciudad Condal).
Es curioso y agradable ver a Phil Demmel comportándose como un niño
con zapatos nuevos, saltando y disfrutando segundo a segundo y canción
a canción durante todo el show. El bajista Adam Duce aportó su
grano de arena, con su demoledora y musculosa apariencia y Dave McClain hizo
de lo suyo una gran faena detrás de una batería que, de forma
original, se mostraba alzada sobre una alta plataforma con dos paneles ilustrados
con los tradicionales logos de MACHINE HEAD a ambos lados del
escenario, que cubrían los amplificadores. Sobre el sonido, únicamente
decir que durante toda la actuación de MACHINE HEAD
fue excelente, muy superior a lo normal que se suele exigir a una sala de mediana
capacidad.
«Trephination» es el único tema que tocan
de su anterior trabajo, «Supercharger», considerado un poco como
un disco maldito, más por su fecha de aparición (justo poco después
del fatídico 11-N) y en menor grado por su contenido. La euforia baja
algo de nivel hasta que Rob hace se dirige de nuevo al público (vaso
de vino en mano, of course!) y anuncia el siguiente tema, nada más y
nada menos que «Blood For Blood» (¡1..2..3…4!.. y el público
enloquece de nuevo). Por cierto, en este tema Flynn se enfunda una BC Rich Warlock
roja y trasparente algo cutre y cantona.
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Tras este tema, el grupo se toma un descanso (y la audiencia
también). De mientras, se colocan unas guitarras acústicas sobre
el escenario, lo que sorprende a más de uno. Ya de nuevo en escena, empiezan
a tocar «Descend The Shades of Night», el último tema del
nuevo disco, una canción muy tranquila en sus inicios (quizás
demasiado, para emprender los bises) pero que poco a poco va ganando en energía.
Cuando parece que el público se tranquiliza en exceso, llega el tema
más emblemático de la banda, que es el inevitable y esperado «Davidian»,
el trallazo que daba a inicio a «Burn My Eyes».
Es entonces después cuando la actuación da un
giro inesperado, coincidiendo con la improvisación y la broma de Rob,
a quien parece que le empiezan a hacer efecto esos vinos que ha ido degustando
poco a poco. Algo así como un pequeño regalo de la banda, las
sorpresas comienzan con la canción «Feel Good Hit of the Summer»
de los Queens Of The Stone Age, puro y áspero rock con unas letras de
lo más desfasadas en honor a todos los vicios y sustancias psicóticas
(«Nicotine, Valium, Vacodin, Marijuana, Ectasy and Alcohol…Co-co-co-co-cocaine!!!).
En fin, un descontrol, aunque si que es cierto que gran parte de la audiencia
no reconoce el tema, ya que los QOTSA no son, ni mucho menos, una banda de metal
sino de crudo stoner. La cosa cambia cuando empiezan a tocar, ni más
ni menos, que «Creeping Death». La gente disfrutó muchísimo
gritando «Die, die, die…», como si estuviesen viendo a los jodidos
Metallica en sus mejores momentos.
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Vuelta a la normalidad y para despedirse de la audiencia,
MACHINE HEAD eligen «Block», un tema totalmente
cargado de furia y rabia y un Rob Flynn dejándose la garganta gritando
«Fuck it All!!!!!!!». Excelente manera de acabar un concierto, dejando
extasiado a todo el público.
Definitivamente, MACHINE HEAD han vuelto
y a lo grande. Muchos fuimos los que disfrutamos trasladándonos 9 años
en el tiempo, cuando Rob Flynn y Co. empezaban a hacer grande una banda que
se hacía llamar MACHINE HEAD.
Set list MACHINE HEAD: «Imperium»,»Take
My Scars»,»The Blood, The Sweat, The Tears»,»None But
My Own»,»Left Unfinished»,»Ten Ton Hammer»,»Trephination»,»The
Burning Red»,»Presence»,»Blood For Blood»,»Descend
The Shades Of Night»,»Davidian»,»Block».
Texto y fotos: Carlos Oliver
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