Como su título indica sexta obra en estudio de
esta formación alemana y una nueva dimensión y giro en su
sonido.
Poco queda ya de aquel rock melódico pomposo y lleno
de teclados que practicaba la banda en sus comienzos bajo la denominación
de Kingdom en el 88, de hecho de aquel entonces sólo permanece en
el grupo su guitarrista Axel Ritt.
Ahora y tras la línea que empezó a marcar
su anterior disco «The Artefact», la historia ha cambiado, con
una enorme solidez en su base rítmica con los recién llegados
Stephan Koellner (Symphorce) a la batería y Sandro Lo Guidice (Circle
of Pain) al bajo, con menos presencia de los teclados de Erdmann Lange,
aunque la sigue habiendo en buena proporción en temas como «Burning
Red» o «Time Machine». Por su parte el pluriempleado Carsten
Schulz (también en Evidence One y colaborando últimamente
en numerosos lanzamientos) mantiene una buena forma vocal, aunque quizá
por la novedad me gustó más en «The Artefact».
Esto mismo me sucede con los temas, hay algunos bastante
interesantes, como el ya comentado «Burning Red», la más
heavy «Your Favourite Curse», «Young Hearts Can Fly»
quizá la más melódica y con mejor sonido de guitarra,
y sobre todas ellas la festiva «King’s Tears» ideal para un día
de celebración cervecera con unos coros grandilocuentes que invitan
a no parar de brindar. Por otra parte el disco incluye un par de curiosidades,
una original versión de «Rats in the Cellar» de Aerosmith
y el video clip de «Charade», tema de su anterior disco «The
Artefact».
Un buen disco, pero un poco inferior a otros trabajos
del grupo. A despabilar un poquito.
Mariano Palomo (Alianza)