Con el paso del tiempo y la escucha de tanto material como
un periodista de heavy requiere escuchar (no es que me esté quejando)
cada vez uno se vuelve más exigente. Todo viene a que esta banda australiana
BLACK MAJESTY practican un estilo que ya se ha escuchado hasta
el hartazgo, el power metal. Un debut con una muy cuidada producción
y con calidad, eso es innegable, pero con el peso a espaldas de estar compitiendo
en un mercado repleto de bandas excelentes, buenas, regulares y desafortunadamente
muchas mediocres. No puedo decir que este último sea el caso de este
quinteto, pues si bien la originalidad no es lo suyo, desempeñan su trabajo
con calidad.
Le tema abridor «Fall Of The Reich» tiene poder,
riffs de guitarra y una batería rápida acompañando al agudo
vocalista (¿cuantos de ustedes ya se imaginaban que escribiría
esto?), ese es el gran problema, todo suena igual. En fin, tomando el asunto
más en serio, «Legacy» vale la pena por su rapidez y melodía
que serán la delicia de los amantes del género que buscan más
y más bandas con estas características.
Un punto a destacar es la colaboración de su compatriota
Danny Cecati, quien es más conocido por haber sido el vocalista de Pegazus
y que ahora aporta su talento al tema «Guardian» que muestra toques
progresivos, lo cual desafortunadamente hay que aceptarlo, también se
esta convirtiendo en una moda usada indiscriminadamente. Para mi gusto uno de
los mejores temas del disco es el que le da nombre «Sands Of Time»
que inicia con una guitarra acústica tornándose en un tema power
rápido y muy melódico al estilo de Edguy.
El punto débil de BLACK MAJESTY es
su cantante que más bien es mediocre, no me malinterpreten, no es lo
peor que haya escuchado pero es un cantante sin mayor personalidad, que en «Journey´s
End» demuestra que su trabajo podría haberse hecho por otro vocalista
promedio cualquiera sin mayor diferencia.
Teclados por todas partes en «Beyond Reality» y
las mismas melodías que se manejan en todo el disco llevan al tedio en
este penúltimo tema de un disco debut que tiende a alargar los temas
de forma un poco excesiva, lo cual puede llegar a hacerse pesado y repetitivo
para quienes no sean fanáticos del género. El otro tema destacable
es el que cierra «Lady Of The Lake», una balada decente, pero es
un poco paradójico que en un disco de power una balada sea de lo más
destacable…cosas de la vida.
Siendo partidario del power metal debo decir que este disco
no me desagradó del todo sin embargo y tristemente, será uno más
en la gran masa de discos que salen al mercado cada mes. Calidad si, originalidad
ni un poco.
Germán García. german_garcia@rafabasa.com
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