DEEP PURPLE – OBUS – AMSET
Sábado 25 de octubre – La Cubierta – Leganés
– Madrid – 2ª Parte
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¿Hacemos un triunvirato de grandes reyes del rock? A
ver… LED ZEPPELIN, BLACK SABBATH y DEEP PURPLE. A parte
de gustos personales, fanatismos y preferencias, es claro que DEEP PURPLE
es una de las más grandes bandas del rock de siempre, y así lo
demostraron clarísimamente ante más de diez mil de sus más
fieles seguidores esta noche en La Cubierta, con un sonido estupendo que certificó
que en dicho local con empeño de los técnicos, buen equipo y una
banda de verdad sobre el escenario se puede sonar muy bien como ellos lo hicieron,
acompañados de un lujoso juego de luces, una gran parte de sus mejores
y esperados históricos temas, algunas de sus nuevas composiciones pertenecientes
a su nuevo c.d. «Bananas», gran simpatía y entrega y un escenario plagado por todas partes de telones y mamparas llenas de plátanos.
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Ian Gillan, a pesar de sus 58 años cantó muy
bien, se movió con estilo, y con su carisma innato y su educación
de caballero elegante nos hizo sentir bien, muy bien. No es claramente el Gillan
exultante, descarado y espectacular de la época de «Made In Japan»
lo que es casi imposible, pero si conserva una buena voz que sin llegar a los
tonos más elevados sigue siendo la del gran cantante que fue y es. Acompañó
a la banda con su simpatía, buen rollo, y vestido con pantalones bombachos
y descalzo no paró de tocar su pandereta y moverse de un lado a otro
del escenario. Un 10 para él, y toda la banda.
Roger Glover es un viejo lobo de mar, sobre el que recae en
gran medida casi todo el peso de la banda, y así se muestra con su feeling,
su marcada personalidad y gran porte. Con sus canosas barbas y su habitual pañuelo
«a lo pirata» en su cabeza, marcando el ritmo con su bajo como un
reloj perfectamente engrasado, se manifiesta como un bajista perfecto para ser
el cómplice ideal de un Ian Paice de clase incomparable a las baquetas.
Siempre fue de mis baterías favoritos, y lo sigue siendo. No es un «virguero»
ni se luce de forma espectacular, pero su sobriedad, su refinada técnica
y su vieja escuela son magistrales. Fue una gozada verle feliz una vez más,
con sus gafitas de intelectual, y su sonrisa. Sinceramente, yo que he tenido
el placer de entrevistarle varias veces os confirmo que además de gigantesco
batería es un tío realmente entrañable.
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El teclista Don Airey fue otro de los protagonistas del show.
Es claro que muchos prefieren, seguirán prefiriendo y echaron de menos
a Jon Lord, pero siendo sinceros, yo no le añoré, quizás
solo un poco por el símbolo que supone su figura, pero nada más,
ya que Airey, además de ser un contrastado y veterano teclista, posee
casi la misma talla de Lord, como músico e intérprete. Hablar
de ello es como discutir la gran realidad que supone que Ritchie Blackmore ya
no está desde hace mucho en DEEP PURPLE. Es claro que
la banda no es la misma sin Lord ni Ritchie, y que ambos son más DEEP
PURPLE que Don y Morse, pero siendo prácticos y realistas debemos
reconocer que tanto uno como otro son sustituidos por otros dos grandes maestros.
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Es indudable que Blackmore es el personaje que todos añoramos
y que todos soñamos como futuro guitarrista de PURPLE
para una gira de despedida o algo similar… todo es posible. ¿No
ha vuelto Halford a JUDAS PRIEST?, pero actualmente todos sabemos que Blackmore
vive alejado del mundanal ruido haciendo folk rock y enamorado de «su
rubia» Candice, y Gillan sigue odiando a Ritchie, por lo que su vuelta
se torna como casi imposible. Lo de una vuelta de RAINBOW sería más
viable, aunque quien sabe…
De cualquier forma el guitarrista Steve Morse sigue siendo,
para mí y para muchos, el mejor ingrediente como músico y ejecutante
de los actuales DEEP PURPLE desde hace años. Morse es
y fue mágico esta noche. Su forma de tocar es majestuosa, posee un sonido
y una técnica increíble y ejecuta cada acorde y solo como el gran
monarca de las seis cuerdas que es. Hace sus propios solos, verle y oirle tocar
es una gozada, y además posee una gran imagen y vive cada fragmento ejecutado
por sus dedos de forma soberbia. Para mi es y fue lo mejor de ésta gran
noche.
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Salieron a escena como si lo hicieran al salón de su
propia casa ante el rugir de los más de diez mil fans con «Highway
Star» con un sonido perfecto, como ya he dicho. La sorpresa fue el segundo
tema: «Woman From Tokyo»… ¡qué bueno, que tiempos,
que recuerdos! La ejecución fue perfecta, Gillan sin ser el de antaño
dio la talla y Morse se lucía y contorneaba su cuerpo con estilo al son
de sus riffs y solos. Más de uno ya había orgasmado de júbilo
al segundo tema, y no era para menos. «Silver Tongue» de su nuevo
c.d. «Bananas» paso casi desapercibida y le sirvió a Gillan
para tomar algo de aire ya que es un tema más reposado.
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Cuando llegó «Strange Kind Of Woman» muchos
lloraron internamente, y hasta es posible que externamente de felicidad. Fue
bestial, con Morse de nuevo como líder, Paice magnífico, y Gillan
un tanto discreto en la parte de los famosos gritos. Llegó después
«House Of Pain», para mi el mejor tema de «Bananas»,
pero que como el resto de los temas de éste nuevo álbum pasaron
sin pena ni gloria. Además de los dos citados creo recordar que tocaron
«Contact Lost», «Haunted» y «I Got Your Number».
Tras éste llegó el gran solo de guitarra de Morse, acompañado
al principio por la banda, y después el de Airey que nos deleitó
al piano con un fragmente del Concierto de Aranjuez, fundido con un pequeño
recuerdo a Mozart, para terminar en un solo lleno de efectos y espectacularidad.
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Es claro que los fans querían escuchar y rememorar las
más míticas canciones. «Lazy» levantó a «la
peña» precedida de un impresionante solo de Don Airey, «Space
Trucking» estratosférica en todos los sentidos, y las magistrales
del 84 «Knocking at your back door» (el principio) y «Perfect Strangers»
del álbum del mismo título. El final llega con el mitológico
«Smoke On The Water».
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Todos queríamos más, DEEP PURPLE
estaban felices por el calor incomparable del público que llenó
La Cubierta, y no se hicieron esperar para hacer el bis. Paice se marca un pequeño
solo, el segundo de la noche, Glover un mini solo de bajo, y suena «Hush»
y todo el mundo canta el «Na, na, na, na…» Airey, que lució
en el bis un sombrero blanco, y Paice no paraban de sonreír felices,
incluso el teclista aplaudía el énfasis y entrega del público.
Para cerrar «Black Night», y todos a casa… ¿Quiénes
fueron más felices tras y durante el concierto, PURPLE
o todos nosotros? Una noche fantástica… ¡¡Gigantesca!!
Texto y Fotos: Rafa Basa
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre
ellas.
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