Qué gran banda es FALCONER, y sobretodo
su alma pensante Stefan Weinerhall. De él salieron prácticamente
todas las ideas para la banda de culto MITHOTYN, editando tres discos magistrales
de un Pagan Death altamente recomendable. Una vez deshecha la banda, se decantó
por el Power Metal, pero sin dejar de lado su estilo característico a
la guitarra y sus evocadoras melodías.
Este tercer trabajo de los Suecos era realmente un paso muy
importante, tras dos trabajos inmensos como fueron «Falconer» (1991)
y «Chapter From A Vale Forlorn» (2002), ha llegado el momento de
cierta ruptura. Una ruptura marcada por la marcha de su cantante Mathias Blad,
parece ser que por problemas de agenda, estaba muy metido en cosas de teatro
y musicales, las cuales le impedían estar de pleno en el proyecto de
la banda, y también en la portada, dejando de lado los tonos oscuros
y marrones, y poniendo una portada más standard, como standard también
se puede considerar la entrada de la nueva voz del grupo, Kristoffer Gobel,
que aunque no sea una mala adquisición, como siempre, la marca de los
cantantes suele ser traumática. Mathias le daba un toque muy original
a la banda, ya que su registro era muy hardrockero, realmente muy hermoso (que
nadie me entienda mal), en cambio Kristoffer (Kris para los amigos), es el típico
cantante de Power muy dado a las subidas repentinas y a las notas agudas. También
han dejado un poco más de lado las influencias de su folklore natal,
antes muy palpable en canciones tan especiales como «We Sold Our Homestedas»
o «Per Tyrssons Dottrar I Vange».
Pero también tenemos a los FALCONER llenos de magia,
sobretodo en las manos de su guitarra Stefan, creador de unas melodías
muy personales y emocionantes.
Entrando en lo que es el disco, es una obra conceptual, sobre
un rey que muere pero tiene a tres hijos muy jóvenes, y deja el reino
en manos de un siervo fiel, que al final es manipulado y etc etc, … vamos,
que está bien la historieta. «The Coronation» da inicio a
la obra, un tema sin demasiados aspavientos pero muy efectivo, a modo de introducción.
La música sigue los mismos parámetros que antaño, por eso
se hace raro no escuchar la melodiosa voz de Mathias, pero……. la vida sigue.
Y sigue con «The Trail Of Flames», se le ha dado más importancia
esta vez a la batería, sonando más alta, bajando las rítmicas,
con un doble bombo preciso a cargo de Karste Larsson, el viejo escudero de Stefan.
Este tema posee un estribillo rápido, y como será casi una constante
en todo el disco, las voces se doblan, en ocasiones es el mismo Kriss quién
lo hace, y en otras se encargan voces femeninas, todo ello para dar más
consistencia y mayor profundidad. Es un buen tema, pero… le falta algo para
ser FALCONER. ¿Qué será será? Pues
toma ya, aparece, encarnado en el personaje Valdemar, la voz de Mathias hace
acto de presencia, que grande.
«Under The Sword» posee un inicio muy típico
del grupo en las melodías, y unas líneas vocales muy hímnicas.
Los momentos veloces en plan «Mindtraveller» han quedado atrás,
solo en contadas ocasiones, aunque ya en su segundo disco dejaron de lado las
partes speed para centrarse más en las buenas melodías. «Night
Of Infamy», cuarto tema, de 6 minutos, Kriss canta de forma más
aguda en los estribillos, y algunas secciones rítmicas son prácticamente
Death metaleras, cambios de ritmos constantes, subidas, bajadas…vamos, un
temazo. «Hooves Over Northland», voces femeninas junto a la de Kriss,
muy poderoso y muy medieval, (la historia está encajada en 1290, cuando
Marujita, Montiel and Co. recién habían conseguido la mayoría
de edad). Otra vez, lo mejor, las armonías de guitarra.
«Pledge For Freedom», tiene una estrofa muy operística
y grandilocuente, aunque al resto de la canción es como si le faltara
algo, la encuentro un tanto vacía, personalmente creo que las rítmicas
han quedado un poco apagadas. No así con «Ravenhair», un
puñetazo en todos los morros, podría entrar perfectamente en su
primera obra maestra, intensidad y poderío en todo su transcurso, y la
guitarra de Stefan en todo su apogeo, con un estribillo otra vez muy rimbombante.
Por temas como este es por lo que deberían ser grandes.
Llegamos al final con tres joyas, el tema que da título
al disco, una canción que se sale un poco de su estilo, demasiado Power
para mi gusto. Aún así, las pequeñas dosis de genialidad
siguen patentes. «Hear My Pray», como no podía ser de otra
manera, se inicia de forma acústica, para adentrarnos en toda su belleza
poco a poco, sin prisas. Kriss canta de forma muy notoria, imitando creo yo
el estilo de su antecesor. Cerrando, un pequeño tema de apenas un minuto
cantado por Stefan, para dar el punto final a su étapa con FALCONER,
y a un disco espléndido.
FALCONER realizaron un disco que está
entre mis favoritos de la última década, su álbum debut
fue recibido con los brazos abiertos por todos aquellos que supimos encontrar
algo nuevo dentro de la saturada escena de Heavy / Power europea. Su segundo
disco siguió la misma senda, pero ya no nos pilló de sorpresa.
Con este tercer trabajo, siguen por ese mismo camino de distanciamiento y de
personalidad propia. Deben ser grandes, la banda ya cuenta en sus filas de forma
oficial con un segundo guitarra Anders Johansson (creo haber escuchado este
nombre miles de veces), y Peder Johansson al bajo (con una pinta un tanto glammy),
para girar por Europa de forma más continúa. El futuro es de ellos,
y si esto es un disco de transición, como sino lo es, sigue siendo grande.
Muy grande, pero todavía puede serlo más, seguro, creo que si
el potencial de esta gente sale a relucir a pleno rendimiento, nos haremos caquita
encima.
Álex Sánchez
alex_sanchez@rafabasa.com
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