El REY ha vuelto!!! Y de que manera señores, su nueva
obra The Puppet Master supera con creces a su tan alabado predecesor, la tan
cacareada segunda parte del clásico Abigail. Si con House Of God ya apuntaba
en algunos temas un regreso a las formas de sus LP´s más gloriosos,
y con Abigail II seguía conservando esa intención, con éste
nuevo disco sin duda lo consigue, y plasmándolo en unos temas que después
de 18 años de carrera en solitario y tras 10 discos de estudio son de
una calidad tremenda, todo con el inconfundible sello del maestro danés.
Tras la típica introducción con Darkness, un
cañero tema título que puede recordar hasta al clásico
Welcome Home nos introduce de lleno en el álbum, Magic es realmente impresionante,
la melodía del estribillo es magnífica, y el solo de Andy LaRocque
parece sacado de las sesiones de Abigail, un tema muy en la línea de
The Poltergeist o Help, Emerencia es más atmosférica y los coros
femeninos le dan un rollo muy místico, al igual que los teclados.
Si algo ha ganado KING DIAMOND en éste
disco ha sido en la pérdida de algunas partes que se hacían un
tanto más espesas en sus anteriores obras (especialmente en The Graveyard),
sigue habiendo fragmentos oscuros y tediosos marca de la casa, pero la forma
de tratarlos y las voces femeninas los hacen mucho más variados, aparte
de que las guitarras han ganado notablemente respecto a anteriores trabajos,
tienen más presencia, sonando mucho menos hueco y más compacto,
pero seguiré quejándome siempre de esas batería actuales
tan comprimidas y secas, totalmente carentes de peso, empaque, fuerza o brillo,
de verdad, no lo entiendo. Pero sin duda lo que hace de éste disco un
trabajo tremendo son los temas, compuestos con un gusto y una clase me atrevería
a decir exquisitos.
Blue Eyes va creciendo hasta convertirse en un medio tiempo
cañero con unos solos espeluznantes y un estribillo que de nuevo nos
devuelve al Rey de antaño, pero acompañado con unas voces femeninas
que lo dotan de matices muy distintos. The Ritual tiene un riff que con otro
sonido podría ser hasta Thrash Metal, y la melodía de guitarra
del principio y el solo muestra a un Andy LaRocque muy bien acompañado
por Mike Wead, y que ha recuperado de nuevo el placer de deleitarnos con esas
virguerías que parece que tenía un poco olvidadas (o por lo menos
eran más reducidas en los últimos trabajos del Maestro de lo Oscuro).
A pesar de que el disco entra con facilidad, los temas siguen
teniendo numerosos cambios de ritmo y de atmósfera, todo para dar más
vida y credibilidad a la historia. No More Me empieza de forma muy melancólica
para luego desembocar en una pesada estrofa con un psicótico riff de
teclado (ciertas reminiscencias de Cremation), que se te clava hasta el fondo,
Blood To Walk
Comienza muy heavy de forma muy machacona, contrastando con
un estribillo que convierte el tema quizá en el más accesible
del disco (junto a Magic), Darkness nos devuelve la densidad con un riff muy
egipcio y un estribillo (de nuevo con voz femenina) otra vez realmente logrado.
Hay que decir que ha sabido combinar muy bien en éste
álbum la complejidad de sus esquemas con estribillos que te enganchan
y te llaman la atención casi desde la primera escucha, digo casi, porque
hay que tener en cuenta que estamos hablando de KING DIAMOND,
personaje que no se caracteriza por sacar discos especialmente fáciles
de escuchar.
En la parte final del disco So Sad nos llena de una agónica
melancolía con un final realmente épico como colofón en
un tema lleno de sentimiento, en el que Mr. DIAMOND sostiene
un diálogo a lo largo de la canción con la protagonista femenina
de la historia, mientras que en Christmas nos ofrece una particular visión
del clásico villancico del Tamborilero, ahora con una estrofa muy heavy
y con unos arreglos de guitarra llenos de melodía y gusto. El disco se
cierra con Living Dead, en el que KING DIAMOND vuelve a su
forma más habitual o conocida, puro Heavy Metal, que es lo que éste
hombre hace, sin ningún tipo de duda.
Parece increíble que alguien que ha editado casi 20
discos de estudio, que compagina dos bandas paralelas de igual importancia y
que lleva más de 20 años haciendo Heavy Metal siga sacando obras
tan magistrales como este The Puppet Master, ahora yo me pregunto, ¿por
qué grupos de mucha más importancia y que cuentan con más
presupuesto como Judas Priest o Iron Maiden no consiguen sacar discos que te
hagan caerte de culo? Muy sencillo, éste hombre se cree su historia hasta
la médula, aquí no hay inercia como en los anteriormente mencionados,
es puro amor al arte, lo que es una pena que se quede solo para unos pocos,
pero claro, no está hecha la miel para la boca del asno. Junto con el
grandísimo Ronnie James Dio, uno de los pocos que te pueden poner de
punta hasta los pelos de la nariz.
Realmente Impresionante, posiblemente el mejor disco de KING
DIAMOND desde Conspiracy.
LARGA VIDA AL REY!!!!
Antonio Cerezuela