Bajo el ambiguo título de «Ton(e)s of Death»
, toneladas o tonos de odio, el cuarteto italiano Necrodeath presentan su quinto
y último trabajo. El black trash que esta banda practica alcanza una
interesante cota con este disco, que ellos mismos definen como el mejor de su
carrera…para gustos están los colores reza el dicho, pues bien,
a mi no me parece el mejor, me sigo quedando con «Master of all evil»,
mucho más cercano al Black que al Trash. (éste para mi es Trash-Black)
Necrodeath es una banda de culto para muchos aficionados a
este estilo, fundada en 1985 y después de un parón de diez años
sin sacar disco alguno ( 1989-1999), siguen hoy en activo conservando tan solo
dos miembros de su formación original, Peso a la batería y Claudio
a las guitarras. La banda la completan el vocalista Flegias y el bajista Jhon.
Su look, obviamente, ha cambiado bastante, de la macarrez auténtica ochentera
de unos jóvenes seguidores de Slayer a la moda imperante del cuero negro
y pose elegante místico evadida.
Como he dicho antes el sonido que Necrodeath presenta en este
disco es peculiar, hay algo especial en esa música que sale de tus altavoces.
Fijándose un poco, uno se da cuenta que el disco ha sido masterizado
y producido en los Mastering Studios, mismo sitio donde grabaron In Flames y
Soilwork. Entonces todo encaja, esa sensación al escuchar «Ton(e)s
of Hate» fue la misma que experimenté cuando escuche el último
trabajo de los In Flames, que me dejó totalmente impresionado. Con esto
no quiero decir que Ton(e)s of Hate me haya dejado con la boca abierta, pocos
grupos lo hacen hoy en día, pero sí me ha hecho pasar un buen
rato mientras lo escuchaba al tiempo que vegetaba un rato tumbado en la cama.
Lo que nos encontramos una vez que ponemos este disco en nuestra
cadena es, simplemente una buena fusión de ritmos Trash con ciertas connotaciones
que han tomado prestadas del Black Metal. Una música rápida a
la vez que densa, con la agresividad y actitud propia de los ritmos más
Trashers rebajada un poco en ciertos puntos hacia sonidos que se acercan al
Black Metal más macarra, concretamente en la voz y en los medios tiempos.
Esta impresión es algo arriesgada de plasmar aquí, muchos verán
más un disco de Black con ciertas reminiscencias Trash, o heavies vete
tu a saber…Pero una cosa si es cierta, y es que para gustos están
las etiquetas. Curiosos cambios de ritmo, no muy acertados en algunas a veces,
estructuras compositivas no muy complicadas, y agresividad desatada en unas
ocasiones y contenida en otras, es en esencia la base de este disco.
El aspecto vocal, que corre a cargo de Flegias, es acertado,
no sobresale respecto a otros cantantes pero se acopla perfectamente al estilo
de la banda, por tanto no hay nada que objetar en su labor. Los sonidos instrumentales
son o bien rabiosos o desgarradores e intensos cuando sea necesario que lo sean.
El batería, Peso, nos ofrece una percusión muy tribal, bastante
adorada con soniditos variados, pareciendo a veces que va un poco a su aire
respecto al ritmo que marcan las voces o las guitarras. Esto es así por
que ellos lo quieren, claro está. A mí, personalmente, no me acaba
de convencer estos ritmos. Soy de los que prefieren los ritmos marcados y coordinados
a la perfección, si no es así, la música me produce como
cierta sensación de desorden que no me acaba nunca de cuajar.
Por otra parte, en los temas más cañeros, como
«The Flag» (canción rescatada de su primer álbum en
la que venía incluida bajo el título «The flag of the inverted
cross») o «Petition for Mercy», parece ser como si la banda
tuviese una especie de impedimento para explotar del todo, como si estuvieses
deseando que esa potencia reventase de una vez por todas, algo que no ocurre
y deja algo decepcionado o insatisfecho.
Nueve tema configuran el disco, de los cuales destacan los
anteriormente mencionados, la alucinante » The Flag» con una excelente
entrada instrumental y vocal tras una leve introducción a modo de serpenteantes
susurros, y «Petition of Mercy», un buen trallazo. A estas dos se
unen «Queen of desire», en el que vienen introducidas ciertas voces
femeninas bastante sensuales y «Bloodstain Pattern», tema que cierra
el disco.
«Ton(e)s of hate» es, en definitiva, un buen álbum
que proporcionará ratos más que agradables a los amantes del género,
pero que tampoco destaca excesivamente por su grandeza. Le falta algo de garra,
algo de fuerza que te enganche y te obligue, a golpe de guitarra, a introducirte
en el oscuro y tortuoso mundo de Necrodeath. Una lástima.
TRACKLIST
1. Mealy-mouthed hypocrisy
2. Perseverance pays
3. The mark of Dr. Z
4. The Flag
5. Queen of desire
6. Petition of Mercy
7. Last Ton(e)s of Hate
8. Evidence from beyond
9. Bloodstained Pattern
Daniel Pastor Dpcarryer@hotmail.com