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México D.F. 28 de Septiembre de 2002
Esta es la tercera visita que este conjunto alemán pilar
del heavy metal realiza a tierra azteca, la más reciente en el año
2001 promocionando su álbum «Dark Ride» y la primera en 1998
con su disco «Better Than Raw», un concierto que parecía
insuperable porque en esa ocasión los melenudos mexicanos habíamos
esperado mucho verles sobre un escenario (10 años nada más). Pero
está noche, sin asegurar que fue mejor, lograron emular aquella mítica
noche, un lleno total con alrededor de 3 mil personas eufóricas coreando
cada uno de los temas, desde jóvenes casi niños, mujeres, parejas
y hasta rockeros de la vieja guardia, todos ellos amantes de este género
musical que ha roto barreras sociales; HELLOWEEN son adorados
en nuestra patria, ellos lo saben y el público no deja de recordárselos
cantando el ya conocido «Happy Happy Helloween, Helloween» para
que inicie ya el concierto.
Definitivamente no hay mejor forma de iniciar un concierto
que con los clásicos y descargaron «Starlight» para abrir
el apetito de un público insaciable que verdaderamente enloquece al verlos
sobre el escenario. Otro clásico, «Murderer» y el recinto
tiembla, no puedo acostumbrarme aún a estas muestras de euforia, no me
extraña que las bandas digan que estamos locos. Somos efusivos, tenemos
sangre latina y no podemos quedarnos quietos ante tan potente muestra de energía
de parte de los teutones.
Uno de sus temas mas largos hizo acto de presencia en toda
su gloria, otro clásico por cierto, «Keeper Of The Seven Keys»
extraído de uno de los discos de heavy metal más importantes de
la historia, el «Keeper Of The Seven Keys part 2». Si no le había
bastado a las 3 mil gargantas haber gritado ya con las tres primeras canciones,
aquí venían dos temazos más, la poderosa «Future
world» y el heavy metal puro y sin concesiones de «Eagly Fly Free»
haciendo olvidar a la concurrencia que aún podría extrañar
a Michael Kiske, la voz de quien a pesar de haber abandonado al grupo hace ya
mucho tiempo sigue siendo para muchos, un elemento que le hace falta a la banda.
Algunos pensarán que es malo haber tocado la mayor parte
de los temas que todos queríamos oír al principio, no lo sé,
pero definitivamente puso a la gente caliente para lo que seguía. A decir
verdad no sólo los temas, también el carisma de Andi Deris que
haciendo un uso adecuado del español se dirigía a la concurrencia.
No es de extrañar, pues pasa buena parte de su tiempo en Tenerife, España,
donde tiene sus estudios de grabación «Mi sueño».
Llegaba la balada «Forever And One» que permitió al respetable
sacar sus encendedores y lograr que la masa de gente del Circo pareciera más
bien un cielo estrellado, muy melosa la comparación, pero el tema me
inspira.
Debe ser un poquito complicado escoger el set list teniendo
tantos temas que la gente quiere oír y hasta este momento, casi la mitad
del concierto, es cuando ha sonado el primer tema del disco que vienen promocionando,
«Open Your Life» del «Rabbit Don´t Come Easy».
Aparte de estrenar disco estrenan alineación, esta es la primera gira
con los nuevos elementos, recordar que el batería Uli y el guitarrista
Roland formaron otra banda llamada Masterplan que por cierto visitará
México en breve. La alineación actual ha quedado así, Markus
Grosskopf en el bajo, Sascha Gerstner como guitarra rítmica, Andi Deris
en las vocales, Michael Weikath como guitarra líder y Stefan Schwarzmann
en la batería.
Deris se divierte, con «Power» ha hecho un juego
que de verdad no sé como le funcione en otras partes del mundo, pero
aquí le sale muy bien, pone a hacer los coros al público, los
divide en dos partes y hace una competencia entre los dos a ver quien canta
más fuerte; aunque he caído en la cuenta de que aparte de servir
para ver la entrega de la audiencia, es para que Weikath se relaje, se fume
un cigarro y regrese a dar todo en las 6 cuerdas, por cierto que no deja de
fumar durante las casi dos horas que tocan, un miembro del staff le va pasando
cigarros encendidos conforme se le acaban.
«Sole Survivor», «I Can» y «Where
The Rain Grows» donde debo decir Deris amaga que desecha el micrófono,
como no, en este momento HELLOWEEN tiene 3 mil vocalistas cantando
a todo pulmón y un conejo de peluche que por más que intentó
pasar desapercibido, lo reconocí, era el conejo Blas (en serio) cantando
como el resto de los presentes. Nunca es bueno distraerse, porque por voltear
un segundo me encuentro de pronto a 3 guitarristas y no es que se hayan unido
al estilo de Iron Maiden, más bien es que el técnico de las guitarras
ha tomado una y ha subido a «tomar clases con Michael» un momento
muy agradable con el que se retiran del escenario.
No podía esperarse menos del público, en cuanto
se apagan las luces el «Happy Happy Helloween, Helloween» surge
de nuevo dando a entender que hacía falta más heavy metal en la
sala. El primero en salir es Sascha a hacer un solo de guitarra que sirve de
intro a «Sun 4 The World», apenas el segundo tema de «Rabbit…»
que se tocaría en la noche. Pero lo de estos muchachos es definitivamente
las relaciones públicas, un amplificador falla y más que resultar
molesto es un espacio para aumentar la interacción artista – público
y hasta para que le caigan a Andi brassieres y mantas de los y las fans. Por
fin una vez superado el problema llega «How Many Tears», el broche
de oro para la noche, la forma perfecta de cerrar esta tercera visita de «las
calabazas» a nuestro país.
Texto: Germán Eduardo García.
Texto y fotos: Germán García e Israel
Téllez
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