NEVERMORE vuelve a la carga tras dos años de espera,
con «Enemies of reality», su sexto trabajo discográfico
El disco presenta una base instrumental absolutamente demoledora y contundente
pero se viene todo abajo nada más escuchar la voz de Warrel Dane, que
no se acopla para nada con los sonidos que del resto de la banda emanan.
«Enemies of reality» es un disco de metal moderno
o nu-metal, con una base cercana al death melódico. Un conglomerado
de influencias que no acaban de unirse en algo sólido y apetecible
para nuestros oídos.
La excelente labor de producción llevada a cabo por
Andy Sneap hace que la música de Nevermore suene agresiva, brutal y
desquiciante, justo lo que el grupo pretendía transmitir con sus letras
y composiciones. Todo suena a la perfección, equilibrado y con una
claridad asombrosa, un 10 para Andy
Tal es la psicosis que NEVERMORE transmite
en este disco que hay veces que mientras escuchas el disco te dan ganas de
darle al stop y parar de escucharlo de una vez, pues llega un momento en que
sientes la sensación de tu cabeza a punto de estallar.
El demencial aspecto vocal , totalmente nu-metalero, que
llega incluso a recordar al cantante de Systems of a Down en algunas ocasiones,
es absolutamente chirriante y desagradable en muchos de los cortes. La escucha
de este disco te deja muy nervioso, os lo aseguro. A mi juicio, el álbum
habría ganado muchísimos puntos si la voz se hubiese tratado
de otra manera, posiblemente mucho más gutural. Ceñirse al Death
propiamente dicho y dejarse de modernismos y extravagancias vocales.
La base instrumental es, unido a la labor de producción,
lo que otorga al disco los míseros cuatro puntos que le han sido dados
a la hora de calificarlo. Van Williams, batería, suena asombrosamente
bien, con una precisión milimétrica unida a una contundencia
de infarto. Jim Shepperd y Jeff Loomis, bajo y guitarra respectivamente, cumplen
su tarea a la perfección, creando con sus acordes, solos y unidos a
la batería de Williams, esa atmósfera propia de un manicomio
moderno. Realmente es como si pudiésemos poner música a la cabeza
de un epiléptico o a un maniático mientras se encuentran sumergidos
en pleno trance psicótico. Los solos de guitarra son largos y chirriantes,
siempre acompañados por sentenciantes riff y aplastantes redobles de
batería. Es obvio que necesitarán el apoyo de un nuevo guitarrista
cuando salgan de gira para poder transmitir todo esto en sus directos.
El disco lo configuran nueve temas que suman un total de
cincuenta minutos aproximadamente. De ellos, me quedo, lamentablemente, con
tres de los cortes más tranquilitos, pues es allí donde la voz
de Dane parece encajar mejor. «Never purify» » Who decides»
y «Noumenon» son para mi gusto, las mejores canciones del disco.
«Tomorrow Turned Into yesterday» perfectamente podría entrar
dentro del nuevo disco de Metallica como balada.
También es digna de destacar la labor artística
de la portada que, definitivamente, refleja a la perfección la música
que Nevermore ofrecen en este disco. Una especie de máscara de hierro,
propia de los manicomios del siglo pasado aparece gritando con vida propia
y rodeada de protuberancias en forma de pinchos. Su cerebro, boca y cuencas
lacrimales están llenas de lombrices que parecen escapar de la prisión
en la que se ven encerradas. Una mente que ni los gusanos quieren para sí…precioso.
Daniel Pastor
Dpcarryer@hotmail.com