Vamos a ponernos en antecedentes por que la cosa va en serio. SILENT
EDGE nació hace 6 años en Holanda, graban una maqueta
en al año 2000 de gran impacto entre los ambientes musicales de su país.
Una vez fichados, entran en los estudios New Road, y gestan esta grabación
de diez temas de un metal progresivo accesible para no iniciados, con influencias
neo-clásicas.
Estamos hablando de un disco debut, realmente esta gente asusta
con su potencial. 4 desconocidos virtuosos, cada uno en su terreno, con una
música que no deja tregua alguna. Una música que para mi gusto,
tiene todos los elementos necesarios para destacar, lo tiene todo, complejidad
y melodía, fuerza y sutileza, partes progresivas, partes heavys…. como
es posible mezclar todo eso?? Yo que se macho, pero lo han hecho consiguiendo
un coctel musical excelente.
Esta hora de pura gloria se inicia con «Through Different
Eyes», a las primeras notas ya vemos que el rollo DREAM THEATER les va
bastante, el teclado de Minggus Gaspersz (nombre de ajedrecista) lleva las pautas
en un ritmo frenético, mientras la voz de Willem Suripatty se va asomando
tímidamente, hasta reventar en el estribillo donde nos muestra la magnitud
de lo que tiene dentro del cuello. Buf, la que se nos viene encima. «Savage
Symphony», un título que puede sonar muy a STRATOVARIUS, pero la
música de SILENT EDGE tiene más matices, la guitarra
de Emo Wuripatty tiene claras influencias Malmstenianas, y se reparte protagonismo
en los solos y en las partes instrumentales con el teclado.
Los casi 9 minutos de «Wasted Lands», nos traen
una calma sospechosa al inicio, donde podemos apreciar la labor de producción
tan excepcional que atesora este trabajo, el sonido de la batería es
perfecto, Marco Kleinnibbelink (jojo, vaya apellido, repitelo rápido)
ha realizado un trabajo antológico, lo suyo es un no parar continúo,
si en directo puede llevar este descomunal ritmo, entonces es que hay vida extraterrestre.
A mitad del tema la explosión musical, muy a lo ROYAL HUNT es inconmensurable,
la intensidad lograda por el despiadado cambio de ritmo alcanza cotas de alto
standing.
A cada tema, a cada estrofa, a cada estribillo, te vas dando cuenta de la magnitud
de este trabajo, busca defectos, que no los vas a encontrar.
«The Course I Hold Within» es una emotiva balada donde la acústica
y la voz cobran todo el protagonismo, intensidad extrema y todo un derroche
por parte de Willem a las voces. Es el turno para un poco de Power Metal tan
actual, con la instrumental de dos minutos y medio «Crusades», que
abre el apetito al mejor tema del disco, «For Ancient Times», todos
los músicos al límite, estribillo comercial donde Willen nos pondrá
los pelos mirando al techo, pura gloria, ¿dónde estaban estos
tíos metidos?, intenso interludio de teclado con ambientes árabes
con un final indescriptible. «Lost Consciencie» es un medio tiempo
hipnotizante que nos prepara para la que se avecina. Final apoteosico, «Under
A Shaded Moon», tema donde podemos apreciar cada instrumento en todo su
esplendor, sobretodo la batería y la guitarra, y «Rebellion»,
ahora si, a todo trapo, 9 minutos sin descanso alguno, imposible de reproducir
en directo, cambios de ritmo vertiginosos, velocidad sin límite, complejidad…
Muchos de sus temas, me han recordado al estilo de los primeros KAMELOT, pero
con una calidad mejor que la de álbumes que eran un quiero y no puedo
como «Siege Perilous». El cierre corre a cargo de la voz de Willem
y el piano de Minggus en «Rebellion (The Awakening).
Repito, este es un trabajo, que para mi gusto personal lo tiene
todo, esta gente deberían ser muy grandes, por que si con un disco debut
hacen esto, que podrían darnos en el futuro para nuestro deleite. Heavy,
Power, Progresivo, Metal… llámalo como quieras, yo prefiero denominarlo
como MÚSICA.
Alucinante, de momento de lo mejor aparecido en el año,
y no les doy un 10, por que esa nota me la reservo para su siguiente trabajo.
Esto es una maravilla que no deberías perderte.
Álex Sánchez.
alexsanchezcerro@telefonica.net
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