«Ojalá el tiempo no logre romper todos
lo lazos que NOS unen al rock»
Bueno, pues ya pasó el esperado Metal Mania.
Han sido tres (o cuatro para muchos) días de comer mal, dormir peor (y
poco), de no asearnos mucho (no había muchas facilidades para ello, la
verdad), de sufrir un calor realmente asfixiante (no creo ser el único
que piense que este ha sido realmente el enemigo más directo de este
largo fin de semana), de gastar los muchos o pocos ahorrillos que teníamos
(o que directamente no teníamos cómo en mi caso) para las vacaciones,…
Pero a excepción de detalles casi anecdóticos, ante todo el festival
se ha caracterizado por ser puramente heavy metal, hermandad y complicidad entre
seguidores de una forma de vida muy concreta, y fiesta, buen rollo y mejor ambiente
para un festival que, errores aparte y muchas cosas a corregir, tiene que continuar
año tras año y consolidarse cómo cita obligada de los festivales
veraniegos al modo de un Wacken, Bang Your Head o Gods of Metal (y a ser posible
mejor… detalle que al menos en cuanto a cartel, es difícilmente superable).
En cuanto a asistencia no tenemos datos definitivos pero se
manejan cifras en torno a las 20.000 personas el viernes, 25.000 el sábado
(que guste o no era el día grande con las bandas más heavies y
clásicas del cartel) y quizás 15.000 el domingo (bajó la
asistencia no sólo por el cansancio y el calor sufrido durante los días
anteriores que acaban con el heavy más duro del lugar, sino básicamente
porque no es fácil explicarle a tu jefe que el lunes por la mañana
no has ido a trabajar porque has cambiado el traje o el mono por la muñequera
de tachuelas, los vaqueros cortados y la camiseta de Judas). No se, yo me sentí
muy orgulloso de ver el ambiente tan heavy que reinaba en el festival… y esto
no es algo de perogrullo. Me explico, es muy fácil ver en un concierto
de triunfitos a 20, 30 o 40.000 personas para seguir al ídolo del momento
de turno pero realmente no tiene significación ninguna. Lo grande es
ver 20.000 amantes de una música y un estilo tan concreto acudiendo en
masa a un festival y ver gente desde niños hasta auténticos abuelos
del metal conviviendo sin el más mínimo incidente, con el máximo
compañerismo y la sonrisa permanente del que sabe que eso es auténtico
y por eso es especial.
A la organización hay que darle las gracias por haberse
arriesgado con un festival de estas características. Supongo que reunir
ese cartel ha sido harto complicado. Sí, quizás era apostar sobre
seguro, pero ojo, nada auguraba una avalancha tal de melenudos/as dispuestos
a pagar 90 euros por asistir (mucha pasta pero visto lo visto no me parece caro,
sinceramente). Eso sí, un achuchón bien fuerte por lo conseguido
pero un tirón de orejas por lo no conseguido. Ya que el festival se realiza
en una de las zonas más calurosas y secas de España y con la experiencia
y el conocimiento previo que dan muchos años de Viña Rock: A-
No lo realicen en pleno Julio. B – Ya que lo hacen, acondicionen la zona
para que podamos disfrutar del festival en las mejores condiciones posibles.
C – Los horarios, precios, información,… también son parte
del festival y cómo tal también deben ser tenidos en cuenta.
A estas alturas y después de todo lo dicho, no voy a
hacer hincapié en el calor asfixiante en la zona de acampada, el terrero
inhóspito y completamente desértico de esta, los altos precios
de la comida y bebida, la falta de servicios cómo duchas y fuentes (un
ejemplo, 4 fuentes para 20.000 personas… y ninguna dentro del recinto de los
conciertos, tiene mondongos el tema, ¿no os parece?), … Lo dicho, ya
se ha hablado bastante en topics, comentarios,… así que no voy a extenderme
mucho en esto. Supongo que la organización ha tomado buena nota de ello
y para la siguiente edición tendrán en cuenta tanto lo que han
hecho bien cómo lo que han hecho mal… para corregirlo. Por lo que ha
comentado Rafa Basa en uno de sus comentarios sobre el Metal Mania la organización
está muy contenta de cómo ha resultado el Festival, y ha tomado
muy buena nota de los fallos (lógicos en una primera edición)
para subsanarlos para el año que viene.
Prefiero darle más cancha a las cosas positivas del
festival que, a grandes rasgos y salvo detalles más puntuales (todavía
tengo los brazos quemados y eso que me eché crema protectora «religiosamente»
todos los días), creo que ganan con mucho a las negativas.
Para empezar los grupos, por supuesto. Hemos disfrutado de
un cartel posiblemente insuperable donde había de todo y para todos los
gustos… y de lo mejorcito de cada casa, los ibéricos de cada género.
¿Que os gusta la tralla?, Slayer, Sepultura, Kreator, Inmortal, Dark
Tranquility, Overkill,…. ¿Que sois más clásicos? Vaaaaaaaaaaaaaale,
Maiden, Dio, Motorhead, Saxon, Barón,… ¿Qué sois más
jovencitos y os tiran más los grupos de ahora? Pues ahí tenéis
a Blind Guardian, Stratovarius, Primal Fear, Nightwish, … Sólo un pero
en este sentido, ¿y para los que nos gusten los grupos de hard rock?
A ver si para la «temporada que viene» se tiene también en
cuenta.
Hablar de ganadores y perdedores en este sentido no tiene mucha
razón de ser porque, primero, esto es algo siempre subjetivo, y segundo,
cuando se apuesta directamente a ganador, pocas veces se falla (ya sabéis
mi lema de «los clásicos nunca fallan»). Aún así
y a riesgo de que algunos me «collejeis» virtualmente tanto por
exceso cómo por defecto, las medallas (del metal, por supuesto, je,je)
son para Slayer el viernes, Dio el sábado y Motörhead el domingo:
La tralla más brutal y la máquina más perfecta, la clase
y el lujo en persona y lo más auténtico, «bullanguero»
y ruidoso. Menciones especiales para Maiden, Barón Rojo, Saxon, Nightwish,
Kreator y Overkill. Arriesgándome todavía más y sintiendo
ya en mi cuello vuestras collejas del metal, os diré que, a mi modo de
ver, no ha habido color entre las bandas más clásicas y veteranas
y las más nuevas. Supongo que será por experiencia, feeling y
que todos han tirado de su repertorio más clásico para convencer
hasta al más escéptico pero creo que aquí hay poca discusión
posible.
Detalles sobre las actuaciones de los grupos: la sonrisa perenne
y la magia de Dio (¡que grande es este tío!), la humildad y sencillez
de los barones, las botas blancas de Lemmy (con disparidad de opiniones entre
el staff sobre si molaban o eran una horterada… yo era de los primeros, je,je),
la versión de los Judas entre Hammerfall y Primal Fear, la bestia que
es el amigo Derrick Green de Sepultura (¡vaya bicho, señores!),
la rabia y la fuerza del señor Bobby Blitz de Overkill, el discursito
vacilón de Bruce Dickinson (por mi parte se lo podía meter por
el… no seamos tan bruscos pero no me gustó nada esa aura de superioridad
que tuvo todo el concierto), los Inmortal, 2 metros de carne nórdica,
cuero y metal hasta las trancas y las caras pintadas por un lado, contra el
sol más brutal de todo el domingo a eso de las 6 de la tarde por el otro
(que mal lo debieron de pasar los pobres), la voz cascadísima de Hansi
Kursch, el buen rollo de Byff Byfford, el teclado roto y rodando por los suelos
de Jens Johansson, la mala leche y la fuerza de Slayer en escena (¡tela,
colegas, tela!), …
Hubo un detalle muy curioso que creo que a nadie se le escapó
pero que yo me veo en la obligación de recordar. Habitualmente en este
tipo de eventos la gente suele flipar con los cantantes y denostar en parte
a los baterías ya que su trabajo no deja de ser, al menos teóricamente,
menos vistoso. Bueno, pues esta vez ha sido exactamente al revés: casi
todos los cantantes (al menos los que presumen de serlo porque no vale decir
que Lemmy tenía la voz cascada, je,je) han fallado (Jorn Lande, Bruce
Dickinson, Doro, Joacim Cans, Hansi Kursch, …). Eso sí, el señor
Dio es de otra galaxia y no entra en esta calificación, que nadie se
equivoque. También salvaría de la «quema» a Tarja
de Nightwish y a Ralf Scheppers de Primal Fear. El resto creo que, a grandes
rasgos ha estado por debajo de sus posibilidades. En cambio, en este caso han
destacado sobremanera los baterías, señalando en concreto a un
colosal Mikkey Dee de Motorhead, al tremendo Dave Lombardo de Slayer, a un efectivo
Anders Johansson de Hammerfall y a un sencillo pero genial Simon Wright de Dio.
Para terminar con lo relativo a los grupos, los nombres que
más se pedían para el cártel del año que viene eran
Judas Priest, Whitesnake y Running Wild… y si a modo de capricho personal
me incluyen a los Ñu cómo banda nacional pues la dicha sería
completa.
Otro de los detalles importantes del festival, y siguiendo
un poco con el tema musical, ha sido la discoteca heavy que ha montado la sala
Mephisto de Barcelona. No en vano, el jueves se celebraron ahí los dos
primeros conciertos del festival que fueron unos siempre divertidos The Bon
Scott Band y una ya demasiado presente en estas cosas, Doro (señorita
Pesch, cuidadín, cuidadín que la magia de las primeras veces se
empieza a convertir en cierta pesadez por habitual). Fue un buen anticipo de
lo que se nos avecinaba los tres días siguientes aunque hay que matizar
que el único día donde allí se celebraron conciertos fue
el jueves. El resto de los días, el pabellón donde se instaló
la «filial» de la sala Mephisto se convirtió en discoteca
donde, desde el final de los conciertos hasta el amanecer, pudimos recibir nuestra
necesaria dosis de heavy metal (que dirían los Obús) hasta altas
horas de la madrugada. Música clásica (y no me refiero a Mozart,
Beethoveen o Vivaldi precisamente), buen ambiente, muy buen rollo entre la gente,
simpatía de las camareros y camareras (algo que siempre se agradece),
fantásticos juegos de luces para dar ambiente real de discoteca y «zumitos
del metal» para quien quisiera continuar la juerga tras los conciertos.
Es cierto que la música se oía en casi toda la zona de tiendas
pero, al contrario que ocurría en el Viña Rock con la carpa tecno
y de hip-hop, era bastante agradable amenizar las charlas, fiestas y estancias
en las tiendas con Judas, Scorpions, Kiss, Whitesnake, Running Wild o Helloween.
No creo que ningún personaje del metal de los que nos encontrábamos
allí se quejara de que le molestara para el descanso tan necesario en
un festival tan largo. Todo un acierto y uno de los puntos fuertes del festival
en cuanto a «servicios complementarios» se refiere.
Otra de las cosas interesantes en este tipo de festivales son
las tiendas y puestos que se montan alrededor del festival. En este caso, antes
de comentar los puestos «normales», tenemos que hablar del Metal
Market que, aunque es evidente que no tenía ni punto de comparación
con el que muchos de nosotros pudimos ver en años anteriores en Wacken,
no estaba tan mal a mi modo de ver cómo muchos de vosotros habéis
comentado. Es cierto que era pequeño y que no había demasiada
variedad (vinilos, cd´s y dvd´s, camisetas, algunos parches y poco
más) pero podías encontrar vinilos inexistentes en España
a buen precio, cd´s de importación o descatalogados, camisetas
distintas (no muchas de todos modos y por eso creo que este era el punto más
deficiente del Market) y rarezas varias… ah, y podías practicar tu
oxidado inglés con los alemanes, italianos y portugueses de los puestos,
je,je. Yo opté por buscar cosas más «típicas»
para seguir completando mi colección de vinilos, y así me llevé
disquitos a buen precio de Loudness, Bonfire, Pretty Maids, Twisted Sister,
Quiet Riot, Van Halen, Yngwie,… así cómo una camiseta de los
Judas del «Defenders of the faith» que llevaba años buscando,
pero hablar con Cerezuela, el forero Anvil y demás macarrones con solera
a ver si había cosas interesantes o no. No lo se, creo que a veces nos
quejamos por vicio porque la verdad es que cosas interesantes y distintas había
si sabías bucear bien entre las referencias de todos los puestos. Al
final me arrepentí de no haber comprado antes los dos vinilos de Stormwitch
que vi el primer día (¡Rubén, cabrón!) y no tener
pasta para ese pirata en directo de Running Wild que muchos vimos pero que los
50 euros que costaba nos tiraron para atrás (¿al final se lo llevó
alguien?), así cómo la camiseta del «Dressed to kiss»
con las mangas cortadas que no me quisieron rebajar de 20 euros. En fin, no
era el Metal Market del Wacken pero creo que es una buena iniciativa que los
festivales empiecen a traer este tipo de mercadillos para que todos podamos
adquirir esos discos que en España son tan difíciles de conseguir
(o tan caros), conocer grupos raros y distintos con los que a veces te llevas
gratas sorpresas y con otros no tanto (High Tensión contra los La Cruz
mejicanos por poner un ejemplo) y sobre todo que el underground y que el material
de importación se nos pongan un poco más cerca del alcance de
nuestras manos ávidas de conocimiento metalero.
En cuanto al resto de los puestos pues un poco de todo cómo
siempre en este tipo de congregaciones rockeras: desde camisetas, cinturones
y pulseras de tachuelas, pendientes y colgantes de todos los tipos habidos y
por haber, artilugios de cuero, discos a muy buen precio (que pronto se acabaron
los del puesto que había discos de Banzai, Yngwie, Wasp, …, ¿eh?),
… hasta una tienda gótica con ropa y complementos de todo tipo para
«seres oscuros», el tenderete que montan nuestros amigos de la tienda
«Metalicko» de Alicante con ropa de cuero de la que tan difícil
es de encontrar en las tiendas «normales» (pantalones y chupas de
flecos de cuero y ante principalmente a un precio no excesivo), así cómo
un par de puestos regentados por alemanes: uno de complementos (cinturones,
chalecos, hebillas, colgantes,…) y otro de ropa de cuero realmente preciosa
con cosas realmente baratas (esos pantalones de cuero a 50 euros) y otras algo
más caras aunque realmente impresionantes (chupas de piel abotonadas,
pantalones de cuero de todo tipo -con cuerdas, lisos, más gordos,
más finos, ajustados, …-, chalecos, faldas, …). La verdad es que
no son puestos de ropa asequible pero siendo sincero, son mucho más baratos
que en las tiendas normales así que conociendo el tema y sabiendo lo
que te quieres comprar, no es nada descabellado llevar dinero de sobra para
adquirir esos pantalones de cuero, chupa de flecos, vestido gótico o
ese chaleco con el que siempre alucinas en los vídeos de tus ídolos
pero que, o no lo encuentras en las tiendas, o si lo ves es a unos precios absolutamente
desorbitados. Yo me quedé sin pasta muy rápido (y es que los vinilos
me pierden) pero me quedé enamorado de unos pantalones de cuero ajustados
con cuerdas a los lados, de una camisa negra de estilo gótico y de varias
chupas de flecos (que son mi perdición)…
Para terminar este análisis un poco atípico y
diferente de lo que ha sido el festival, no se me puede olvidar comentar a grandes
rasgos la gente que había en Metal Mania y el ambiente en la zona de
tiendas. En cuanto a lo primero, comentar que, aunque ha habido muchas pintas,
la gente ha sido sensata y ha preferido la comodidad para huir del calor que
el demostrar lo completo que es su armario en cuanto a artillería heavy
se refiere. Por eso, aunque no han faltado pantalones de cuero, botas vaqueras,
muñequeras enormes e incluso alguna chupa furtiva, predominaban los pantalones
cortos, biquinis en las chicas (¡que malas sois, copón!) camisetas
sin magas y coletas… y es que el calor ha sido el verdadero innombrable y
claro protagonista negativo del festival. Eso, sí, lo que caracterizaba
a casi todo el mundo era cualquier detalle que diera fe de que aquello era un
festival heavy: ya fuera un tatuaje (que había algunos impresionantes),
cinturón de tachas, muñequera, parches en chalecos e incluso pantalones
y sobre todo las camisetas de grupos que poblaban el festival (cómo detalle
objetivo con el que no estoy muy de acuerdo, debo decir que predominaban las
de Blind Guardian y Maiden sobre todas las demás… eso sí, siempre
era agradable ver camisetas «rancias» de Ozzy, Bonfire, Motorhead,
Accept, Muro, Running Wild, … e incluso había muchas de pasados Wacken,
Bang Your Head y de Monsters of Rock varios).
En cuanto al ambiente en la zona de tiendas, pues evidentemente
ha primado el buen rollo, la hermandad entre «seres de la misma calaña»
(la del metal), las ganas de fiesta, cachondeo generalizado y ganas de disfrutar
de algo si no irrepetible, al menos sí inolvidable (con la excepción
del calor que creo que a nadie lo va a recordar con cariño dentro de
algunos años al hablar de esta primera edición del festival).
En la zona de acampada no ha habido incidentes reseñables y en cuanto
a anécdotas, momentos graciosos y detalles curiosos, mejor os lo dejo
a vosotros. Sólo puedo hablar de las mías y ahora mismo no vienen
a cuento ya que yo no era más que un simple leucocito de toda la sangre
que alimentaba el gran corazón de metal que hacía moverse al festival.
Desde aquí sólo puedo dar las gracias en mi nombre y en el de
www.rafabasa.com (la organización que os las de por su cuenta y que nos
pida perdón por los desaguisados que han de corregir para otras siguientes
ediciones) por hacer y permitir que esto haya sido especial.
No me extiendo más que creo que ya he «rajado»
bastante sobre el tema, ¿no?. Sólo un par de apuntes más:
la piscina ha sido todo un acierto (¡que bueno ver al macarrón
más macarrón que pudiera campar por el festival embutido en bañador
y chanclas!) y, para los que no pudisteis ir, acercaros el año que viene
a las lagunas de Ruidera que están a una media hora en coche de Villarobledo.
A falta de hostales, camping decente o piscina correspondiente, eran la mejor
alternativa para mitigar el calor y pasar el tiempo durante el día antes
de empezar los conciertos (gracias Kaiser por la información).
Pues nada, a modo de conclusión, eché mucho en
falta en la fiesta de presentación a los Pretty Maids que se cayeron
del cartel en el último momento. No pudimos disfrutar de ellos en vivo
pero me van a dar pie para dar carpetazo a la crónica: Creo que la libertad,
la cultura y la rebeldía bien entendida fueron la ideología predominante
en el festival (algo que no comulgan mucho nuestros «amigos» del
PP), el calor fue protagonista inevitable todo el fin de semana aunque lo que
verdaderamente dio razón al festival fue esta música que veneramos,
adoramos y que nos hace tan felices y especiales. Luego sólo puedo terminar
esta crónica calificando y resumiendo el festival en una frase: ¡Red,
hot and heavy!.
P.D. – Gracias a la gente de Villarrobledo que a grandes
rasgos se portaron fenomenal con todos los asistentes al festival, a nuestros
colegas de Hamelyn (David y Dani) por ser tan entrañables (cómo
os gusta la palabrita, ¡eh!), a mi vecino del 8º que curraba de seguridad
en el festival y me trató de maravilla siempre que tuvo ocasión
en la zona de prensa, a Ana de Matarile (la chiquita rubia de las trenzas de
la que se enamoró más de uno), a Dani (pastor de la oscuridad)
y su novia Lidia (mala suerte, troncos), a Rafa, Estrella (ese bocata de atún
para dos a las 7 de la mañana) , Tyrson y demás miembros del staff
que estuvieron en el festival y sobre todo a mi niña (que al final pudo
venir el sábado) y al macarrón, eterno compañero del metal
(al final siempre nos quedamos solos, ¿eh?). Lo dicho, el año
que viene más (festival), igual (de bueno el cártel) y mejor (ya
sabéis a que me refiero, ¿no?).
David Esquitino (esqui21@eresmas.com)
Fotos: Rafa Basa, Tyrson, Arrilu, Estrella, Eowyn-Lil,
Egrim.
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre
ellas.