Los fineses Norther nos ofrecen su cuarto disco en tres años
que llevan componiendo, girando y tocando juntos. El título de su nuevo
álbum responde al nombre de «Mirror of Madness», el espejo
de la locura.
Apadrinados por el mismísimo Alexander Kuoppala (Children
Of Bodom) Norther han encauzado su música hacia un Black
Metal algo más que melódico, demasiado suave y cercano a otros
géneros del tan querido por todos Metal. En su carta de promoción
la compañía osa definirles como Furious Death/Black… ni
caso. De furioso y de Death no tiene nada y de Black por la voz y quizás
la estética del grupo que si no… Cuestiones de etiquetas aparte,
el disco es bastante asequible para todo oído metálico, si bien
muchos gustaríamos de disfrutar un poquito más de caña
en él.
Una vez dejado claro que no nos encontramos ante un disco de
Black Metal pasemos a analizar su música. La base instrumental podemos
clasificarla como muy heavy, basada en unas estructuras que se repiten una y
otra vez en casi todos los temas que componen el disco. La voz viene acompañada
de las guitarras rítmicas constantemente, teclados muy discretos que
apenas tienen importancia en el conjunto de la obra, mucho solo de guitarra
y una batería que parece contenerse en todo momento. Hay un par de temas
en los que Toni Hallio (el batera) se desata y es aquí cuando vemos el
gran potencial que Norther puede llegar a alcanzar si dejase rienda suelta a
su ira y agresividad. Pero claro, como su propio nombre indica estos muchachos
provienen de la lejana Finlandia, y allí son todos muy fríos de
carácter, desatarse tanto quizás diese mala imagen al estereotipo
de macho nórdico con una faz inalterable, incapaz de perder los estribos
o esbozar una sonrisa.
El disco dura 45 minutos y esta compuesto por nueve canciones.
Comienza con «Blackhearted» la cual nos introduce inmediatamente
en la línea que seguirá la banda durante todo el disco. Misma
estructura, mismos ritmos y misma temática en definitiva. La sigue «Betrayed»
que es prácticamente clónica a su predecesora cuando la escuchas
por vez primera. Mejoran con el tercer corte que aparece bajo el título
de «Of darkness and light», este tema es mucho más solemne
y los punteillos del comienzo harán sonreír a más de uno
si tratan de jugar al «a que se parece esta melodía», omito
la solución por si a alguno le apetece entretenerse un rato. «Midnightwalker»
nos presenta el clásico cliché de terror cinematográfico
de los 90: te voy a matar, acabaré con tu sufrimiento y por mucho que
corras no podrás escapar de mí. «Cry» promete con
la agresividad con la que comienza pero enseguida nos damos cuenta que es una
mera ilusión, el ritmo frenético decae enseguida para centrarse
en el virtuosismo musical que nos vienen presentando desde el principio del
disco.
Por fin el disco empieza a merecer la pena cuando escuchamos
«Unleash Hell», el batería comienza a asemejarse ya a lo
que uno de su estirpe en términos blackmetaleros debiera parecer, el
ritmo se ve mucho mas acelerado cambiando bruscamente de un tiempo a otro. La
lástima es el teclado que no encaja del todo bien, a mi gusto podría
prescindir de él en este tema. «Dead» es todo un temazo,
Petri Lindoross se deja la garganta en el y la banda le acompaña perfectamente
formando una sola unidad que te hace mover los pelos con celeridad. «Mirror
of Madness», el título que da nombre al disco, no está exenta
de calidad tampoco aunque personalmente me quedo con la anterior. El disco termina
con «Frozen Shy» y «Smash» que nos devuelven a la onda
con la que nos tenían acostumbrados al principio del disco.
Musicalmente, muy buenos, pero quizás les hace falta
un poco más de imaginación para no quedarse en una banda más
de tantas que vemos surgir hoy en día dentro de la escena oscura.
La labor creativa tanto en portada como en libreto es digna
de mencionar. La portada recuerda al cuadro del genial Friedrich «Mar
de hielo», realmente relajante para la vista. Es grato no ver tanta calavera
de vez en cuando. En el interior del libreto se nos presenta a los miembros
de la banda dentro de una cueva de hielo a punto de morir de congelación,
eso si, manteniendo la pose por supuesto. Me viene a la cabeza aquella escena
de la película «El club de la lucha» cuando el protagonista
evade su mente hacia una cueva de hielo en un acto de automeditación,
allí se encuentra un pingüino que le dice «deslizate».
Bien, nosotros nos encontramos con los miembros de Norther que desde la fría
Finlandia nos dicen con un tono de voz intimidatorio…» Mueve tus
pelos hermano del metal».
Una recomendación personal para los aficionados a las
rarezas, buscad su versión del «Final Countdown», os echareis
unas risas.
Daniel Pastor Carryer Dpcarryer@hotmail.com
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