Tour Diary for European Festivals – April/May 2003
by: Edu Falaschi
Después practicamente tres meses sin hacer conciertos,
nos preparamos para ir hacia España nuevamente, pero esa vez para tocar
como invitados especiales en el mayor festival nacional español.
Día 30 de abril, miércoles, 9h30 de la noche,
nosotros ya estábamos en el aeropuerto listos para embarcar, todos muy
ansiosos, pues estábamos hacia mucho tiempo sin tocar, cuando nos fue
preguntado:
– ¿Pasaportes, por favor?
Solo escuchamos: ¡Caray!¡Me olvidé!
Cuando miramos hacia atrás, solo veímos un rostro
asustado. Era Aquiles, ele no había llevado el pasaporte. Por suerte,
aún teníamos tiempo para embarcar… Tras una pequeña espera,
ya estábamos listos para embarcar. El viaje fue tranquilo, en mi caso
más aún, pues a mi lado estaba un profesor de yoga español.
El hombre era muy «zen», a veces muy raro…
Al llegarnos día 1º de mayo, jueves, tras nueve
horas de viaje, en Madrid, fuimos directo al hotel, donde pasaríamos
todo el día hasta la próxima mañana. La ciudad estaba un
poco vacía, pues era feriado del «Día del Trabajo»,
demos un giro por el centro de la ciudad, buscando algo para comer. Fuimos siguiendo
a Felipe, pues según él, conocía a Madrid muy bien y nos
llevaría a un «Burger King» rápidamente. Percibimos
su destreza, después de una hora andando, perdidos, finalmente encontramos
la cafetería. Pero lo más cómico fue cuando volvimos al
hotel, descubrimos que andamos mucho sin necesidad , y peor, había otro
«Burger King» a media cuadra del hotel. Ya estábamos bien
cansados del viaje y entonces fuimos a dormir un poco.
Más tarde, al despertarnos, algunos de nosotros, encontramos
un gran amigo español «Rafabasa», que es como se fuera un
«Vitão Bonesso» de España. Él tiene una página
en internet de metal y un programa de radio y nos llevaría para cenar
con su esposa. Fue muy agradable la cena, después de algunas horas, volvimos
al hotel, pues tendríamos que salir temprano para viajar para la ciudad
donde sería el festival, «Villa Robledo».
Ya en viernes, día 02 de mayo, cuando los furgones llegaron,
conocimos los chavales del grupo «Ratablanca», pues ellos viajarían
con nosotros. Son muy guays, ellos. En el medio del viaje, paramos en una gasolinera
de carretera, ya saben para qué. Seguimos el viaje, después de
tres horas, llegamos al hotel de la pequeña ciudad.
Era una linda ciudad del interior, con mucho campo y tierra
también. El hotel era en la bordad de la carretera. Veímos muchos
carneros y unos floreros inmensos, que eran para poner aceite de cocina, solo
fuimos saber de eso después de mucho tiempo, eran realmente grandes,
muy cómicos. Pronto fuimos a comer, o mejor, intentar comer, pues el
restaurante tenía un sistema distinto: no había «cartas».
Él camarero decía lo que tenía y lo que no tenía,
sus sugestiones e todo más. Cuando yo percibí que eso duraría
unas dos hora, hasta él explicar todo, yo intenté intervenir,
y pronto dice:
– ¿Perdón, pero ustedes tienen pasta aquí?
Y Felipe me dijo: Déjalo hablar todo, yo quiero saber…
En esa hora, yo casi doy una mordida en Felipe de tanta hambre.
Pero eso no era el peor problema. Teníamos combinado que participaríamos
de una partida de fútbol, que hay todo ano cuando ocurre el festival,
de un equipo de los grupos contra un equipo de los fans. Es una cosa bien organizada,
uniformes, campo oficial, jueces y todo más, queríamos arrasar.
La partida sería en algunas horas, entonces non teníamos mucho
tiempo, pues tendríamos que esperar para hacer la digestión hasta
la hora de la partida.
Resumiendo, después de más de una hora, no había llegado
nada y yo había comido todos los panes y tomado bastante vino. Entonces
llega un hombre de la organización y dice:
– ¡Vamos a la partida!
Exactamente en esta hora , llegan los platos, yo solo veí
a Felipe, Aquiles y Rafael comiendo todo lo que había por delante. Mientras
eso, yo fui cambiar mi ropa para la partida y ellos se quedaron comiendo; yo
desistí de comer.
Cuando salimos del hotel, yo pregunté como ellos irían
jugar al fútbol tiendo comido tanto y faltando tan poco para el juego.
Llegamos en el campo de fútbol, nos ponemos muy felices, pues era un
campo perfecto, muy bien cuidado, tenía una torcida muy grande en la
grada, estaba un día ensolerado y las camisas tenían los nombres
de los grupos…
Antes de empezar la partida, la organización nos dijo que el equipo de
los grupos musicales nunca habían ganado ningún juego, en ocho
ediciones del festival. Pero este año ha sido distinto, pues había
brasileños en el equipo. Ganamos por 8×2, yo y Rafael hicimos un gol
cada; jugamos bien. Aquiles, como siempre, se salió muy bien en la defensa
y nuestro equipo aún tuvo Marquinho (roadie) y Fábio Laguna. Cuando
acabó el juego, vinieron muchas personas abrazarnos por la victoria,
fue óptimo. Pronto volvimos al hotel, porque tendríamos que bañarnos
para pronto salir para conocer el local donde iríamos tocar en el día
siguiente.
Llegamos al local, más o menos 9h30 de la noche. Pronto
veímos que era algo realmente gigante. Había 5 escenarios, para
todo tipo de música, en un sitio como se fuera una hacienda, prácticamente
todos que estaban tocando era de España mismo. Demos un giro por todo
el evento e vimos que estaban todos los sitios llenos de personas, todos cantando
y saltando, era realmente increíble, lo que nos dejó con más
ansiedad aún para tocar en el sábado., pero ni todo es una belleza;
en esa caminada yo perdí mi gafos oscuros de «Nike» y eso
me puso muy nervioso, pues tenía acabado de comprarlos. Estábamos
muy cansados, pues andamos mucho y jugamos al fútbol. Tras tener visto
muchos grupos, decidimos volver al hotel y descansar.
En el día siguiente, a las 8h30 de la mañana,
yo me despierto con Kiko llamando a todos para ensayarnos, pero un de la organización
me había dicho que sería solo a las 10h00, mas no, tendríamos
que estar allá a las 9h00. Imaginen como es cantar «Nova Era»
tan temprano. Bueno, no había otra manera, pero fue bueno, a pesar de
estar muy frío y ventando también. Ensayamos también «Gentle
Change» y «Acid Rain». Nos quedamos allá cercad e unas
dos horas y después volvimos para el hotel para cogermos unas ropas para
sacarnos fotos para una revista española de metal.
Seguimos para un local en la ciudad, cerca de una plaza y una
iglesia un poco medieval, donde sacaríamos muchas fotos. Pronto estábamos
volviendo para el hotel para comer, pero como ya suponíamos la pesadilla
de la demora, entonces pedimos por teléfono los platos bien antes de
llegarnos al hotel lo que no ayudó mucho, esperamos bastante mismo así.
Adivinen como maté mi hambre… eso mismo, con pan y vino. Después
de más o menos «unos dos años», llegó mi plato
de macarrón, completamente frío, creo que lo plato de los chicos
no estaba distinto. Mientras esperábamos, hablamos sobre muchas cosas,
nos acordamos de los años 80 y todo más. Hasta que dormimos un
poco antes de nuestra presentación.
A las 9h00 de la noche ya estábamos listos para ir para donde sería
el concierto. Kiko y Aquiles ya habían ido antes para asistir algunos
conciertos. Llegamos por vuelta de las 9h30, bien antes de nuestra hora, pues
nuestra presentación sería a medianoche. Esperamos allá
en el camarín, nos quedamos charlando, estaba muy frío, ni parecía
que estábamos en España, pero dentro estaba cálido. Para
matar nuestra hambre, comimos todo lo que había, pues no teníamos
almorzado, más una vez.
Llegada la hora de la presentación, nos preparamos para entrar en el
escenario. Oímos la introducción de «In Excelsis».
Era llegado el momento tan esperado y entonces… Angra para
todos.
El concierto todo tuvo una gran energía, los españoles
agitan mucho mismo, estaban atentos, cantaban juntos las música, pero
de cierta forma, para mi fue un poco raro, pues todos los grupos cantaban en
español y nosotros éramos los únicos que cantaban en inglés.
Yo estaba acompañando todos los grupos anteriores y veía que allá
en España ellos son muy fans por las bandas que cantan en español.
El festival era compuesto prácticamente solo de grupos españoles,
y tenía aproximadamente 40.000 personas allá.
Cuando entramos con «Nova Era», las personas se
pusieron locas, había gente saltando para todos los lados, yo podía
ver uno corriendo desde lejos para ver nuestro concierto. Había muchos
reporteros delante del escenario, era «flash» y más «flash»,
pero pronto después de «Angels Cry» todos salieron. Lo bueno
fué ver muchas personas, entre ellos varios reporteros, sonriendo y expresando
un alegría por estarnos tocando allá y creo que también
transmitimos esta alegría para ellos. Fue muy bueno mismo el concierto.
Fue bien distinto tocar en ese festival. Estaba muy frío,
un viento helado cortaba mi garganta y congelaba los dedos de todos, mas no
dejamos el frío abatirnos; agitábamos el tiempo todo y eso los
dejaba locos, haciendo levantar todo el polvo del suelo. Ellos no se importaban,
querían cantar y saltar. Todas las canciones fueran bien recibidas y
cantadas por los fans. Después de una hora y media, acabamos el concierto
con muchas ganas aún, yo diría más, pues Aquiles tiró
la batería de allá mismo, y nadie creyó.
Así que finalizamos el concierto, nos quedamos allí
hablando un poco con algunas personas en el «backstage», pero el
frío estaba muy fuerte y nosotros estábamos cálidos por
el concierto. No queríamos enfermarnos, entonces nos fuimos para el hotel.
Eso ya era, más o menos, 2h30 de la mañana.
Llegamos, nos bañamos y dormimos. En la mañana
siguiente, domingo, día 4 de mayo, 10h00 en punto, todos ya estábamos
listos para ir para el aeropuerto de Madrid, con excepción de Kiko, que
quedará más algunos días en Europa. Más una vez,
viajamos con los «Rata Blanca».
El viaje de esa vez tardó un poco más, pues el
papa Juan Pablo II, estaba en Madrid, entonces tenía un cierto atasco
hasta allá. Llegamos en el aeropuerto una 2:30 de la tarde, resolvimos
comer, de esa vez, muy decentemente. Comimos bien despacio, pues sabíamos
que nuestro vuelo solo saldría a las 11h00 de la noche. Teníamos
bastante tiempo para hablar, hablar, hablar y fue eso lo que hicimos.
En fin, a las 11h00 de la noche, ya estábamos volviendo
a casa, Brasil. Fue solo sentar, relajar y dormir. Lunes, día 5 de mayo,
6h00 de la mañana, todos perciben que realmente están en Brasil,
después ver una inmensa cola y una confusión de tanta gente que
había, gente reclamando por todos los lados… Si… estamos finalmente
en casa…
Edu Falaschi
Fotos: Rafa Basa y Diego L. Pérez