Este disco es el documento sonoro de lo que tristemente estuvimos
«celebrando» las noches del 24 y 25 de Enero en la sala Caracol
de Madrid cómo es la separación de nuestro grupo de heavy metal
por excelencia, MURO. Pero no nos pongamos melancólicos
ahora que ya hubo tiempo para ello entonces y hablemos del disco en sí.
Al final ni disco doble ni DVD ni nada de lo que se comentó
entonces sino un sólo CD en directo y en formato digipack… eso sí,
con un contenido matador en su interior. Nada más y nada menos que el
último, digo los dos últimos, conciertos de la «banda más
dura, el grupo más duro» y eso no puede ser moco de pavo. Se despidió
la banda de Silver y Julito de su público más fiel, de su propia
historia, de sus amigos músicos, de sus temas más significativos,…
en definitiva, MURO se rindió un merecidísimo
homenaje y cómo tal aparece reflejado en este disco.
Me niego a explicar esta vez lo que hace esta banda ya que
si no lo sabes no mereces ser parte de esta página, así de claro.
Lo que sí voy a hacer es comentar lo que encontramos en el disco: Son
15 temas (más una intro) de puro y autentico heavy metal, una banda poderosa
formada por Silver a la voz, Julito al bajo, Manolo Arias a la guitarra e Iván
Manzano a la batería (vamos, la penúltima formación de
la banda con la ausencia imperdonable de Miguel Patillas a la guitarra rítmica),
muchas ganas y un sentimiento de injusticia, rabia e impotencia que sobrevuela
toda la grabación.
En este caso no procede demasiado hablar de los temas que contiene el disco
sino más bien de los que faltan y sí tocaron cómo la versión
de «Children of the sea» de Black Sabbath que MURO
preparó expresamente para la ocasión (no entiendo la ausencia
de esta, sinceramente) o «En el corredor de la muerte», una de las
mejores canciones contenidas en su último disco. ¿Que queréis
que os diga las canciones que aparecen en el disco?. Bueno, pues una nutrida
representación de canciones pertenecientes a todos sus álbumes
más alguna sorpresa que no venían tocando últimamente cómo
la cañera «Juicio final» de su primer disco. Yo vibro especialmente
con la sincera «Corazón de metal», la irónica «España
va bien», la vibrante «La maldición de Kcor», el clásico
«Sólo en la oscuridad», la potente «Desengancha»,
una cañerísima «Telón de acero», la pegadiza
«Amos de la oscuridad» o la ya inolvidable versión de Y&T,
«Por siempre», pero ya sabéis aquello de que para gustos
los colores así que cada uno tiene sus preferidas grabadas a fuego y
sangre en su particular Corazón de metal.
A nadie se le escapa (estuviera allí o no) que este era un concierto
especial y por ello hubo muchos músicos colaborando con MURO
en el concierto, y cómo tal aparecen en el disco. Se trata del «lujurioso»
Oscar Sancho en uno de los momentos más emotivos de las dos noches (se
nota que se sentía especialmente identificado con MURO
y sensibilizado con la despedida) cantando a medias con Silver un «Traidor»
que suena más acusador que nunca (el que quiera entender que entienda);
Carlitos de Mago de Oz aportando su guitarra en «Sólo en la oscuridad»;
David, el cantante de Crienium, en «Desengancha»; Juan Luis (con
su bajo de hacha que sólo desempolva en ocasiones especiales y esta por
supuesto lo era) y Fernando de Obús en «Mirada asesina» (donde
además colaboraron todos los músicos participantes más
Txus de Mago y el Niño, ex-batería de Muro, haciendo coros) y
los miembros de Barón Rojo, Angel Arias y Armando de Castro, el único
que podía aportar un puntito más a la magia de «Forever»…
digo «Por siempre».
Cómo aspectos algo más negativos del disco tenemos
que comentar que se nota en el sonido que falta una guitarra aportando la rabia
primogenia que tenían los temas originales (genialidad y sonido limpio
por más agresividad en las canciones), algún corte entre canción
y canción (producto de que el disco se grabó en dos días)
y sobre todo la ausencia de sonido de ambiente lo que hace que no se oiga al
público coreando los temas y que haya un cierto vacío sonoro cuando
Silver en el concierto dejaba cantar a la peña y en el disco no se oye.
Tampoco me ha gustado nada el título ya que de principio iba a ser «Enterrados
en vivo» (nombre propuesto por la banda y que creo que refleja de manera
clara y directa lo que supone este disco); ni la portada del mismo, un fotomontaje
de los músicos de la banda al modo de un «World wide live»
de Scorpions (¿os acordáis?, 5 fotos «recortadas»
y superpuestas) pero 18 años más tarde (la tecnología ha
evolucionado un poco desde entonces, ¿no?) y de un modo menos cuidado.
De todos modos no hagamos sangre de lo que no hay que hacerlo ya que esto no
son más que «anécdotas» o detalles menores de un disco
que, para mal o para bien, es ya historia viva de nuestro heavy nacional.
Antes de terminar la crítica hay que comentar que el
CD se presenta con una pista interactiva donde puedes encontrar una amplia biografía
de la banda y de los propios músicos así que una gran sección
de fotos tanto del concierto en sí cómo de los asistentes al mismo,
un regalo para los fans que se agradece bastante (¡yo ya me he encontrado
en las fotos!. En este sentido, al igual que con el recopilatorio «Esperando»
de Ñu les tiré de las orejas a la compañía por la
dejadez de los aspectos extramusicales del disco, en este caso se lo han currado
más y cómo tal hay que decirlo también.
Ahora tendría que hablar de la voz de Silver en el
disco, de su personalidad y lucha, de la calidad e importancia del bajo de Julito
en el sonido de MURO, del fin de la banda, críticas
y alabanzas a ciertas personas,… pero creo que no es ni el sitio ni el momento.
Dejémoslo en que el disco supone el carpetazo definitivo a la carrera
de una de nuestras bandas más sinceras, autenticas y potentes de la historia.
Disfrutar del disco sin olvidar nunca que finalmente el muro se cayó.
Gracias por permitirme ser un leucocito de la sangre que alimenta al corazón
del metal. Adiós a MURO y bienvenido a Silver Fist.
David Esquitino (esqui21@eresmas.com)