Desde la fría Finlandia nos llega el segundo álbum
de Ajattara, un grupo de black melódico que sigue los
pasos de Agathodaimon y bandas similares. No hay más, si te gusta este
tipo de música te gustará Kuolema, nombre con
el que han bautizado su trabajo. El disco esta cantado en su totalidad en finés,
y en el libreto no aparecen traducidas las letras, así que realmente
no se de que demonios hablarán en ellas. Supongo que mucha malignidad
y mucho oscurantismo…jeje
Los tres componentes de Ajattara tienen currículum,
no son unos aficionados en esto del black metal, tan de moda hoy en día
por nuestras tierras. Destaca de entre los tres Ruoja ( guitarra, voz y teclados),
proveniente de los míticos y caídos en desgracia Amorphis. Quizás
la influencia sea demasiado obvia, las melodías recuerdan en exceso a
ese disco de culto llamado Black Winter Day. Su faceta como cantante me deja
satisfecho, consigue llegar a unos registros bastante curiosos. Malakías,
el batería, y Antoni, el bajista (ambos provenientes de Northern Discipline),
no hacen nada digno de mención, se limitan a cumplir con lo que este
tipo de música les exige. Me pregunto a veces, con cierta añoranza,
dónde se encuentran aquellos ritmos frenéticos que caracterizaban
al black de hace unos añitos.
Con todo esto que he dicho no afirmo que Kuolema que sea un
disco malo, tan solo que no sobresale en ningún aspecto, no nos dice
nada nuevo. Por lo demás es un disco muy trabajado, con acertados cambios
de ritmo y pegadizas melodías. Quizás en algunos momentos nos
resulte algo monótono, prácticamente todas las canciones son del
mismo palo, no hay mucha variedad pero cuando la hay, realmente te das cuenta
que el disco no está nada mal.
Kuolema comienza directamente con una canción
más bien agresiva. Es curioso que el álbum no comience con ninguna
introducción majestuosa, tan características en los discos de
grupos de esta índole. Se agradece a veces un toque de rebeldía.
Antakaa Elaa, que así se llama el tema, comienza con una curiosa melodía
medio arabesca, un estruendoso alarido nos informa de por donde van a ir los
tiros de este grupo. Surman Henki me recuerda bastante ( por no decir descaradamente)
a Agathodaimon y Haureus te deja un mal sabor de boca respecto al disco que
estas escuchando. Comienzas a pensar que como todo el cd sea así realmente
no va a triunfarte mucho. El motivo de este pensamiento se basa en la percepción
de las melodías, las cuales comienzan a hacerse algo repetitivas. Afortunadamente
eso no es así. Huoran, con un ritmo más heavy y una magnífica
labor del cantante comienza a levantarte el ánimo.
Cuando comienzas a pensar que el disco en el fondo no esta
tan mal le toca el turno a Ikiyossa. Se revela un auténtico temazo entonado
por una desquiciante voz que viene acompañada por unos teclados que,
de repente, cobran mucha mas importancia y rematada por un estribillo al que
se le añaden extrañas voces de fondo. Al acabar, te deja con una
sonrisa en la boca. Tras una mediocre Musta Leski suena el segundo gran corte
de este disco, Sielun Sarkija. Este ya te hace mover los pelos y apretar los
dientes al ritmo que la canción te impone. Campanas, más teclados
y melodías mucho más trabajadas que en el resto de las canciones
son los tres elementos a destacar de este tema. A partir de aquí el disco
decae un poco, salvándose la llamada Kituvan Kiitos.
En resumen, Kuolema es un buen disco que se
encuentra dentro los cánones del black melódico, pero no es nada
original. Si te gusta esa música disfrutarás con el disco de Ajattara.
A míi, concretamente, me ha complacido bastante.
Daniel Pastor Carryer. Dpcarryer@Hotmail.com
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