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+ MADDER MORTEM |
Barcelona 22 de Febrero 2003. Sala Razzmatazz
ll.
Sin duda alguna, OPETH son hoy por hoy uno de los pocos combos que dando
rienda suelta a su imaginación y genialidad como músicos y compositores
han sabido crear un estilo totalmente peculiar y original alejado de cualquier
atisbo de comercialidad aparente camuflada bajo las palabras metal, power, gothic
y demás.
Mostrando una superioridad aplastante y por momentos insultante, estos suecos
han llevado lo que comúnmente se conoce como death metal a unos terrenos
peliagudos que pocos se atrevieron a pisar, una visión como nadie ha
tenido hasta la fecha (salvo contadas excepciones) de lo que puede dar de sí
un género a priori extremo como es el death metal, algo que hasta hace
pocos años habría sido tachado de herejía cuanto menos.
En el pasado, bandas como CYNIC, SADIST, PESTILENCE, ATHEIST o CARCASS dieron
el gran salto intentando crear algo que les alejara así de la tan saturada
escena death metal de por entonces y aún consiguiendo grandes resultados
en forma de disco, todos ellos chocaron frontalmente contra un muro invisible
separándose al poco tiempo y hundiéndose en el cruel abismo del
ostracismo.
Por suerte los tiempos cambian y lo que parecía una propuesta excesivamente
arriesgada hace unos años actualmente se ha convertido en el handicap
principal con el que cuenta OPETH, la fusión de estilos.
Todo esto se le debe atribuir en parte a un genio hasta hace relativamente
poco tiempo incomprendido como es el Sr. Michael Akerfeldt, compinche de fechorías
de otro par de eminencias en esto de la evolución musical dentro del
género extremo, Dan Swanö (EDGE OF SANITY, NIGHTINGALE, MOONTOWER…)
y Anders Nystrom ( KATATONIA, DIABOLICAL MASQUERADE, BEWITCHED…).
El motivo principal de la visita de OPETH a nuestras tierras no es otro
que el de la presentación de su sexto trabajo de estudio hasta la fecha
«Deliverance», un trabajo que muestra todo lo que una banda como OPETH
puede dar de sí en un estudio con el presupuesto y el tiempo necesario.
Los encargados de abrir sus shows por Europa en esta gira son los Noruegos MADDER
MORTEM, una banda que cuenta con tres trabajos a sus espaldas siendo «Deadlands»
el último de ellos. He de reconocer que su propuesta por momentos me
aburrió soberanamente e incluso me provocó algún que otro
bostezo, y no por ello estoy diciendo que fuesen malos músicos, todo
lo contrario, pero me pareció que sus temas carecían de atractivo
alguno salvaguardando la voz de la cantante, muy cuidada y efectiva. Su estilo
estaba a medio camino entre el metal progresivo, el gótico más
dulzón y algún que otro riff numetal, una mezcla sin duda arriesgada
y que a mi modo de ver no ha sido la más acertada visto el resultado
final, de cualquier forma gozaron de un buen sonido y arrancaron algunos aplausos
por parte de un público no conocedor de su propuesta musical.
Con la salida de OPETH a escena el público enloqueció
por completo al son de «The leper affirmity», tema perteneciente a
su obra maestra «Blackwater park». Basándose en un simple telón
de fondo con el bucólico logotipo de la banda, una iluminación
bastante simplona, pero eso sí, un sonido espectacular y atractivamente
nítido estos suecos consiguieron desatar la locura entre un público
que curiosamente abarrotaba la sala y que empezó a corear gran parte
de los temas. Pero donde realmente hubieron momentos en los que el griterío
era completamente ensordecedor fue en las partes limpias de guitarra con punteados
a cargo de Michael Akerfeldt a la vez que entonaba algunas de sus líneas
vocales características, herencia e influencia clara que las grandes
bandas sinfónicas/progresivas de los 70 han ejercido sobre el sonido
de la banda, y más en concreto sobre las guitarras y las voces limpias.
Habiendo presenciado gran parte de la prueba de sonido de la banda, no me sorprendió
para nada la facilidad que tenía el líder, cantante y guitarrista,
M.Akerfeldt para cantar sin salirse de tono incluso en los pasajes más
complicados como en esa joya llamada «The drapery falls» donde acompañado
por gran parte del público, nos demostró lo que es capaz de hacer
con una voz que sin ser nada del otro mundo, sí tiene ese toque personal
y característico que la hace distintiva del resto.
El contraste que se daba por momentos en la sala era cuanto menos curioso,
por un lado teníamos a OPETH cuyos integrantes a cada cual más
tímido, no tuvieron apenas ni un solo gesto de acercamiento hacia un
público completamente desbordado y anonadado. Muchos podrán pensar
que esto se debe a un exceso de ego por parte de estos suecos, pero la realidad
es bien distinta, Michael Akerfeldt es uno de los tipos más tímidos
que he podido ver sobre un escenario y pese a que tras cada aplauso su cara
ya denotaba el gozo interior que esto suponía para él, no fue
prácticamente capaz en ningún momento de alzar la vista hacia
su público dirigiendo casi todas sus escasas palabras hacia el suelo.
Pasando por alto estos detalles que ya hablan de por sí acerca del carácter
intimista de esta banda y sus composiciones, OPETH estuvieron soberbios
en todos los sentidos destacando sobretodo por encima del resto la ejecución
de temas como «Deliverance», «Advent», la «semibalada»
«Creedence» y el tema que sirvió de cierre a su actuación,
nada más y nada menos que «Demon of the fall».
Yo por mi parte poco más a añadir, tan solo me gustaría
que la gente dejase de lado muchos de los prejuicios que pesan sobre el death
metal y les diera una oportunidad a estos 4 suecos que con discos como «My
arms your hearse», «Morningrise» o «Blackwater park»
han conseguido dar una bocanada de aire fresco a un estilo que parecía
estancarse en los últimos tiempos.
Texto y Fotos: Javi Sodom
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchad sobre ellas.