La involución sufrida en dos discos incomprendidos y fuera de onda como
fueron ‘Host’ y ‘Believe In Nothing’ se enmienda con este nuevo trabajo, que sigue
más coherentemente el camino trazado en ‘One Second’. Cada disco de PARADISE
LOST es una incógnita, nunca sabes por donde van a salir, ellos fueron
pioneros en sonoridades doom mezcladas con puro y duro Death Metal en sus dos
primeros trabajos, (‘Lost Paradise’ y ‘Gothic’). Su tercera obra les dio a conocer
en los circuitos del Doom y del Gothic Metal, ‘Shades Of God’. Después,
‘Icon’ supuso el espaldarazo definitivo, y consiguieron una especie de star system
con su quinto trabajo, (‘Draconian Times’). No se conformaron con lo que tenían,
y buscaron nuevas sendas inexploradas, siempre buscando el riesgo y la complejidad,
es entonces cuando crean una obra de arte como ‘One Second’, la mezcla perfecta
entre tecnología y sentimiento. Después llegaría la grabación
de dos discos desconcertantes, y es con este nuevo trabajo cuando se han vuelto
a reinventar y han hecho lo que les ha dado la gana, un gran disco; ¿tendrá
algo que ver el cambio de compañía?, me imagino que EMI les apretó
demasiado las tuercas buscando algo que la banda no era, llevaron demasiado lejos
el sonido electrónico.
Los teclados siguen presentes puntualmente, incluso alguna instrumentación,
pero ahora las guitarras de Greg Mackintosh y Aaron Aedy vuelven a recuperar
el protagonismo perdido. El más beneficiado sin dudas es la batería
de Lee Morris, que vuelve al trabajo después de tanta percusión
secuenciada. Nick Holmes es un gran vocalista, y tiene varias tesituras en su
voz, aunque a veces parece una fiera enjaulada, como si le diera miedo a mostrar
toda la agresividad que lleva dentro.
El inicio marcial y marcado de ‘Isolate’ nos puede recordar a unos RAMMSTEIN,
pero con el single ‘Erased’, con toques góticos y voces femeninas, dejan
bien claro el nuevo camino, y el nuevo camino es que no hay camino. ‘Two Worlds’
es una de esas canciones donde encontramos las dos caras de la banda, por un
lado melancólica y deprimente, y por otro potente y desesperada, atributos
que siempre han formado parte de su manera de entender la música, no
busques canciones alegres ni cerveceras en un disco de PARADISE LOST.
‘Pray Nightfall’ nos enseña el lado más intimista de los ingleses.
En ‘Primal’ es donde más retornan al sonido electrónico de sus
dos últimos lanzamientos, al igual que en ‘Perfect Mask’, que es donde
más samplers podemos encontrar, pero aún así es un tema
potente y con un estribillo sensacional. ‘Mystify’ nos muestra a unos PARADISE
más melancólicos, desde luego, si te gusta la variedad, en este
disco la vas a encontrar por todas partes. ‘No Celebration’ sigue la misma onda
que la anterior pero con un final devastador. El tema que da título al
disco, es envolvente, relajado, hasta que explota en tu cara como un torbellino,
nunca sabes que esperar de esta gente. El final, es con ‘Channel For The Pain’
es el tema más duro, en un estilo crossover por decirlo de alguna manera,
todo un trallazo aunque no me acaba de convencer.
Personalmente, si te gustó el trabajo realizado en ‘One Second’, este
álbum te gustará, seguro, ahora, eso si, tampoco esperes encontrarte
las mismas directrices de aquel, sigue la misma senda, pero como siempre en
PARADISE LOST, con matices.
Recomendable la edición especial que contiene dos sendas versiones,
una de ellas de DEAD CAN DANCE (‘Xavier’), además de tener una presentación
de auténtico lujo, vale la pena.
Álex Sánchez.
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