«Fall, I Will Follow» es el quinto disco en la carrera de la banda
alemana Lacrimas Profundere. Desde sus comienzos con su desconocido debut «…And
The Wings Embraced Us» hasta ahora, la evolución, lógica
o no, según se mire, ha sido continua, sus influencias de Death Metal
se han transformado en Gothic Dark emocional.
Las diferencias, aún habiéndolas, se reducen entre su anterior
«Burning: A Wish» y «Fall, ….», la banda ha encontrado
el terreno donde mejor se mueve y se puede decir que estos dos son los más
completos de su discografía. Las voces mas fuertes han quedado aparcadas
y ahora prefieren darle mas protagonismo a las más emocionales, que transmitan
sentimientos, más tristes, más ahogadas, lejanas, dependiendo
de la ocasión y del ritmo de la canción., las guitarras han perdido
esa dureza heredera del Death, para dar paso a líneas melódicas,
más claras, sin llenar espacios por llenar, incluso entendiendo a la
perfección que el silencio es una nota más.
La portada creada por Travis Smith (Katatonia, Anathema, Beseech …), es un
trabajo que refleja sobre papel todo aquello que el Cd sonoramente transmite,
incluso el libreto, de diseño minimalista, esta a la altura de las diez
canciones que componen uno de los mejores discos de Metal melancólico
del año 2002.
El disco abre con «For Bad Times» el primer single, lleno de melodía
y ritmo, con unas guitarras muy rockeras a medio camino entre Black Sabbath
y The Cult, a esta le sigue «Adorer Two» segunda parte de su exitosa
«Adorer And Somebody» de su anterior disco, y aunque segundas partes
nunca fueron buenas, esta está como mínimo a la altura de la primera.
Con «Last» y «I Did It For You» se va confirmando poco a
poco el alto nivel del disco, la primera mitad se cierra con «Sear Me Pale
Sun» otra canción donde la voz mantiene un papel muy importante,
jugando con ella, llevando todo el peso de la composición, de la melodía
y el tempo. «The Nothing Ship» es sin lugar a dudas la canción
mas emotiva de todas, donde un piano se encarga de transmitir tristeza y melancolía.
«Liquid» es la que contiene un espíritu más rockero,
con un feeling muy setentero, «Underyour …» y «… And Her
Enigma» son como si se tratase de la misma canción, mantienen la
misma atmósfera, oscura, lúgubre y melancólica, aunque
«… And Her Enigma» es instrumental y pierde toda las sensaciones
que transmite Christopher Schmid con su voz.
El disco se cierra con una canción divida en dos partes, que en un principio
iba a dar titulo al disco, «Fornever», y podía haber sido,
ya que resume en una sola canción todo lo mejor del sonido de Lacrimas
Profundere, incluso en algunas partes, hay una vuelta a sus raices más
Doom, que no hubiesen desentonado en «Memorandum».
Aitor Martínez de Ayala